Cómo fue la relación entre el Tigre Azcárraga y Adriana Abascal, pareja del príncipe Filiberto de Saboya

De reina de belleza a heredera de un imperio mediático, la mexicana compartió su vida con Emilio Azcárraga hasta su muerte. Décadas después, su historia resurge entre arte, poder y un romance real

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Adriana Abascal y Emilio Azcárraga
Adriana Abascal y Emilio Azcárraga Milmo estuvieron casados por siete años antes de la muerte del empresario. ('@Adrianaabascal, X @EspacioAmerica)

La figura de Emilio Azcárraga Milmo, mejor conocido como “El Tigre”, marcó una era en la industria del entretenimiento en México. Al frente de Grupo Televisa, consolidó un imperio que transformó la televisión hispana mediante audaces movimientos empresariales y una visión que lo posicionó como uno de los líderes más influyentes de las telecomunicaciones.

Más allá de sus logros corporativos, Azcárraga también protagonizó diversos episodios en la prensa por sus vínculos sentimentales con celebridades del espectáculo.

El último de sus vínculos amorosos fue con Adriana Abascal López Cisneros, reconocida por sus coronas de belleza como Señorita Veracruz y Señorita México en 1988. Décadas después, la también escritora y figura pública vuelve a ser noticia tras confirmar su noviazgo con el príncipe Manuel Filiberto de Saboya, miembro de la realeza italiana.

Originaria del puerto de Veracruz,
Originaria del puerto de Veracruz, Adriana fue coronada Señorita México en 1988; marcando el inicio de una carrera que la llevaría del modelaje a los reflectores internacionales. (FB History of Beuty)

La historia de un amor de película

La relación entre Adriana Abascal y El Tigre fue digna de un guion cinematográfico. Según la revista Vanity Fair, la carrera de la ex reina de belleza inició a los 18 años, cuando obtuvo el quinto lugar en Miss Universo 1989. “Poco después de ser coronada como la mujer más guapa de su país conoció al que sería su primer marido: Emilio Azcárraga Milmo”, detalla la publicación.

A pesar de los 40 años que los separaban, la pareja decidió unir sus vidas en matrimonio en 1990. Durante siete años juntos, Abascal trabajó como modelo y también se desempeñó como productora ejecutiva en telenovelas de la cadena propiedad de su esposo.

Sin embargo, la historia llegó a su fin en 1997 con la muerte del magnate. “Adriana estuvo a su lado hasta el día de su muerte, víctima de un cáncer. En ese momento, ella tenía apenas 28 años y el Grupo Televisa pasó entonces a manos del hijo del fallecido, Emilio Azcárraga Jean, a sus hijas, a la propia Adriana y a su ex mujer Paula Cusi”, precisa Vanity Fair.

Adriana Abascal y el príncipe
Adriana Abascal y el príncipe Filiberto de Saboya hicieron pública su relación durante la Feria de Abril en Sevilla.

Arte, fortuna y una herencia en disputa

Emilio Azcárraga Milmo dejó no solo un vacío en el mundo empresarial y de los medios, sino también una compleja red de intereses y disputas por su multimillonario legado. Según los periodistas Claudia Fernández y Andrew Paxman en el libro El Tigre: Emilio Azcárraga y su Imperio Televisa (2000), el diario Proceso reveló el contenido del testamento del magnate, el cual “dividía su fortuna en seis partes”.

“Su hijo, sus tres hijas, su esposa Paula (Cussi) y su última compañera, Adriana (Abascal), heredaban partes iguales de sus acciones en Televisa, más varios autos y yates de lujo”, detalla la obra.

Aunque no existe confirmación oficial, se ha señalado que Adriana Abascal, habría recibido el 16.6% de acciones de Televisa, Grupo Triple C y Televicentro. No obstante, a finales de los años noventa, Abascal interpuso una demanda contra Televisa argumentando que la empresa manipuló la compra-venta de los certificados de sus acciones, los cuales terminaron en manos de Emilio Azcárraga Jean, fortaleciendo su control sobre la televisora.

Décadas después, nuevos documentos aportaron otra dimensión a la historia. En 2021, los Pandora Papers, investigación coordinada por el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ) en colaboración con El País, revelaron que Abascal estuvo vinculada a transacciones internacionales de arte y finanzas.

Adriana Abascal participó como modelo
Adriana Abascal participó como modelo en el desfile de Rocío Peralta celebrado en la Real Fábrica de Artillería de Sevilla, donde abrió la pasarela luciendo un vestido negro con bordados de labios y ojos. (IG @rocioperaltar, adrianaabascal)

“La última pareja de Azcárraga Milmo pagó 2.8 millones de dólares en 2015 para comprar el cuadro Ho Westward del artista Ed Ruscha a Global Art Portfolio Ltd, una compañía establecida en Hong Kong ligada al galerista suizo Paolo Vedovi”, escribió el periodista Elías Camhaji.

En 2014, también adquirió el 25% de los derechos de Femme nue couchée de Pablo Picasso por 512 mil 500 euros. Su nombre figura como directora (1998–2000) y socia (2007–2010) de Auburn Services, compañía ya expuesta en los Paradise Papers en 2017.

De acuerdo con la filtración, Adriana figuró como accionista de Cottesmore Advisors Limited, una sociedad radicada en Malta vinculada al empresario Juan Villalonga Navarro, su ex pareja y padre de sus tres hijos. No obstante, su participación directa en Auburn Services, firma clave en las operaciones señaladas, no había salido a la luz hasta entonces y Abascal declinó hacer comentarios al respecto.

Actualmente, la originaria de Veracruz es reconocida por ser coleccionista de arte, empresaria al frente de la marca de calzado de lujo Scorpions, y figura habitual en el circuito de la moda, vinculada a diseñadoras europeas como Rocío Peralta. Su relación con Manuel Filiberto de Saboya, heredero de la extinta corona italiana, le devolvió el foco mediático, reavivando el interés por una historia personal marcada por la belleza, los negocios y el poder.