A Lucero le hubiera gustado ser hija de Lucero Mijares: “me traería con unas regañaderas y habría educación”

Con una mezcla de picardía y reflexión, Lucero arrancó risas a los medios de comunicacíon y encendió una conversación inesperada sobre las dinámicas familiares y los ciclos que se heredan o rompen.

“Sí me gustaría ser hija de mi hija porque me traería con unas regañaderas, por fin habría educación en ese círculo”, confesó con esa lucidez que pocas figuras del espectáculo muestran al hablar de sí mismas. La cantante, actriz y estrella de generaciones, de pronto se volvió madre y niña en la misma oración.

Lucero no improvisa. Detrás de esa espontaneidad hay una mujer que ha crecido frente a las cámaras, y que hoy observa en su hija una nueva versión, afinada y libre.

“Amo haber sido niña y ver a esa niña que es hoy cómo está creciendo y evolucionando… ojalá el público siga abrazándola”, compartió, visiblemente conmovida. Y soltó una frase cargada de ternura: “Si ella fuera mi mamá, le diría: ‘sí mamá, llévame a todos tus conciertos para aprender a cantar como tú’”.

Es en esa dualidad —estrella y madre, ícono y espectadora— donde Lucero se reinventa, como lo hará el próximo 20 de junio sobre el escenario del Palacio de los Deportes. Ahí, no estará sola.

A su lado estarán tres titanes de la música popular: Mijares, Yuri y Emmanuel, quienes forman el ensamble del concierto Entre amigos. Más que una gira, la propuesta promete un festín sonoro tejido con complicidad, risas y una buena dosis de nostalgia.

“Lo que verá el público es a cuatro amigos divirtiéndose arriba del escenario”, resumió Mijares. Y esa frase, lejos de ser un eslogan, parece una promesa. No es casualidad que todos formen parte del programa dominical de Televisa Juego de voces; hay una química que trasciende los sets y se respira en cada una de sus declaraciones.

Lucero lo explicó con claridad: “Todos vamos a ir compartiendo y vamos a divertirnos en el escenario para que a la vez la gente se divierta mucho también”. En esta gira no hay jerarquías, hay camaradería. Habrá duetos, tríos y cuartetos. No es un desfile de egos, sino una convivencia entre voces que han marcado distintas generaciones.

Yuri, fiel a su estilo, no pudo evitar el comentario con chispa: “Tenemos una amistad de hace mucho tiempo… nos soportamos, nos aguantamos, nos reímos”. Esa fórmula, tan sencilla como genuina, es la base de un espectáculo que apela al corazón de un país que creció con sus canciones.