¿Cuándo y de qué murió el ex presidente Gustavo Díaz Ordaz?

Este 2 de octubre se conmemora el 55 aniversario de la matanza de Tlatelolco, donde el Ejército mexicano reprimió y disparó contra miles de estudiantes que se manifestaban en la plaza de las Tres Culturas contra el régimen encabezado por Gustavo Díaz Ordaz, quien en ese entonces tenía 57 años de edad.

Díaz Ordaz asumió la presidencia en 1964 y tenía en puerta la organización de los Juegos Olímpicos de 1968, sin embargo, su sexenio quedó marcado en la historia por la fuerte represión a las protestas estudiantiles de ese año a través del denominado Batallón Olimpia, compuesto por miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Aunque la cifra de víctimas mortales siempre ha sido una polémica, pues en algunas investigaciones de habla de miles y en otras de centenas, la estela de sangre que dejó la desmedida represión marcó uno de los capítulos más oscuros de la historia moderna de México, y desde entonces cada 2 de octubre se rinde homenaje a los jóvenes del 68.

Díaz Ordaz murió a la edad de 68 años a consecuencia de problemas hepáticos, pues este llegó a padecer de cirrosis.

Gustavo Díaz Ordaz nació el 12 de marzo de 1911 en el estado de Puebla. Perteneciente a una familia de clase media, ingresó a la carrera de Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Durante su paso por la máxima casa de estudios, Díaz Ordaz mostró su interés en la cultura prehispánica y estudió de forma paralela el idioma náhuatl, el cual llegó a hablar de forma fluida.

Durante su carrera se destacó por ocupar la presidencia del Supremo Tribunal de Justicia, también alcanzó el cargo de vicerrector de la Universidad de Puebla, y en el terreno político se desempeñó como diputado federal, senador, hasta llegar a secretario de Gobernación.

Antes de asumir la presidencia de la República, el político de origen poblano fue designado en 1957 como embajador de México en España, donde se mantuvo hasta obtener la candidatura del PRI.

Durante los años de su mandato como presidente de la República, se llevó a cabo la reforma para otorgar a los jóvenes de 18 años el derecho al voto. También inició la construcción del Sistema de Transporte Colectivo Metro en la Ciudad de México.

Cuando su sexenio parecía terminar coronado por los Juegos Olímpicos, su ánimo de no manchar el desarrollo de la competencia lo llevó a tomar una dura represión contra el movimiento estudiantil que culminó con el uso de las Fuerzas Armadas para acallar las voces de miles de estudiantes.

Su legado presidencial fue el 2 de octubre de 1968, y pese al férreo control que el gobierno tenía sobre la prensa, un evento de esta magnitud trascendió a nivel internacional e inscribió su nombre en las páginas de la historia.

Luego de dejar la presidencia de la República, la salud de Gustavo Díaz Ordaz empeoró debido a su padecimiento de cirrosis. Finalmente, el 15 de julio de 1979, el ex presidente murió en un hospital de la Ciudad de México debido a complicaciones hepáticas.

En su quinto informe de gobierno, Gustavo Díaz Ordaz reconoció su responsabilidad en los hechos de Tlatelolco y dijo haber tomado las decisiones correctas. Intuyendo que sería juzgado por la historia, el político dijo no sentir temor.

“No temo al juicio de mis contemporáneos, sé -y los mexicanos saben- que en mi actuación ha habido aciertos y errores, pero que mis errores han sido involuntarios, que todo lo que he hecho, lo he hecho tratando de servir lo más eficazmente posible a México”, declaró Díaz Ordaz.