Cártel de Colima: cómo cayeron los hermanos Amezcua, los principales traficantes de metanfetaminas en México

Los tres líderes de este grupo criminal tuvieron su mayor auge en los noventa cuando corrían los sexenios de los expresidentes Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León

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El Cártel de Colima, al
El Cártel de Colima, al mando de los hermanos Amezcua Contreras, llegó a equipararse al nivel de grandes narcotraficantes como Rafael Caro Quintero y Amado Carrillo Fuentes por la venta ilegal y tráfico de metanfetaminas en México | Archivo Infobae México

En la narrativa del crimen organizado en México, algunas organizaciones, aunque menos mediáticas que gigantes como el Cártel de Sinaloa o Los Zetas, dejaron una huella profunda. El Cártel de Colima ―fundado a fines de los años ochenta por los hermanos Amezcua Contreras― es uno de esos grupos que, a pesar de operar desde las sombras, tuvo un impacto significativo en la evolución del narcotráfico en el país. Así pues, su especialización en la producción y distribución de metanfetaminas lo colocó en una posición clave dentro del mercado de drogas sintéticas en los Estados Unidos.

Los primeros pasos: el ascenso de los Amezcua Contreras

El Cártel de Colima nació en 1988, fundado por los hermanos Jesús, Luis y Adán Amezcua Contreras, quienes establecieron su base de operaciones en el pequeño pero estratégico estado de Colima. Gracias a su ubicación cercana a los puertos de Manzanillo y Veracruz, la entidad se convirtió en un punto clave para el tráfico de cocaína y, más tarde, metanfetaminas.

En sus primeros años, la organización se centró en el transporte de cocaína, pero pronto comenzó a diversificar sus operaciones al involucrarse en la producción y distribución de metanfetaminas: un negocio que estaba ganando terreno en la década de 1990 en el país.

La producción de metanfetamina en
La producción de metanfetamina en México ha sido un negocio redituable y provechoso desde la década de 1990 hasta la fecha | Foto: CBP EEUU

El auge de las metanfetaminas era porque se trataba de una droga sintética mucho más barata y fácil de producir que la cocaína. Eso le ofreció al cártel una oportunidad dorada y México, con su acceso a precursores químicos como la efedrina, fue el lugar ideal para crear laboratorios clandestinos que abastecieran el mercado estadounidense.

Aunado a ello, la agencia para la Administración y Control de Drogas (DEA en inglés) señalaba que los Amezcua había aprendido este “negocio” y su estructura criminal al aprovechar sus nexos con narcotraficantes colombianos:

“También aprendieron de los errores cometidos por otras organizaciones, específicamente evitaron confrontaciones violentas por el control del territorio y los mercados”, refirió la DEA en un reporte de 1998.

ARCHIVO - Agentes de la
ARCHIVO - Agentes de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) durante un operativo el 13 de junio de 2016, en Florida. (Joe Burbank/Orlando Sentinel vía AP, Archivo)

A través de estos laboratorios en lugares como Jalisco, Colima y Baja California, no solo producián enormes cantidades de metanfetamina, sino también logró establecer redes de distribución que conectaban directamente a México con California, el cual era uno de los principales destinos en la Unión Americana.

El mercado de metanfetaminas: dominio y expansión a finales del siglo XX

Para mediados del último tramo de siglo XX, el Cártel de Colima había consolidado su poderío en el tráfico de metanfetaminas. La organización se caracterizaba por su capacidad para producir el narcótico “de alta pureza”, lo que la hacía aún más atractiva para los capos y los mismos consumidores estadounidenses. En gran parte, su éxito se debió a su habilidad para mantener un perfil bajo. Esto último les permitió operar sin demasiada atención durante un tiempo.

La relación con otros grupos ―como el Cártel de Sinaloa permitió a Los Amezcua Contreras a acceder a nuevas rutas de tráfico y fortalecer su presencia en el mercado de las drogas sintéticas. A medida de que el tráfico de metanfetaminas crecía, los hermandad criminal diversificó aún más sus operaciones, al punto de consolidar su imperio narcotraficante, al nivel de líderes como Rafael Caro Quintero, Amado y Vicente Carrillo Fuentes o Benjamín Arellano Félix.

La caída de los hermanos
La caída de los hermanos Amezcua Contreras solo llevó a que otros brazos tomaran su posición para continuar con el contrabando de narcóticos en los estados, tal como "El Ojón" | Crédito: Infobae

La caída: militares dan los golpes clave a la organización

La fortaleza obtenida por el Cártel de Colima no fue suficiente para evitar su caída en ese entonces. La primera gran derrota llegó en 1997 cuando Adán Amezcua Contreras fue detenido en 1997 en la carretera Las Guásimas-Colima, acusado del delito de posesión de armas tras portar una pistola calibre 38 super. Aunque este arresto representó una victoria para las autoridades, el grupo aún mantenía fuerza en sus filas.

En 1998, los hermanos Luis y Jesús Amezcua Contreras fueron aprehendidos igualmente en Guadalajara por agentes de la extinta Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra la Salud (FEADS), pero el proceso judicial fue complejo. Las pruebas contra ellos no fueron lo suficientemente fuertes para condenarlos de inmediato, lo que permitió que la organización se reagrupara bajo nuevas figuras al mando como Jaime Arturo Ladino Ávila, apodado “El Ojón” y quien tomara las riendas hasta su captura en el año 2000.

La extradición fallida: un laberinto legal para las autoridades de EE. UU.

Uno de los capítulos más controversiales de la historia del Cártel de Colima fue la fallida extradición de Jesús Amezcua Contreras a los Estados Unidos en 2002. A pesar de las fuertes acusaciones por narcotráfico y la creciente presión internacional al ser considerados “objetivos prioritarios” del gobierno de George W. Bush, un tribunal mexicano bloqueó la extradición, debido a la legislación que impide la entrega de criminales que podrían enfrentar la pena de muerte o la cadena perpetua en el país solicitante.

La red del Cártel de
La red del Cártel de Colima y los hermanos Amezcua Contreras fueron considerados como "objetivos prioritarios" por el gobierno del presidente George W. Bush desde 2001 | Imagen: Departamento del Tesoro EEUU

Aunque el Cártel de Colima perdió gran parte de su poder en los primeros años del siglo XXI, su legado permanece en las estructuras del narcotráfico. Las redes de producción y distribución de metanfetaminas establecidas por ellos no desaparecieron con su caída; de hecho, su influencia se puede rastrear en las organizaciones que emergieron en la región después de su debilitamiento.