Más allá del apellido: el exyerno de Carlos Slim que conquistó la arquitectura global

Fernando Romero, exyerno de Carlos Slim y autor del icónico Museo Soumaya, ha sabido combinar su talento con una red de alianzas que lo impulsaron a lo más alto de la arquitectura nacional e internacional

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Fernando Romero estuvo casado con
Fernando Romero estuvo casado con Soumaya Slim, hija del magnate Carlos Slim, con quien también colaboró profesionalmente en proyectos como el Museo Soumaya. Foto: Tomada de Instagram

El arquitecto Fernando Romero, egresado en 1995 de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, es una de las figuras más destacadas de la arquitectura contemporánea mexicana. Su legado no solo está inscrito en las calles y museos del país, sino también en el escenario internacional, con obras que combinan estética, funcionalidad y tecnología de vanguardia.

Romero fue yerno del empresario Carlos Slim, pues estuvo casado con Soumaya Slim, hija del magnate. La conexión con la familia Slim no solo fue personal, sino también profesional: muchos de sus proyectos más emblemáticos han sido desarrollados con la constructora Grupo Carso, propiedad del empresario, incluyendo el icónico Museo Soumaya.

Romero es también el autor del diseño del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), una ambiciosa obra concebida junto con el británico Norman Foster, que ganó reconocimiento internacional antes de ser cancelada por el presidente Andrés Manuel López Obrador en 2018. El NAIM fue premiado por su diseño sostenible y vanguardista, y prometía convertirse en una de las infraestructuras aeroportuarias más innovadoras del mundo.

La carrera de Romero se forjó en las grandes ligas de la arquitectura: entre 1995 y 2000 trabajó con el ganador del Premio Pritzker Rem Koolhaas en la firma OMA, donde incluso fue jefe de proyecto en la Casa da Música de Oporto, Portugal. En el año 2000, fundó su despacho FR-EE (Fernando Romero Enterprise) en México, y en 2010 abrió una oficina en Nueva York, consolidando su presencia internacional.

Entre sus proyectos más reconocidos destacan:

  • Museo Soumaya (2011): Edificio escultural revestido con módulos hexagonales de aluminio que alberga más de 60,000 obras de arte. Su forma amorfa y su estructura de columnas asimétricas lo han convertido en un ícono arquitectónico de la Ciudad de México.
  • Plaza Carso: Un megaproyecto de 920,000 m cuadrados que integra oficinas, departamentos, comercios, museos y entretenimiento en el corazón de Polanco.
  • Centro de Convenciones de Los Cabos: Sede del G-20 en 2012, con el jardín vertical más grande del mundo y un diseño ecológico que reduce el uso de energía y agua.
El Museo Soumaya, financiado por
El Museo Soumaya, financiado por la familia Slim y diseñado por Romero, es hoy uno de los íconos más reconocibles de la Ciudad de México. Credito:cuartoscuro

Romero ha sido reconocido con galardones como el Bauhaus Award (2004-2005), el Premio de la Sociedad Mexicana de Arquitectos (2009) y el título de Honorary Fellowship del Instituto Americano de Arquitectos (AIA). Además, es miembro activo del CAM-SAM en México.

Su despacho FR-EE ha dejado huella en ciudades como Austin, Miami, San Diego, Jinhua (China) y Silves (Portugal), con proyectos que exploran la sostenibilidad, la identidad cultural y la tecnología.

Más allá de sus obras, el carácter de Romero también destaca. Vegetariano, riguroso y orientado a la productividad, en sus juntas de trabajo está “prohibido ser espectador”, según relatan sus colaboradores. Aprecia la puntualidad, la preparación previa y valora la iniciativa en su equipo.

Con apenas poco más de dos décadas de carrera independiente, Fernando Romero ha consolidado una visión arquitectónica con identidad mexicana y proyección global, llevando su firma a rincones tan diversos como el Museo Mexic-Arte en Texas, la Casa Portugal o el conceptual Museo PH en Medio Oriente.

Aunque su nombre se asoció con una de las cancelaciones más controvertidas de la historia reciente del país —el NAIM—, Romero continúa dejando una huella indeleble en el paisaje arquitectónico del siglo XXI.