¿Qué se celebra el 5 de mayo y por qué sí es feriado en 2025 en México?

La fecha también es festejada en los Estados Unidos

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El ejército mexicano estuvo dirigido
El ejército mexicano estuvo dirigido por el general Ignacio Zaragoza. Crédito: López Obrador - ISSSTE

El 5 de mayo es una fecha conmemorada en México, el asueto oficial, los discursos de los políticos, los desfiles, las avenidas y los monumentos en honor del general Ignacio Zaragoza y los soldados que participaron en la Batalla de Puebla aportan a generar un culto a esa gesta. Pero, más allá de la parafernalia algunas personas aún tienen ciertas dudas: ¿por qué el ejército de Napoleón III estaba en México?, ¿qué buscaba?, ¿lo consiguió?, ¿el conflicto fue un hecho aislado?

Todo comienza en 1861, el 11 de enero terminó la Guerra de Reforma (o de los Tres Años) con la entrada triunfal de Benito Juárez a la Ciudad de México. La recompensa del presidente oaxaqueño por triunfar sobre el gobierno conservador fue gobernar un país sumamente violento, dividido y en la ruina económica. Debido a la comprometedora situación de las finanzas nacionales, el presidente decretó en julio una moratoria del pago de la deuda externa, dicho decreto no desconocía las deudas, solamente aplazaba los reembolsos por dos años.

En ese contexto reinaba en Francia Napoleón III, uno de los sobrinos de Napoleón Bonaparte que buscaba hacer crecer al imperio francés hasta el mismo nivel que su tío. El emperador, de nombre secular Luis, intervino en Cochinchina (actual Vietnam) y en Argelia.

Napoleón III ambicionaba realizar una intervención en México con la intención de hacer oposición a los Estados Unidos, pero no podía por la Doctrina Monroe. Sin embargo, cuando en 1861 estalló la Guerra de Secesión, el emperador no vio obstáculo y, como Francia era uno de los países afectados por la moratoria de Juárez, no solo tuvo el contexto apropiado, también tenía la excusa perfecta para enviar soldados a territorio mexicano.

Benito Juárez fue presidente de
Benito Juárez fue presidente de México durante la Segunda Intervención Francesa. (SEP)

Francia organizó la Convención de Londres junto con España y el Reino Unido para garantizar el pago de la deuda, se había acordado que no había la intención de intervenir en los asuntos políticos de México. En diciembre de 1861 llegaron los barcos españoles a Veracruz y, en enero de 1862, arribaron los franceses y británicos.

Benito Juárez había derogado el decreto de la moratoria el 17 de noviembre de 1861, por eso fue fácil realizar negociaciones con el Reino Unido y España, que quedaron plasmados en los Tratados de La Soledad en febrero de 1862, pero Francia venía con una agenda propia. En abril los barcos británicos y españoles se retiraron, pero el ejército francés inició su avance, deseaba tomar Puebla y así tener paso libre a la capital de México.

El 28 de abril hubo el primer combate entre ejércitos franceses y mexicanos en las Cumbres de Acultzingo, Veracruz. Ahí se enfrentaron el general Ignacio Zaragoza y el Conde de Lorencez, el resultado fue la derrota de las tropas nacionales. Sin embargo, todo quedó preparado para la segunda batalla en Puebla el 5 de mayo.

El conde de Lorencez, líder
El conde de Lorencez, líder de las tropas francesas, confió en su superioridad numérica en la Batalla de Puebla. (Foto: óleo sobre tela de autor desconocido, colección INAH)

La batalla entre ambos ejércitos inició a las 11:15 de la mañana, los franceses (considerados los mejores de Europa en ese momento), atacaron los fuertes de Loreto y Guadalupe por órdenes de Lorencez confiando en su superioridad numérica, a pesar de que los conservadores mexicanos que lo apoyaban le recomendaron no hacerlo. Después de varias horas de intenso combate las tropas invasoras emprendieron la retirada.

El triunfo del 5 de mayo le dio un gran ánimo al ejército mexicano, pues, en el contexto tan lamentable y con el antecedente de derrotas ante tropas extranjera, fue un buen impulso saber que se había derrotado a una de las mejores tropas del mundo en ese momento. Además, el triunfo provocó que los franceses tuvieran que sitiar Puebla, lo que retrasó la toma de la capital poblana y el avance invasor un año.

El retrasar a los invasores le permitió al gobierno de Benito Juárez ganar tiempo, así como le dio la oportunidad de reorganizar sus tropas y prepararse para la invasión. Aunque es cierto que los franceses entraron en mayo de 1863 a Puebla y en junio a la capital de la república, la Segunda Intervención Francesa terminó con una conquista mexicana y la victoria del 5 de mayo es considerada como un símbolo de soberanía e independencia nacional.