Futurismo retro y psicodelia elegante: Polo & Pan hipnotizan a México con un viaje sonoro a los años cincuenta

El dúo francés de música electrónica no es ajeno a nuestro país, pero en esta ocasión dio su mejor concierto a la fecha

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Polo & Pan deleitó a
Polo & Pan deleitó a su público mexicano. (Foto: Fotos: OCESA/Lulú Urdapilleta)

Con una propuesta estética que remite a los sueños del futuro desde los años cincuenta, Polo & Pan ofrecieron anoche en el Auditorio Blackberry un concierto que se sintió como una cápsula del tiempo con destino incierto: tan elegante como enigmático, tan retro como vanguardista.

El dúo parisino, conformado por Paul Armand-Delille (Polo) y Alexandre Grynszpan (Pan), ha logrado posicionarse como una de las propuestas más refinadas y originales dentro de la electrónica global. Su estilo, que combina downtempo, tropical house, synth-pop y chanson française, está impregnado de una sensibilidad vintage que convierte cada una de sus presentaciones en una experiencia multisensorial. Y esta vez, en la Ciudad de México, no fue la excepción.

El concierto arrancó a las 9:10 de la noche ante un Auditorio Blackberry completamente lleno. Desde el primer segundo, quedó claro que Polo & Pan no venían a ofrecer un DJ set más. Nada de beats frenéticos ni de visuales saturados de luces estroboscópicas; en cambio, el dúo apostó por una ejecución milimétrica, en la que cada canción fue interpretada de principio a fin, tal como suena en sus discos, con una fidelidad que se agradece y que provocó una conexión más íntima con su público.

El dúo francés volvió a
El dúo francés volvió a México. (Foto: Fotos: OCESA/Lulú Urdapilleta)

Visualmente, el show fue una maravilla minimalista. En lugar de las clásicas pantallas repletas de figuras caleidoscópicas, Polo & Pan utilizaron luces tenues, formas geométricas y colores pasteles inspirados en la estética colorida de mediados del siglo XX. Todo evocaba un diseño modernista, sobrio pero sofisticado, como si la TARDIS de Doctor Who hubiese aterrizado directamente desde 1955 para albergar un laboratorio sonoro. Incluso su consola fue intervenida visualmente: una base blanca, sin cables a la vista, cuidada hasta el último detalle para que el aparato mismo fuera parte del concepto visual.

Vestidos acorde a esta propuesta retrofuturista, Polo & Pan aparecieron en escena como unos exploradores de otra época. El público —una mezcla ecléctica de melómanos, clubbers, parejas jóvenes y nostálgicos de la psicodelia elegante— respondió con ovaciones constantes y una energía cálida que se mantuvo a lo largo de todo el concierto.

Polo & Pan en el
Polo & Pan en el Auditorio Blackberry. (Foto: Fotos: OCESA/Lulú Urdapilleta)

El setlist recorrió gran parte de su más reciente disco 22:22, lanzado en 2023, pero también incluyó joyas de su debut Caravelle (2018) y algunas de sus canciones más populares. El viaje arrancó con “The Piano & The Violin”, una introducción suave que fue tejiendo el ambiente hipnótico. Temas como “Magic”, “Disco Nap”, “Dorothy” y “Requiem” desataron momentos de baile elegante, mientras que “Petite Étoile” y “Summer is Almost Over” provocaron un trance nostálgico.

Cada canción fue recibida con entusiasmo, pero fue en los momentos finales cuando la emoción alcanzó su punto máximo. El encore —compuesto por los himnos “Canopée”, “Nanã” y la infalible “Ani Kuni”— convirtió el recinto en un santuario psicodélico en donde todos bailaban con los ojos cerrados, sumergidos en un vaivén rítmico que parecía flotar sobre el tiempo.

Los visuales minimalistas de Polo
Los visuales minimalistas de Polo & Pan envolvieron a sus fans durante su concierto. (Foto: Fotos: OCESA/Lulú Urdapilleta)

A lo largo de la noche, Polo & Pan se mostraron agradecidos con su audiencia mexicana, país que han visitado en múltiples ocasiones, especialmente en festivales. Sin embargo, este concierto en solitario tuvo un sabor especial: la oportunidad de presentar su obra en condiciones ideales, sin la prisa ni las limitaciones de los sets festivaleros.

“México siempre ha sido uno de nuestros lugares favoritos. Es hermoso estar de vuelta”, dijeron brevemente desde el escenario, antes de sumergirse de nuevo en su universo de sintetizadores cálidos y percusiones tropicales.

Polo & Pan lograron algo que pocos artistas electrónicos consiguen: dar un espectáculo íntimo, envolvente y coherente con su identidad sonora y visual. Su paso por el Auditorio Blackberry dejó claro que su música no es solo para bailar, sino también para imaginar, viajar y soñar. Un concierto que, como sus canciones, se sintió como una postal enviada desde un futuro que ya pasó.