Congreso de la CDMX aprobó aumentar años de cárcel a quienes roben tapas de coladeras

Uno de los problemas más comunes que pueden verse en las calles de la Ciudad de México, es el robo de las tapas de coladeras. Y es que estos objetos de metal suelen ser vendidos en lugares en los que se comercializa “fierro viejo”, por lo que representa un negocio ilegal que deja pérdidas millonarias para la capital mexicana.

Es por ello que el pleno del Congreso de la Ciudad de México aprobó, en lo general y en lo particular, por 48 votos a favor y una abstención, un dictamen que eleva las penas por el robo de equipamiento y mobiliario urbano, en donde se incluyen estas tapas de coladeras, pero también el cableado del metro y altavoces de la CDMX.

Y es que en la actualidad, estos robos son castigados con una pena de dos a seis años de prisión, por lo que los legisladores aprobaron que la sanción pase de tres a siente años de cárcel y se agravará hasta en una mitad si al hacer estos hurtos, se daña la infraestructura, se afecte el funcionamiento o se interrumpa el servicio de cualquier medio de transporte.

Además, se avaló que se castigue hasta con siete años de prisión a quien adquiera, posea, desmantele, venda, comercialice, enajene, trafique, pignore, reciba, traslade, use u oculte el inmobiliario y/o equipamiento urbano robado.

Si el valor de lo robado es 500 veces la Unidad de Medida y Actualización Vigente (51 mil 870 pesos), se impondrá de cinco a 10 años de prisión y de 200 a mil 500 días de multa, o sea, de 20 mil 748 pesos a 115 mil 610 pesos.

Al presentar el dictamen, el presidente de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia, el morenista Octavio Rivero explicó que se presentaron ocho iniciativas de diputados y una más de la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum Pardo, para elaborar este dictamen.

Sostuvo que el robo de coladeras y de cableado en el Metro de la capital han limitado y deteriorado el buen funcionamiento de los servicios públicos, además de que han puesto en peligro la integridad personal y la libertad de tránsito sin riesgo tanto a peatones, usuarios del transporte público, ciclistas, motociclistas y automovilistas.

Ante esto, dijo, el presente dictamen busca ayudar a frenar y, sobre todo, a sancionar debidamente a quienes atenten, dañen y/o lucren con el equipamiento y/o mobiliario urbano.

Sostuvo que “por muchos años no se habían abordado debidamente en nuestro Código Penal actos como la compra, el tráfico, la posesión, recepción, desmantelamiento, traslado, uso, daño y/o venta ilegal de coladeras, alcantarillas o tapas de registros, así como del alumbrado público, la red de agua potable, la red de drenaje, instalaciones de gas, pozos, cableado para internet o telefonía, gimnasios al aire libre y demás mobiliario y equipamiento relacionado con servicios públicos y/o privados”.

La diputada Elizabeth Mateos, al razonar su voto, señaló que este dictamen lo rinden en memoria de Sofía y Esmeralda, dos hermanas que murieron el pasado mes de noviembre mientras se dirigían a un concierto del grupo de Rock Alternativo Zoe, en el Palacio de los Deportes, “para que nunca más vuelva a pasar en la Ciudad de México, un hecho tan lamentable e irreparable como la pérdida de vidas humanas”.

Además, destacó que este dictamen es importante porque lo que se está buscando es erradicar este delito, pues no solo se busca castigar a quienes roban las coladeras, sino también a quien las vende y compra.

Al respecto, Luis Chávez, perteneciente a la bancada del PAN, celebró la aprobación de este dictamen, sin embargo, lamentó que haya sido después de la muerte de las hermanas Sofía y Esmeralda, pues recordó que él presentó una de las propuestas para aumentar las penas por el robo de coladeras desde noviembre de 2021. Lourdes Paz, de Morena, por su parte, aseveró que la aprobación de esta reforma es un llamado para que los ladrones sepan que, en caso se ser detenidos, serán sancionados.

El panista Diego Garrido dijo que la aprobación de este dictamen no es la solución de fondo para solucionar el robo de mobiliario y equipamiento urbano, por lo que una posterior reforma debe sancionar a funcionarios que, sabiendo que hay coladeras destapadas o sin tapa, no las sustituyan.

Subrayó que se debe tener cuidado al aplicar esta reforma, pues la mayoría de las personas que roban coladeras son gente en situación de calle, y “no podemos llenar las cárceles con personas en situación de calle”. En total se presentaron ocho reservas, de las cuales solo se aprobaron a favor.