¿Cuáles son las zonas arqueológicas más antiguas de México?

Recientemente la zona maya de Ichkabal abrió sus puertas al público por primera vez desde su descubrimiento

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Este sitio arqueológico abrió sus
Este sitio arqueológico abrió sus puertas en Quintana Roo. (INAH)

Las zonas arqueológicas de México resguardan el legado histórico y cultural de las civilizaciones prehispánicas que habitaron el territorio. Estas áreas permiten a los investigadores y a la sociedad en general entender el desarrollo de culturas como la maya, azteca, mixteca, zapoteca, entre otras, y cómo influenciaron la identidad cultural del país.

Sitios como Teotihuacán, Chichén Itzá o Palenque atraen a millones de visitantes cada año, lo que genera ingresos para las comunidades locales y fomenta la creación de empleos relacionados con el turismo, la investigación y la conservación. Además, estas actividades ayudan a dar visibilidad internacional al país como un destino rico en historia y cultura.

Debido a su vasto pasado cultural hoy en día se siguen investigando y descubriendo nuevos vestigios de civilizaciones que habitaron el territorio mexicano, recientemente se abrieron las puertas al público de la zona arqueológica maya conocida como Ichkabal, la cuál fue redescubierta en 1996 y que acuerdo con información del Instituto Nacional de Historia y Antropología (INAH) data del año 600 a.C. siendo anterior a Chichén Itzá, pero aún estando lejos de la antigüedad de otras ruinas descubiertas en territorio mexicano.

Las zonas arqueológicas más antiguas más antiguas

Estas áreas permiten a los investigadores y a la sociedad en general entender el desarrollo de las primeras civilizaciones del continente americano.

La Cueva de la Olla

Albergan evidencia de los primeros
Albergan evidencia de los primeros cazadores recolectores que usaron las cuevas como refugio. (INAH)

Cerca de Casas Grandes, en el estado de Chihuahua, se encuentra una zona conocida como el Valle de las Cuevas. Esta región tiene una de las ocupaciones más antiguas en México, pues la evidencia arqueológica muestra que los primeros grupos humanos en habitarla usaban una planta precursora del maíz que se remonta aproximadamente al año 5500 a.C

La Cueva de la Olla es nombrada así por su granero con forma de vasija, este sitio corresponde a una fase anterior al apogeo de Paquimé, con el cual comparte los rasgos arquitectónicos característicos como son las puertas en forma de “T” y las construcciones de adobe colado.

Los investigadores del INAH teorizan que esta zona fue utilizada por pequeña comunidad que cultivaba y recolectaba en las tierras cercanas; esta producción la guardaban en el enorme granero de 3.55 m de alto y 2.05 m de diámetro que podía proveerlos por alrededor de 170 días durante el crudo invierno.

La Morita II

Este es el sitio arqueológico
Este es el sitio arqueológico más antiguo de México. (Gobierno de Villaldama)

Ubicada en el poblado de Villaldama, en Nuevo León, esta zona arqueológica es conocida como Morita II, y los arqueólogos que han tenido la suerte de investigarla la ubican como el yacimiento más antiguo de todo el país, debido a lo que han encontrado allí.

En estas cuevas se pueden ver pinturas rupestres muy rudimentarias y elementales, que se alejan mucho de la habilidad que, siglos más tarde, los antiguos mexicanos ostentaron y que les permitió crear el arte prehispánico que hoy vemos en los museos.

Uno de los hallazgos más importantes encontrados en la Morita II fue un pedazo de madera el que realmente indicó a los arqueólogos que se encontraban en un sitio extremadamente antiguo, pues al ser sometido a la conocida prueba de carbono para calcular su edad, supieron que tenía, por lo menos, 14 mil años de antigüedad.

Las cuevas prehistóricas de Yagul y Mitla

Cuevas Prehistóricas de Yagul y
Cuevas Prehistóricas de Yagul y Mitla (@aliasLIMBO/X)

ubicadas en el Valle de Tlacolula, Oaxaca, estas cuevas son un conjunto de sitios arqueológicos y cavernas que contienen evidencia fundamental de la transición de sociedades cazadoras-recolectoras a comunidades agrícolas en Mesoamérica.

Declaradas Patrimonio Mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2010, estas cavernas preservan restos, como herramientas de piedra, hornos y semillas domesticadas, que dan testimonio del desarrollo temprano de la agricultura, especialmente del cultivo del maíz, hace más de 10,000 años.

Entre las cuevas más destacadas se encuentra Guilá Naquitz, considerada una de las evidencias más antiguas de la domesticación del maíz y el consumo temprano de calabaza. Estos hallazgos son clave para entender los orígenes de la agricultura en América y su impacto en la aparición de sociedades sedentarias.