La sencilla preparación con avena para hacer crecer tu lengua de suegra en poco tiempo

La lengua de suegra, también conocida como Sansevieria o “espada de San Jorge”, es una de las plantas más populares en el mundo de la jardinería y la decoración de interiores gracias a su resistencia, belleza y facilidad de cuidado, ideal tanto para principiantes como para aficionados experimentados. Originaria de África tropical, esta planta destaca por sus características hojas largas, rígidas y puntiagudas que crecen verticalmente, ofreciendo un aspecto moderno y elegante a cualquier espacio.

Aunque esta planta es famosa por su básico mantenimiento, muchas personas buscan maneras de estimular su crecimiento y fortalecerla de manera natural, para ello, el uso de avena como fertilizante casero se ha convertido en una de las opciones más populares. De acuerdo con la revista Para Ti, la avena es buena tanto para la salud humana como para el desarrollo de la lengua de suegra gracias a su riqueza en minerales esenciales como fósforo, potasio y calcio, así como en vitaminas y compuestos orgánicos.

Más a detalle, según un artículo publicado en Architectural Digest, el uso de avena como abono vegetal transmite a las plantas los nutrientes necesarios para agilizar su crecimiento y floración. El potasio, por ejemplo, favorece la producción de flores y fortalece las raíces, mientras que el calcio ayuda a mantener la estructura celular de la planta, haciéndola más resistente a enfermedades.

Además de estimular el desarrollo, la avena también actúa como barrera contra plagas comunes, especialmente babosas y caracoles que tienden a evitar el grano por su toxicidad.

Este método representa una alternativa económica, natural y sustentable frente al uso de fertilizantes comerciales o trucos más conocidos como el uso de refrescos cola, que, si bien pueden ser efectivos, no tienen el carácter ecológico de la avena.

Elaborar este fertilizante es sumamente sencillo. Solo necesitas avena en hojuelas, preferiblemente sin azúcar, y agua. Aquí te explicamos el paso a paso:

• Coloca una cantidad moderada de avena en hojuelas en un recipiente con agua.
• Deja reposar esta mezcla durante 24 horas para que los nutrientes se liberen en el líquido.
• Pasado este tiempo, filtra el contenido con el fin de separar los sólidos de avena.
• Usa el líquido resultante para regar tu lengua de suegra una vez al mes.

Según Architectural Digest, para mejores resultados es recomendable aplicar este fertilizante por la noche, ya que así el suelo tiene más tiempo para absorber los nutrientes sin la interferencia de la evaporación solar. De esa forma, las plantas aprovecharán al máximo los beneficios que ofrece este tratamiento natural.

Ma. Belén Acosta, especialista en gestión y organización de recursos naturales y paisajísticos, explica en un artículo publicado en la plataforma Ecología Verde que la Sansevieria no requiere de mucha luz para prosperar y puede adecuarse sin problema a espacios con sombra, sin embargo, en caso de exponerse a algunas horas de luz solar directa al día, su crecimiento será más vigoroso y rápido, una característica versátil que la hace capaz de adaptarse tanto a interiores como a jardines exteriores.

Otra característica destacada es su resistencia a las altas temperaturas y su capacidad para tolerar períodos de sequía. Según Ecología Verde, la lengua de suegra incluso puede colocarse cerca de radiadores en el hogar sin sufrir daños, no obstante, es importante evitar exponerla a temperaturas frías o a un exceso de humedad, ya que estas condiciones si afectan negativamente su desarrollo.

Cuando se cultiva en maceta, es fundamental que cuente con agujeros de drenaje para evitar el exceso de agua, que podría dañar las raíces de la planta. Según Acosta, es necesario trasplantarla a una maceta más grande cuando haya superado el tamaño del recipiente, lo que suele ocurrir aproximadamente una vez al año. Este proceso asegura que la Sansevieria tenga suficiente espacio para seguir creciendo de manera saludable.

Finalmente, en caso de que quieras reproducir tu lengua de suegra, existen dos métodos principales. El más sencillo es la división del rizoma, que consiste en cortarlo con un cuchillo asegurándose de que cada sección contenga algunas hojas. También se pueden separar los retoños que brotan en la base y plantarlos en nuevas macetas.

En el caso de los esquejes, el cual es el segundo método, se deben cortar fragmentos de hoja de unos cinco centímetros, dejarlos secar durante una semana para que cicatricen, y luego plantarlos en un sustrato poroso y nutritivo. Durante este proceso, es fundamental mantener los esquejes en un ambiente cálido y regarlos con moderación para facilitar el crecimiento de nuevas raíces y tallos.