
El Instituto Nacional Electoral (INE) está tomando medidas urgentes para contratar el personal necesario para la jornada electoral del 2 de junio. Se busca cubrir 818 vacantes, que incluyen 769 capacitadores y 49 supervisores, roles esenciales para la operación de casillas y la captura de datos electorales, según reportes recientes.
A pesar de que estas vacantes representan solo una pequeña fracción de la plantilla total de capacitadores y supervisores electorales, el INE ha emitido más de mil 311 convocatorias sin resultados satisfactorios, casi el doble de las emitidas en 2018. Esto subraya las dificultades actuales para encontrar candidatos dispuestos a trabajar con el INE. Los miembros del Consejo General del INE, incluida la presidenta Guadalupe Taddei y Martín Faz, integrante de las comisiones unidas de Capacitación y Organización, confían en que la situación puede resolverse antes del día de las elecciones.
Diferentes partes, incluyendo los partidos de oposición, apuntan a los recortes presupuestarios al INE, los salarios no competitivos y la naturaleza temporal y sin prestaciones de estos empleos como las principales razones de la falta de interés por parte de los candidatos.
Faz sugirió varias soluciones para cubrir las vacantes: contratar capacitadores de organismos públicos locales, utilizar listas de reserva de estos organismos, asignar tareas nacionales a capacitadores locales y, como último recurso, recurrir a personal de oficinas centrales y vocalías locales y distritales del INE.

Con la fecha de la elección acercándose, el consejo está trabajando para asignar responsabilidades específicas y resolver problemas concretos en regiones como Tlaxiaco, Oaxaca, y Playa del Carmen, Quintana Roo. En cuanto al proceso de instalación de casillas, se reporta que el 97.4% de los funcionarios de casilla ya han sido designados y capacitados, con el 63% de las mesas habiendo realizado simulacros y el 96% garantizando la participación requerida de los ciudadanos.
El INE espera que estas medidas permitan solventar las dificultades de personal y asegurar el funcionamiento adecuado de las casillas el día de las elecciones. Esta situación pone de relieve la importancia de la preparación y la organización meticulosa por parte del organismo electoral en contextos de ajustes presupuestarios y una creciente falta de interés en los roles temporales y sin prestaciones que son vitales para el proceso electoral.

El INE continúa trabajando contra reloj para asegurar que las elecciones se realicen de manera eficiente y transparente. Los esfuerzos se centran en llenar las vacantes necesarias y garantizar que todo el personal involucrado esté debidamente capacitado y preparado para desempeñar sus funciones el día de la votación. Esto es esencial para mantener la integridad y la confianza en el proceso electoral, subrayando la dedicación del INE para superar los desafíos y garantizar la participación ciudadana en la jornada electoral del 2 de junio.
La situación actual es un reflejo de los desafíos que enfrenta el INE en la coyuntura actual, pero también muestra la capacidad de adaptación y la búsqueda de soluciones por parte del organismo y sus funcionarios para cumplir con sus responsabilidades constitucionales en materia electoral.
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