El regreso de “El Mini Lic” al narco: Así cayó en la trampa del FBI que lo llevó a ser recapturado

Dámaso López Serrano, excolaborador del Cártel de Sinaloa, se declaró culpable

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Dámaso López Serrano perdió sus
Dámaso López Serrano perdió sus privilegios de testigo colaborador de EEUU. (Infobae México | Jovani Pérez)

Dámaso López Serrano, alias “El Mini Lic”, enfrenta nuevamente a la justicia estadounidense, esta vez por conspirar para traficar fentanilo, el opioide sintético responsable de una crisis sanitaria sin precedentes en Estados Unidos.

Su captura, ocurrida en diciembre de 2024 en Virginia, fue resultado de una operación encubierta encabezada por el FBI, que utilizó a un informante confidencial para documentar su intento de regresar al narcotráfico, según reveló el periodista Ángel Hernández, quien tuvo acceso al expediente judicial y a la nota de hechos que forma parte del acuerdo de culpabilidad firmado por López Serrano este 28 de mayo.

Un viejo conocido de la justicia estadounidense

Así luce 'El Mini Lic'
Así luce 'El Mini Lic' en la actualidad. (@LuisKuryaki)

El Mini Lic, hijo de Dámaso López Núñez “El Licenciado”, fue uno de los primeros integrantes del Cártel de Sinaloa en rendirse voluntariamente a las autoridades estadounidenses.

En julio de 2017, tras la captura y extradición de su padre, se entregó en Calexico, California, y en enero de 2018 se declaró culpable de tráfico de cocaína, metanfetamina y heroína.

Su colaboración con el gobierno de Estados Unidos fue clave para obtener una sentencia reducida. Pasó cinco años en prisión y obtuvo la libertad supervisada en septiembre de 2022. Durante su tiempo libre, concedió entrevistas a periodistas como Luis Chaparro o Anabel Hernández, en las que expuso información sobre la estructura del Cártel de Sinaloa y su conflicto interno con Los Chapitos, la facción encabezada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Tras su liberación, se mudó de California a Virginia, específicamente al condado de Fairfax, donde continuaba bajo condiciones de arraigo domiciliario dictadas por el sistema de justicia federal. Desde allí intentó rehacer su vida, pero también fue donde comenzó a fraguar su regreso al narcotráfico.

Una nueva cacería

Dámaso López Serrano, alias El
Dámaso López Serrano, alias El Mini Lic, fue reaprehendido en diciembre de 2024. (Captura de pantalla/YouTube: Grillonautas)

Según los documentos obtenidos por Ángel Hernández, el FBI comenzó a investigar nuevamente a López Serrano a mediados de 2024, luego de recibir datos de un informante confidencial que reportó que El Mini Lic estaba planeando importar fentanilo desde México hacia California. El informante grabó varias conversaciones realizadas mediante aplicaciones de mensajería encriptada.

En esas conversaciones, El Mini Lic explicó que tenía gente en el sur de California lista para distribuir el opioide. También habló de las posibles ganancias, de los costos para adquirir el fentanilo en México y de cómo planeaba financiar la operación mediante la venta de propiedades familiares en territorio mexicano.

Parte de esas conversaciones fueron grabadas por el FBI, convirtiéndose en pruebas clave para construir el caso. El 4 de diciembre, el informante confidencial le propuso entregarle cuatro kilogramos de fentanilo en Los Ángeles. Posteriormente, el 10 de diciembre, López Serrano proporcionó el contacto de su operador, quien sería el encargado de recibir el cargamento.

El 13 de diciembre, agentes del FBI ejecutaron una venta controlada utilizando fentanilo simulado para no poner en riesgo a terceros ni violar las leyes sanitarias. La operación concluyó con el arresto del contacto en Los Ángeles, seguido poco después por la detención de López Serrano en Virginia, mientras continuaba cumpliendo su régimen de supervisión judicial.

Declaración de culpabilidad

Este miércoles 28 de mayo de 2025, Dámaso López Serrano se declaró culpable de conspiración para distribuir 400 gramos o más de fentanilo en la Corte del Distrito Este de Virginia.

(Foto: X@Piedenota)
(Foto: X@Piedenota)

La acusación formal, fechada el 13 de diciembre de 2024, está sustentada en los artículos 841 y 846 del Título 21 del Código de Estados Unidos.

Estos estatutos castigan con una pena mínima obligatoria de 10 años y hasta cadena perpetua a quien conspire para distribuir esa cantidad de fentanilo. Aunque el fentanilo nunca llegó a manos de López Serrano y fue asegurado antes de concretarse la transacción, la ley federal considera igualmente punible la conspiración comprobada.

Según los documentos judiciales, el acuerdo de culpabilidad firmado por El Mini Lic podría contemplar beneficios si continúa colaborando con las autoridades, como lo hizo en procesos anteriores. El contenido del acuerdo se mantiene sellado por orden de la jueza Lindsey R. Vaala.

El cargo que enfrenta López Serrano implica, por ley, una sentencia máxima de cadena perpetua. Sin embargo, su historial como testigo colaborador, el hecho de que el cargamento nunca se concretó, su detención sin violencia, y su disposición a declararse culpable, abren la puerta a una sentencia sustancialmente menor, posiblemente de 5 a 15 años, dependiendo de lo que establezca el acuerdo confidencial.

La sentencia definitiva está programada para el 5 de septiembre de 2025, fecha en la que la Corte podría anunciar formalmente el castigo.

Investigado también en México

El capo estaría detrás del
El capo estaría detrás del asesinato del periodista Javier Valdez. (Foto: X@lopezdoriga y Cuartoscuro)

Además del proceso que enfrenta en Estados Unidos, Dámaso López Serrano ha sido señalado en México como presunto autor intelectual del asesinato del periodista Javier Valdez Cárdenas, ocurrido el 15 de mayo de 2017 en Culiacán, Sinaloa.

Valdez, fundador del semanario Ríodoce y corresponsal de La Jornada, fue reconocido por su cobertura crítica sobre el narcotráfico y, en particular, por revelar las fracturas internas del Cártel de Sinaloa.

Sus últimos textos documentaron la confrontación entre los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán y la facción de Los Dámaso, liderada por López Núñez y su hijo. Una de las publicaciones clave fue una entrevista a Dámaso López Núñez en febrero de 2017, en la que éste negó estar detrás de los ataques contra los Chapitos. Tras su publicación, ejemplares del semanario fueron comprados masivamente en Culiacán para limitar su circulación.

En mayo de ese mismo año, Valdez firmó otro artículo titulado La fiesta de los Chapitos, donde describía a “El Mini Lic” como un joven sin capacidad de liderazgo y proclive a los excesos. Según las investigaciones oficiales, esta cobertura habría motivado a López Serrano a ordenar el asesinato del periodista.

Valdez fue interceptado a plena luz del día a unos metros de la redacción de Ríodoce. Le dispararon en al menos 13 ocasiones. Los sicarios materiales del crimen fueron identificados como Heriberto Picos Barraza “El Koala”, Juan Francisco Picos Barrueto “El Quillo” y Luis Idelfonso Sánchez Romero “El Diablo”, dos de los cuales ya están detenidos y uno fue abatido.

En 2023, López Serrano negó públicamente su participación en el crimen mediante una carta enviada a medios internacionales, como The New York Times, CNN y Proceso. En el texto, acusó a Los Chapitos de manipular la narrativa en su contra, afirmando que habían intentado impedir la publicación de la entrevista a su padre. También aseguró que amenazaron a la viuda de Valdez y al director de Ríodoce para sostener la versión oficial que lo inculpaba.

A raíz de su nueva detención en diciembre de 2024, el fiscal general de México, Alejandro Gertz Manero, anunció que el gobierno mexicano presentó una solicitud formal de extradición para que López Serrano enfrente cargos en México por el asesinato de Valdez. Según Gertz, se trata del último implicado pendiente de ser procesado, dado que los autores materiales ya fueron juzgados o están fuera de circulación.