El conejo de Omiltemi regresa a casa: una especie que se creía extinta desde hace 120 años

Investigadores lograron confirmar un hallazgo inesperado en los bosques de Guerrero, marcando un punto decisivo en la conservación de especies

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Un avistamiento en Guerrero confirmó la existencia de esta especie endémica, desaparecida desde 1904, alertando sobre la necesidad urgente de proteger su hábitat (Semaren Guerrero)

Un pequeño conejo de pelaje pardo y cola negra captado por una cámara trampa en la Sierra Madre del Sur, en el estado de Guerrero, México, ha reescrito la historia de la biodiversidad en la región.

Este avistamiento confirmó la existencia del conejo de Omiltemi (Sylvilagus insonus), una especie que se creía extinta desde hace más de 120 años, según informó la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Guerrero (Semaren).

Este hallazgo, que representa un hito en la conservación de la fauna mexicana, fue posible gracias al trabajo conjunto de dos equipos de investigación liderados por el biólogo Fernando Ruiz-Gutiérrez y el ecólogo José Alberto Almazán-Catalán.

El regreso de la esperanza

La interacción entre científicos y
La interacción entre científicos y habitantes locales resultó clave para un hallazgo que ofrece una nueva esperanza de conservación (Semaren Guerrero)

El avistamiento de este conejo fue compartido a través de las redes sociales del Semaren el pasado 5 de abril de este año. La publicación tuvo un gran alcance, con 877 reacciones y 242 mil visualizaciones.

“Este redescubrimiento representa un importante logro para la conservación de la fauna mexicana”, menciona el post de Facebook.

La última vez que la ciencia tuvo registro de esta especie fue en 1904, cuando el naturalista Edward William Nelson la describió por primera vez, de acuerdo con el medio especializado en medio ambiente Mongabay.

Desde entonces, la cacería y la destrucción de su hábitat habían llevado a este lagomorfo al borde de la desaparición. Sin embargo, el reciente redescubrimiento no solo confirma su existencia, sino que también amplía su distribución conocida en la región.

El primer indicio de la presencia del conejo de Omiltemi surgió en mayo de 2024, cuando una cámara trampa instalada en el bosque de Jaleaca de Catalán, en el municipio de Chilpancingo, captó a un pequeño gazapo a plena luz del día.

Según detalló Mongabay, este avistamiento fue inusual, ya que la mayoría de los registros de conejos en la región suelen ser nocturnos y difíciles de identificar. La claridad del video permitió a los investigadores confirmar que se trataba del mítico Sylvilagus insonus.

El equipo de Fernando Ruiz-Gutiérrez, que había estado monitoreando la fauna silvestre como parte del Censo Nacional del Jaguar (Cenjaguar), revisó material de archivo acumulado desde 2014.

En total, identificaron 139 registros del conejo en 29 estaciones de fototrampeo distribuidas en los municipios de Atoyac, Chilpancingo y Técpan de Galeana. Este análisis permitió ampliar la distribución conocida de la especie en 111 kilómetros lineales, desde la localidad de Omiltemi hasta la sierra de Técpan de Galeana.

Características y hábitat del conejo de Omiltemi

Investigadores identificaron 139 registros del
Investigadores identificaron 139 registros del conejo en tres municipios guerrerenses, ampliando así sus áreas conocidas de distribución (Semaren Guerrero)

El conejo de Omiltemi es una especie endémica de Guerrero, con características que lo distinguen de otros conejos de la región. Según explicó José Alberto Almazán-Catalán, su tamaño es mediano, su pelaje es rojizo oscuro y tiene orejas más pequeñas que otros lagomorfos locales.

Sin embargo, su rasgo más distintivo es su cola negra y pequeña, que lo diferencia claramente del Sylvilagus cunicularius, una especie con la que comparte distribución.

El hábitat del conejo incluye bosques de coníferas, bosques mesófilos y vegetación de galería en pequeñas barrancas, a altitudes que oscilan entre los 2 mil 133 y los 3 mil 048 metros sobre el nivel del mar.

Según Mongabay, estas áreas se caracterizan por su riqueza ambiental, con ríos prístinos, bosques cerrados y una cobertura forestal primaria que ha permanecido intacta durante años.

El redescubrimiento del conejo de Omiltemi no solo es un logro científico, sino también un llamado a la acción para proteger su hábitat.

Según informó Semaren a través de su página de Facebook, el secretario Ángel Almazán Juárez ha impulsado monitoreos de vida silvestre en especies prioritarias para la conservación, como el jaguar, el colibrí coqueta de Atoyac y el conejo de Omiltemi.

No obstante, las amenazas para esta especie persisten. La deforestación, los incendios forestales y la intervención humana en su hábitat son problemas que requieren atención inmediata.

Además, según los investigadores, no se conoce con precisión el grado de aprovechamiento de esta especie por parte de las comunidades locales, lo que añade un desafío adicional a los esfuerzos de conservación.

La importancia de las comunidades locales

Comunidades locales donaron ejemplares para
Comunidades locales donaron ejemplares para estudios genéticos, contribuyendo al éxito del redescubrimiento del Sylvilagus insonus (Semaren Guerrero)

El trabajo con las comunidades locales ha sido clave para el redescubrimiento del conejo de Omiltemi. Según explicó José Alberto Almazán-Catalán en entrevista con Mongaby, durante las expediciones realizadas entre 2020 y 2022, los investigadores consultaron a habitantes de la región del Filo Mayor, quienes confirmaron que tanto el Sylvilagus insonus como el S. cunicularius son utilizados como fuente de alimento.

En algunos casos, los campesinos donaron ejemplares para fines científicos, lo que permitió realizar estudios genéticos y confirmar la identidad de la especie.

Este enfoque colaborativo ha sido fundamental para avanzar en la conservación de la especie. Según Fernando Ruiz-Gutiérrez, gran parte del éxito en la protección del conejo de Omiltemi dependerá de trabajar de la mano con los ejidos y comunidades locales para implementar estrategias de conservación a mediano y largo plazo.

A pesar de los desafíos, el redescubrimiento del conejo de Omiltemi ofrece una oportunidad única para reforzar los esfuerzos de conservación en la región.

Actualmente existen áreas naturales protegidas que contribuyen a la preservación de su hábitat, como el Área Destinada Voluntariamente a la Conservación (ADVC) Cordón Grande y la Reserva de la Biosfera Sierra Tecuani en Técpan de Galeana.

Sin embargo, otras subpoblaciones, como las de Atoyac y Chilpancingo, carecen de esquemas de protección, lo que subraya la necesidad de ampliar las medidas de conservación.

El conejo de Omiltemi es ahora la decimotercera especie redescubierta como parte de la iniciativa “Search for Lost Species” de la organización Re:wild, que busca encontrar y proteger especies que se han perdido para la ciencia durante al menos una década.

“Este hallazgo indica que nos hace falta mucho trabajo en campo todavía porque, a pesar de que creemos tener todas las especies documentadas, no es así”, concluyó José Alberto Almazán-Catalán.

“Fue una alegría tener este animalito en las manos y saber que está ahí, vivo, que sigue brincando y que esperamos que por mucho tiempo lo sigamos encontrando y siga habitando esta región de la sierra de Guerrero”.