En qué parte de México vivía el “lobo terrible” antes de su extinción hace más de 10 mil años

La “desextinción” del lobo terrible gracias a los avances de la biotecnología ha sido tema de conversación en los últimos días

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El cánido gigante habitó gran
El cánido gigante habitó gran parte del territorio mexicano antes de su extinción definitiva. (Colossal/ Fundación Azara)

El pasado 7 de abril la empresa biotecnológica Colossal Biosciences, con sede en Dallas, Texas afirmó haber “desextinguido” al lobo terrible (Canis dirus), una especie de canino que desapareció hace más de 10 mil años al final del Pleistoceno. El logro se publicó en la portada de la revista Time, generando un gran revuelo mundial porque se presenta como el primer caso exitoso de “desextinción” de una especie, un concepto que parecía propio de la ciencia ficción.

El lobo terrible era un cánido imponente que habitó América y que se destacó por su tamaño (hasta un 25% más grande que el lobo gris actual), su robustez y su poderosa mordida, ideal para cazar megafauna como bisontes y mastodontes. Su extinción se asocia a los cambios climáticos de la última Edad de Hielo ya la desaparición de sus presas.

Aunque aún es tema de debate entre la comunidad científica si los tres cachorros de lobo creados por Colossa Bioscences pueden considerarse de la especie Canis dirus, es cierto que la ingeniería genética les darán características similares a las del lobo gigante que en algún momento habitó por las tierras de lo que hoy es México.

México, tierra de lobos

El territorio que hoy comprende
El territorio que hoy comprende México albergo una gran diversidad de megafauna.(Mauricio Anton)

De acuerdo con información de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) en México solo se tiene registro de la presencia del Canis lupus baileyi mejor conocido como lobo mexicano, la cuál es la subespecie más pequeña del lobo gris, su tamaño es ligeramente mayor a un perro pastor alemán y su presencia en los ecosistemas es clave para su equilibrio.

Esta subespecie solía habitar en los estados de Sonora y Chihuahua hasta el centro de México, incluyendo la Sierra Madre Occidental y Oriental, y aunque fue declarado extinto en estado silvestre en la década de 1970 debido a la caza y la pérdida de hábitat, gracias a programas de reintroducción, hoy existe una población silvestre en recuperación, con alrededor de 35 a 50 ejemplares en México según estimaciones recientes.

Sin embargo, de acuerdo con información de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) hace más de 10 mil años antes de que existiera la civilización mexica, el canis dirus mejor conocido como el lobo terrible habitaba prácticamente en todo el territorio que hoy comprende México, pues este canino gigante estuvo presente en el continente americano de norte a sur.

Las marcas del mapa indican
Las marcas del mapa indican fósiles de canis dirus encontrados en México. (Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad)

“En México al parecer era común en zonas de matorral y pastizal a gran altitud sobre el nivel del mar, también frecuentaba los bosques tropicales o de coníferas en búsqueda de alimento; las grandes bestias del Pleistoceno a las que cazaba apoyado principalmente por grupos muy numerosos de lobos que doblegaban a sus presas a base de mordidas o que de igual manera atemorizaban a otros carnívoros ahuyentándolos para quitarles su última cacería”, se lee en el artículo “Lobo Terrible” publicado por la CONABIO.

¿Qué tan grande era el lobo terrible?

El cánido gigante tenía una
El cánido gigante tenía una mordida más fuerte que la del lobo gris. (Wikimedia)

Aunque los estudios científicos han demostrado que existen variantes del Canis Dirus con diferencias en tamaño y color del pelaje, la especie contaba por lo general con las siguientes características:

Longitud corporal: entre 1,5 y 1,7 metros desde el hocico hasta la base de la cola. Si se incluye la cola (que podía medir unos 40-50 cm adicionales), la longitud total llegaba a unos 2 metros.

Altura al hombro: aproximadamente 80-85 cm, lo que lo hacía más bajo que algunos lobos grises modernos (que pueden alcanzar hasta 90 cm), pero su estructura era más robusta.

Peso: Entre 50 y 80 kg en promedio, dependiendo del sexo y la región. Los machos más grandes podían acercarse a los 80 kg, mientras que las hembras eran algo más ligeras, rondando los 50-60 kg. Esto lo hacía hasta un 25% más pesado que el lobo gris promedio (35-50 kg).

Lo que realmente destacaba del Canis dirus no era solo su tamaño, sino su constitución. Tenía un cuerpo más ancho y musculoso, con patas cortas pero fuertes y una cabeza grande con mandíbulas excepcionalmente poderosas, diseñadas para triturar huesos de presas grandes como bisontes o camellos prehistóricos.