Crisis económica y violencia: doble amenaza para la libertad de prensa en México, advierte RSF

El país cayó al puesto 124 del Índice Mundial de Libertad de Prensa por violencia persistente y fragilidad financiera de los medios, según el informe de la organización; el periodismo regional enfrenta vulnerabilidad estructural, por lo que la calidad informativa se deteriora

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Imagen de archivo de familiares
Imagen de archivo de familiares y amigos de periodistas asesinados en México. (EFE)

La fragilidad financiera y la violencia letal han colocado a México como uno de los países más peligrosos y vulnerables para el ejercicio periodístico, según el Índice Mundial de Libertad de Prensa 2025 de Reporteros Sin Fronteras (RSF), publicado el pasado 2 de mayo.

México ocupa el lugar 124 entre 180 países evaluados, tras caer tres posiciones respecto a 2024. Aunque el país mantiene uno de los peores registros globales en asesinatos de periodistas, lo que explica en parte su mal posicionamiento, este año la debilidad económica del ecosistema mediático fue clave en el retroceso.

“Hay una percepción de debilitamiento generalizado de los medios en el país. Eso fue lo que empujó a México ligeramente hacia abajo”, explicó Artur Romeu, director de RSF para América Latina.

El informe aclara que, si el índice se basara únicamente en el indicador de seguridad, México ocuparía el lugar 155, debido al alto número de periodistas asesinados, desaparecidos o amenazados. Sin embargo, la precarización económica de los medios ha adquirido un nuevo protagonismo como amenaza estructural a la libertad de prensa.

Un informe denuncia cómo los
Un informe denuncia cómo los gigantes tecnológicos, las economías frágiles y la concentración mediática ponen en peligro la información independiente. (Reporteros Sin Fronteras)

Romeu enfatizó que, aunque menos visible que la violencia física, la crisis financiera es igual de peligrosa: “Coloca a los medios ante la tentación de reproducir boletines oficiales o ceder a intereses políticos o comerciales, debilitando su independencia editorial”.

Panorama regional preocupante

México no es un caso aislado. Según el informe, 22 de los 28 países de América Latina registraron retrocesos en su indicador económico, lo que refleja una tendencia preocupante de colapso del modelo tradicional de negocios en medios. La publicidad, antes fuente clave de ingresos, ha migrado a plataformas tecnológicas globales como Google o Meta.

Este entorno ha llevado al periodismo en la región a un estado de vulnerabilidad estructural, donde la autocensura se convierte en estrategia de supervivencia y la calidad informativa se deteriora.

El índice también documenta casos graves como Nicaragua (en la posición 172) —ahora peor clasificada que Cuba— donde prácticamente todo el periodismo independiente opera desde el exilio. Venezuela (160°) mantiene su tendencia de censura y persecución, mientras que países como Perú (130°) y El Salvador (135°) siguen cayendo por restricciones judiciales y campañas de estigmatización oficial.

Brasil y Bolivia: mejoras con reservas

Pese al panorama desalentador, algunos países han registrado mejoras. Brasil (63°) subió 47 lugares desde 2022 tras el fin del gobierno de Jair Bolsonaro, impulsado por mejoras en seguridad y condiciones económicas para los medios. Ecuador (94°) y Bolivia (93°) también ascendieron, aunque RSF advierte que aún enfrentan un contexto riesgoso y polarizado.

Nicaragua lidera las restricciones en
Nicaragua lidera las restricciones en la región Latinoamérica, mientras economías debilitadas y riesgo físico complican el ejercicio periodístico en países clave. (Reporteros Sin Fronteras)

En Colombia (115°), la postura ambivalente del gobierno de Gustavo Petro frente a los medios genera incertidumbre, mientras que en Guatemala (138°) persisten las persecuciones judiciales a periodistas, a pesar de un discurso político más abierto.

Trump y el deterioro global

El informe también resalta la influencia de Estados Unidos, que bajó al lugar 57. La cancelación de fondos de medios públicos internacionales como Voice of America, durante el segundo mandato de Donald Trump, ha generado crisis en cientos de medios que dependían del apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) impactando la libertad de prensa a nivel global.

Por primera vez, RSF califica la situación mundial de la prensa como “difícil”, con el promedio global por debajo de 55 puntos y más de la mitad de la población mundial (56.7%) viviendo en países donde el periodismo es extremadamente peligroso o prácticamente inexistente.

“La libertad de prensa está en crisis, y México enfrenta el doble desafío de la violencia y la precariedad económica”, concluye Romeu.