¿Pancho Villa habría sido presidente de México si no lo hubieran asesinado? Esto dice la IA

El caudillo fue una de las figuras más destacadas de la Revolución Mexicana

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La foto de Pancho Villa
La foto de Pancho Villa en la silla presidencial es una de las más famosas de la historia de México. Crédito: INAH - YT/Andrés Manuel López Obrador

Uno de los momentos más importantes de la Revolución Mexicana fue la entrada de las tropas de Pancho Villa y Emiliano Zapata a la Ciudad de México a inicios diciembre de 1914. Los caudillos del norte y del sur ingresaron como aliados e hicieron suyos y de su ejército popular los edificios que antes estaban reservados para la élite y no para los campesinos o trabajadores.

La entrada de Pancho Villa y Emiliano Zapata a Palacio Nacional fue inmortalizada en una foto donde el norteño se sentó en la silla presidencial. Desde entonces se ha pensado en la posibilidad de que el Centauro del Norte se hubiera vuelto presidente de la república.

La historia negó esa posibilidad, después de la histórica unión siguieron muchas y muy dolorosas derrotas a Pancho Villa, que redujeron su enorme ejército a una guerrilla. Sumamente debilitado el caudillo se rindió el 28 de julio de 1920 y se retiró a la vida privada, murió asesinado en una emboscada en su contra el 20 de julio de 1923 en Chihuahua.

La foto de Pancho Villa
La foto de Pancho Villa con Emiliano Zapata es una de las más famosas de la historia. Crédito: AHUNAM

Como la duda persiste, se le preguntó a la IA de ChatGPT que, basado en las fuentes y estudios rigurosos que tiene a su disposición, dijera si Pancho Villa habría llegado hasta ser presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

La IA considera que la posibilidad de que Pancho Villa hubiera alcanzado la presidencia de México tras la Revolución Mexicana es altamente improbable, incluso si no hubiera sido asesinado en 1923.

El estilo de liderazgo de Pancho Villa, opina la IA, basado en el carisma y el control militar regional, no se alineaba con las exigencias del sistema político que emergió tras el conflicto revolucionario.

El estilo de liderazgo de
El estilo de liderazgo de Pancho Villa era muy distinto al que el sistema político exigía. (INAH)

La IA considera que Pancho Villa carecía de las alianzas políticas, la visión estatal y la estructura institucional necesarias para competir por el poder en un México que buscaba consolidarse bajo un modelo centralizado. El sistema que se consolidó tras la Revolución favoreció a líderes como Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, quienes lograron construir asociaciones civiles, militares y partidistas.

La relación de Pancho Villa con los líderes constitucionalistas fue otro factor que limitó sus posibilidades de ascender al poder. Tras romper con Venustiano Carranza en 1914, fue declarado enemigo. Aunque logró ocupar brevemente la Ciudad de México, su derrota en 1915 frente a Álvaro Obregón, particularmente en la Batalla de Celaya, marcó su declive militar y político.

Otro aspecto clave que limitó a Pancho Villa fue su falta de capital político nacional. A diferencia de otros líderes revolucionarios, no participó en los Congresos revolucionarios ni en la redacción de la Constitución de 1917, y no estableció alianzas duraderas con actores políticos relevantes. Su identidad como “representante del pueblo” era más simbólica que programática. Ni siquiera durante los años posteriores a su retiro intentó formar un movimiento electoral.

Pancho Villa tenía una imagen
Pancho Villa tenía una imagen muy violenta, distinta a lo que querían quienes buscaban orden después de la Revolución. (INAH)

Además la percepción que las élites urbanas y los sectores políticos del centro del país tenían de Pancho Villa también jugó en su contra. Era visto como un líder violento y ajeno a las normas institucionales, lo que generaba desconfianza. Su historial de ejecuciones sumarias, saqueos y conflictos internacionales debilitó su legitimidad como figura política nacional. Esta imagen lo distanciaba de quienes buscaban estabilidad y orden tras los años de guerra.

Por lo tanto, aunque Pancho Villa gozaba de una enorme popularidad regional y era considerado un héroe por sectores rurales, su falta de estructura política, su aislamiento del constitucionalismo y su rechazo a las formas institucionales lo alejaron de cualquier posibilidad real de volverse presidente.

Su asesinato no truncó una carrera presidencial en ascenso, sino que imposibilitó definitivamente un retorno simbólico que ya había sido bloqueado por las estructuras del poder emergente.