
La Secretaría de Salud de Oaxaca (SSO) alertó que es uno de los estados más afectados por contagios de la enfermedad de Chagas, la cual se transmite principalmente por la picadura de un insecto conocido como chinche “besucona” o vinchuca.
A través de un comunicado, difundido el 14 de abril a propósito del Día Mundial de la Enfermedad, señaló que cada año se registran en promedio 100 casos de contagios, especialmente en zonas de alta marginación, por lo que es asociada con la pobreza.
Y es que el Chagas se transmite por vía vectorial, a través de las heces fecales u orina del insecto. La picadura de la chinche “inyecta” un anestésico, para posteriormente al defecar u orinar expulsar los parásitos (Trypanosoma cruzi), que se introducen cuando las personas se rascan y adquieren la infección.

Aunque también el contagio ocurre por transfusión sanguínea o trasplante de órganos, durante la gestación y el trabajo de parto, y por consumir alimentos contaminados.
Sin embargo, es una enfermedad silenciosa, pues la mayoría de las personas con Chagas no son diagnosticadas ni reciben atención médica hasta desarrollar una condición crónica.
Cuando hay síntomas, los más comunes son la fiebre, la hinchazón, la tos, lesiones cutáneas y dolor abdominal o de cabeza, dolencias que por su frecuencia dificultan también el diagnóstico adecuado de la enfermedad.
“Estos síntomas pueden ser transitorios, pero en una fase de la enfermedad puede convertirse en crónicos cuando el parásito migra del corriente sanguíneo a un órgano como el intestino, esófago, o tejido cardíaco, lo que impide que el sistema inmune pueda eliminarlo, ocasionando inflamación hasta que el órgano deje de funcionar”, explicó Federico Alonso Soumaya Estrada, investigador del Centro de Investigaciones de Enfermedades Infecciosas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), para el Sol de México.

Si bien no existe una vacuna, el Chagas es casi 100% curable si se detecta y si se administran medicamentos al comienzo de la infección, en la etapa aguda, incluso en los casos de transmisión congénita.
Pero una vez que se vuelve crónica la persona puede tener una esperanza de vida de hasta 10 años, dependiendo de su estilo de vida, si tiene o no comorbilidades, pues el daño es irreversible.
La chinche besucona duerme por el día y sale en las noches. Casas de tejas, con grietas, con jardines, con basura, madera, son susceptibles a darles un buen hogar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), considera la enfermedad de Chagas, como un padecimiento tropical desatendido, que afecta entre seis y siete millones de personas en todo el mundo, la mayoría de ellas en América Latina.
Se puede prevenir

Reconocer que se tiene un riesgo latente, es indispensable para prevenir. La fumigación regular en los hogares es importante, evitar tener “recovecos” en los que puedan alojarse.
Barreras físicas como mosquiteros, así como otras herramientas para evitar que por puertas y ventanas ingresen los insectos, revisar debajo de las camas esquinas de la casa con lámparas.
Si te encuentras con una chinche, se recomienda no tocarla con las manos para evitar las picaduras.
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