Tras suicidio de médico residente del IMSS, surgen nuevas denuncias de acoso: “Pude haber sido yo”

La muerte de Luis Abraham Reyes visibiliza las condiciones extremas que enfrentan médicos residentes en la UMAE 25 del IMSS. Otros testimonios revelan un patrón de abuso, violencia psicológica y abandono institucional

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Luis Ángel López, exresidente del
Luis Ángel López, exresidente del IMSS, narró cómo el maltrato sistemático lo llevó a abandonar su especialidad médica. Foto: Google Maps

Monterrey, Nuevo León.— La trágica muerte de Luis Abraham Reyes Vázquez, médico residente de 29 años en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) N.º 25 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ha encendido las alarmas sobre un presunto sistema de acoso laboral y violencia psicológica dentro de la institución. Reyes, quien según colegas se habría quitado la vida el pasado 2 de junio tras una larga cadena de maltratos, se ha convertido en símbolo de un problema que, afirman otros residentes, no es un caso aislado.

“Pude haber sido yo”

Uno de ellos es Luis Ángel López, exresidente de Urología de 27 años, quien narró su experiencia en el canal de YouTube del doctor Isaac Chávez Díaz. López describió jornadas que comenzaban a las 3:00 a. m. y concluían hasta las 9 o 10 p. m., a menudo sin tiempo para dormir ni comer. “Lo normalizamos totalmente”, relató. “El de mayor jerarquía te dice: si no te gusta, las puertas están muy grandes”. El cansancio extremo fue solo el principio; siguieron gritos, insultos y regaños injustificados que, con el tiempo, minaron su salud mental. “Yo le decía a mis amigos: ‘estoy roto, ya no sonrío’”, comentó al recordar el miedo que sentía antes de cada guardia.

Malos tratos y violencia psicológica

De acuerdo con López, un médico de rango superior lo sometía a humillaciones públicas, apodos despectivos y castigos desproporcionados con el supuesto fin de “llevarlo al límite” para formar “al mejor residente”. La hostilidad fue tal que el joven decidió renunciar y pausar su sueño de convertirse en urólogo. Cuando supo de la muerte de Reyes, confesó haber pensado: “Esa pudo haber sido mi historia”.

Investigación oficial sin denuncias previas

Ante la indignación en redes sociales, el director de la UMAE 25, Dr. José María Sepúlveda Núñez, difundió un video donde confirmó la apertura de una pesquisa interna. Insistió, sin embargo, en que “no existían reportes formales de acoso” en el expediente de Reyes. “Para el IMSS es fundamental cuidar la salud mental de médicos y residentes”, aseguró, reiterando una política de cero tolerancia y exhortando a las víctimas a denunciar por canales institucionales.

Médicos residentes del IMSS denuncian
Médicos residentes del IMSS denuncian acoso laboral y sobrecarga tras la muerte de un compañero en Monterrey (FB/ Abraham Reyes)

Comunicado de los residentes: “Tenemos miedo”

No obstante, un comunicado firmado por médicos residentes del Hospital CMN 25 contradijo esa versión. El texto describe un “ambiente laboral tóxico” caracterizado por sobrecarga de trabajo, abandono institucional y violencia normalizada. “Hoy tenemos miedo de convertirnos en la siguiente víctima”, se lee en el documento que exige:

  • Destitución del médico señalado por acoso sistemático.
  • Canales anónimos y efectivos para denunciar abusos.
  • Programas obligatorios de salud mental con seguimiento profesional.
  • Una comisión independiente de ética y vigilancia con participación de residentes.

Exigencia de justicia y cambio

Los firmantes subrayan que su pronunciamiento no busca evadir responsabilidades, sino emprender “una reforma urgente que garantice condiciones laborales seguras y dignas”. La carta concluye con un llamado a la Dirección General del IMSS y a la CIFRHS a reconocer la problemática y actuar de inmediato: “No queremos mártires, queremos justicia y transformación. Queremos un IMSS que cuide también a quienes lo sostienen”.

La muerte de Luis Abraham Reyes Vázquez ha abierto un debate que rebasa Monterrey y se extiende a hospitales de todo el país. Especialistas advierten que el desgaste emocional entre médicos en formación —con jornadas de hasta 36 horas continuas— agrava la crisis de salud pública y compromete la atención a los pacientes. Organizaciones médicas llaman a visibilizar estas dinámicas y a romper el silencio que por años ha perpetuado el maltrato en la residencia.