¿Cometes este error al delinearte?, podrías envejecer tu mirada y apariencia sin notarlo

El maquillaje es una poderosa herramienta que ayuda a resaltar la belleza natural, no obstante, también puede jugar en contra si no se utiliza correctamente, y uno de los errores más comunes al maquillar los ojos es el uso inadecuado del lápiz negro en la línea de agua, un estilo muy popular que provoca una apariencia envejecida.

Existen distintos tipos de delineadores, en formato líquido, en gel, rotulador y lápiz. Según información de la marca Camaleon Cosmetics, el lápiz de ojos es la versión más sencilla de utilizar, especialmente recomendada para quienes empiezan en el mundo del maquillaje, ya que su textura suave permite trabajar con facilidad tanto en los párpados como en la línea de agua, además, su capacidad para difuminarse lo hace ideal para crear efectos como el clásico ojo ahumado.

Aunque se caracteriza por aportar dramatismo y definición a la mirada, su uso en la línea de agua tiende a reducir visualmente el tamaño de los ojos, lo cual ocurre porque el color oscuro absorbe la luz, generando una ilusión de profundidad que acorta el espacio visible del globo ocular. De acuerdo con la revista Cosmopolitan, este efecto puede hacer que los ojos parezcan más pequeños y menos frescos.

Además, tonos como el negro tienden a acentuar las líneas de expresión y marcar más las facciones, lo cual hace que el rostro luzca más cansado o envejecido. La revista Vogue también advierte sobre este efecto desfavorable, señalando que, en vez de rejuvenecer, el lápiz negro puede resaltar imperfecciones y restar luminosidad a la mirada.

Otro punto a considerar, destacado por la marca de maquillaje Maybelline, es que el lápiz de ojos requiere mantenimiento, es necesario llevar un sacapuntas en el neceser, y además debe tener una forma de mina ideal, ya que una punta demasiado fina puede lastimar el párpado, mientras que una gruesa puede dificultar un trazo preciso.

Para conseguir un equilibrio entre definición y frescura en la mirada haciendo uso de esta técnica, Cosmopolitan recomienda utilizar un lápiz claro para la línea de agua y uno oscuro para delinear la base de las pestañas, lo que permite abrir visualmente el ojo y al mismo tiempo aportar profundidad. Según la publicación, se trata de una estrategia similar al contouring facial, pero aplicada a los ojos.

Miguel Bling, maquillador y director de You Glow Salon en Madrid, citado en Cosmopolitan explica que esta técnica permite jugar con las proporciones de la mirada:

“Podemos reducir visualmente el tamaño del ojo en una zona y agrandarlo en otra. Por ejemplo, usar iluminador en el lagrimal o en el centro del párpado ayuda a ampliar la mirada.”

Además, el uso de lápices blancos o nude en la línea de agua tiene un efecto inmediato al agrandar el ojo, haciéndolo lucir más brillante, y al aportar un toque de juventud al rostro. De acuerdo con el especialista, también se puede aplicar un poco de iluminador en zonas estratégicas como el arco de la ceja o el centro del párpado para aportar luz.

Finalmente, otro truco útil para quienes prefieren delinearse tanto arriba como abajo es no unir las líneas al final del ojo, pues al dejar un pequeño espacio entre ambos trazos, se logra un efecto de “ojo infinito” que evita cerrar la mirada y da un aire más juvenil.

Delinear la línea de agua es una técnica segura siempre que se tomen las precauciones necesarias. De acuerdo con la revista InStyle, en primer lugar es fundamental que el producto esté en buen estado, sin bordes afilados ni contaminantes que puedan causar infecciones o irritaciones.

Seguido de ello, antes de aplicar cualquier producto en esta zona, se recomienda eliminar el exceso de humedad con un hisopo seco, lo que favorecerá la adherencia del delineador. Por otro lado, al finalizar el día, es imprescindible retirar correctamente el maquillaje, ya que la cercanía del producto al ojo puede generar molestias si no se elimina por completo. Para ello, se sugiere utilizar un desmaquillante suave y aplicar con cuidado un cotonete humedecido en agua micelar para limpiar los restos del delineado.