Legisladores buscan ampliar permisos de paternidad; la discusión podría volver al Congreso

La Ley Federal del Trabajo establece una licencia por cinco días; senadores pretenden ampliarla de 10 días a seis semanas; la iniciativa se aprobó en 2023 pero no ha sido presentada ante el pleno

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Diputados durante la aprobación de
Diputados durante la aprobación de la iniciativa para extender los permisos de paternidad en México, el 12 de diciembre de 2023. (Cámara de Diputados)

Actualmente, el artículo 132 de la Ley Federal del Trabajo establece que el permiso de paternidad es una prestación que otorga cinco días de descanso con goce de sueldo a padres de familia por el nacimiento o adopción de un hijo o una hija.

Esta semana, las Cámaras del Congreso recibieron tres iniciativas que buscan la ampliación de esta licencia para que vaya de los 10 días hasta las seis semanas. Las propuestas fueron promovidas por la senadora Beatriz Robles, el diputado Napoleón Gómez Urrutia y el senador Félix Salgado Macedonio, legisladores morenistas.

Beatriz Robles plantea elevar a 10 días los permisos parentales; Gómez Urrutia sugiere extender la licencia a 20 días y Salgado Macedonio proyecta establecer el beneplácito hasta seis semanas. Los últimos dos legisladores contemplan la ampliación del permiso remunerado en situaciones de complicaciones después del parto o en casos de discapacidad.

El permiso de paternidad es
El permiso de paternidad es obligación que el patrón debe otorgar a sus trabajadores. Se puede tramitar en el área de recursos humanos de sus respectivas empresas. (Profedet)

Pros y contras

Cabe recordar que en diciembre de 2023 la Cámara de Diputados aprobó la propuesta de aumentar este permiso de 5 a 20 días con goce de sueldo. Posteriormente, el Senado dio su visto bueno en comisiones, pero no fue presentada ante el pleno. Sin embargo, todo parece indicar que la discusión podría retomarse en el siguiente periodo legislativo.

Al respecto, la economista especializada en temas sociales y cofundadora de Noubi Advisors -prestigiosa firma de consultoría especializada-, Fátima Masse, explicó que la ampliación del permiso de paternidad no se ha logrado porque es percibida como una política costosa para las empresas y no es efectiva en cuanto a igualdad de género se refiere.

Sin embargo, consideró que es la única herramienta que existe en el mercado laboral que puede incentivar la corresponsabilidad de cuidados al interior de los hogares. De acuerdo con Masse, se trata de una política que busca reducir la carga de trabajo no remunerado que absorben las mujeres.

No obstante, explica la especialista, este permiso no funciona como la licencia de maternidad porque corre a cuenta de los empleadores. En caso de ser aprobada la ampliación del permiso de paternidad, implicaría un costo de 3.2 mil millones de pesos en un año, estimó Masse, con base en datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

A pesar de su aprobación
A pesar de su aprobación el 12 de diciembre de 2023, la iniciativa no ha sido presentada ante el pleno desde entonces. (@Mx_Diputados)

“Una preocupación legítima entre los empresarios es que esta reforma se añadiría a otras medidas que ya han generado costos adicionales para las empresas, tales como el aumento constante al salario mínimo, el incremento en los días de vacaciones, la implementación de la ‘Ley Silla’ y, probablemente, la aprobación futura de un aumento al aguinaldo y una reducción de la jornada laboral”, analiza la economista en un artículo de opinión publicado en Expansión este miércoles.

Dentro de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el promedio de permisos de paternidad es de siete semanas. En la región latinoamericana, de acuerdo con datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Paraguay, Venezuela y Colombia son los países con los periodos más extensos por licencias de paternidad, pues sus legislaciones garantizan dos semanas después del parto.

En este contexto, valdría la pena reflexionar que la paternidad no se limita a una mera obligación económica, sino que involucra un compromiso emocional y de apoyo profundo. Las políticas laborales y sociales deben ajustarse para reflejar esta realidad, ofreciendo a los padres el tiempo y respaldo necesarios para ser parte activa en la crianza de sus hijos.