Gremio del espectáculo exige disculpa pública tras dos muertes en el festival Axe Ceremonia

En un acto sin precedentes, el gremio del espectáculo, el entretenimiento y los medios independientes alzó la voz con fuerza en el Parque Bicentenario para exigir justicia. Dos vidas jóvenes, las de Miguel y Berenice, fueron arrebatadas el sábado durante la primera jornada del festival Axe Ceremonia.

Una estructura metálica colapsó sobre ellos. La reacción de la comunidad no se hizo esperar: una manifestación contundente, un pliego petitorio y una exigencia clara dirigida a organizadores, autoridades y concesionarios.

Este reclamo no es menor. La industria del entretenimiento se unió para denunciar lo que califican como “omisiones y negligencias” por parte de Eco Live —empresa organizadora—, así como de los operadores del recinto y autoridades de la alcaldía Miguel Hidalgo y el Gobierno capitalino.

El silencio, aseguran, ha sido cómplice. “Exigimos una disculpa pública por el encubrimiento de los fallecimientos”, expresa el documento, dirigido a Grupo CEO, empresa matriz del festival.

El gremio solicita una indemnización “digna y pronta” para las familias afectadas, junto con la cobertura total de los gastos funerarios. Pero el reclamo va más allá del resarcimiento económico: es un llamado a la ética y a la rendición de cuentas.

Uno de los señalamientos más firmes apunta a Luis Avilés, coordinador de comunicación del festival, a quien acusan de continuar con la promoción del evento a pesar de las muertes, sin mostrar sensibilidad ni respeto. Además, lo responsabilizan de agresiones hacia miembros de la prensa que intentaron documentar lo ocurrido.

“Fue amenazada y violentada gente que simplemente estaba cumpliendo con su labor”, indica el documento, que exige a la Fiscalía capitalina investigar los hechos y esclarecer su historial de maltrato hacia reporteros.

El reclamo colectivo también pone el foco en la falta de condiciones de seguridad en el Parque Bicentenario. Exigen que no se celebren más eventos masivos en ese recinto, al considerar que ha quedado demostrado su nulo control sobre el mantenimiento y su deficiente capacidad de atención ante emergencias. La petición es firme: se debe cancelar toda concesión relacionada con Eco Live y la Operadora de Proyectos de Entretenimiento NLP, responsables de gestionar los eventos en ese espacio público.

A la alcaldía Miguel Hidalgo y al gobierno de la Ciudad de México se les exige una revisión exhaustiva de los permisos otorgados a estas empresas. El gremio exige que nunca más se privilegie el negocio por encima de la seguridad. La continuidad del festival, sin suspensiones ni evacuaciones tras el accidente, es otro punto crítico en el documento, que subraya la ausencia de protocolos de emergencia y la insuficiencia del personal de seguridad.

El dolor de una tragedia se convirtió en grito colectivo. El reclamo ya no es sólo por Miguel y Berenice, sino por todo un sector que se niega a normalizar la negligencia como parte del espectáculo. El eco de esta exigencia retumba no sólo en el parque, sino en las estructuras de poder que hoy enfrentan la presión de un gremio unido, indignado y decidido a no olvidar.