Vogue y ballroom en la CDMX: un espacio de liberación a través del cuerpo

A partir del 2015, en la capital del país el vogue y la cultura de los balls tuvo un nuevo auge en la vida nocturna de la comunidad LGBT+, pues al igual que en sus orígenes, ha servido como una válvula de escape: una manera de expresarse y rebelarse ante las construcciones sociales del género, la raza y la clase social

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El vogue se ha caracterizado
El vogue se ha caracterizado por ser un movimiento y espacio para las disidencias (Foto: Nayeli Guevara/Infobae México/Diplomado Fotoperiodismo y Proyectos Documentales UNAM)

Surgido en los salones de baile de Harlem en Nueva York, Estados Unidos, por afroamericanos y latinos en la década de los 50, el vogue se ha caracterizado por ser un movimiento y espacio para las disidencias, representada por la comunidad trans, drag, queer, seropositiva y no binario, con el que se busca celebrar y enaltecer a las personas racializadas y de la diversidad sexual.

De acuerdo con la investigadora Lucelina Nunes Barbosa, en su libro Voguing, un grito retorcido contra la opresión, publicado en 2021, el voguing es una expresión dancística activista de resistencia contra la marginación de grupos minoritarios: “Un estilo y expresión de reafirmación social que tipificó a la comunidad LGBT+”.

Así, y en consecuencia de los actos discriminatorios y el blanqueamiento de los concursos de baile que se vivían en los 50, la comunidad latina y afro se vieron obligadas a generar espacios seguros y exclusivos para expresar libremente su identidad de género a través del baile y el cuerpo.

La comunidad latina y afro
La comunidad latina y afro se vieron obligadas a generar espacios seguros y exclusivos para expresar libremente su identidad de género (Foto: Nayeli Guevara/Infobae México/Diplomado Fotoperiodismo y Proyectos Documentales UNAM)

Es así como surge la llamada cultura ballroom o salones de baile, ligada al vogue, como espacios de liberación y expresión que unen el baile, lip sync, modelaje y performance en competencias para posicionar la reputación de las llamadas casas, redes de apoyo, protección e inclusión para las disidencias sexo genéricas.

A partir del 2015 en la Ciudad de México (CDMX) el vogue y la cultura de los balls tuvo un nuevo auge en la vida nocturna de la comunidad LGBT+, pues al igual que en sus orígenes, ha servido como una válvula de escape para las personas que forman parte de la comunidad: una manera de expresarse y rebelarse ante las construcciones sociales del género, la raza y la clase social.

Vogue y ballroom en la CDMX: “Un espacio para acuerpar políticamente lo que representamos”

Los primeros ballrooms en la
Los primeros ballrooms en la capital del país datan del 2015 ((Foto: Nayeli Guevara/Infobae México/Diplomado Fotoperiodismo y Proyectos Documentales UNAM)

De acuerdo con Miranda Apocalipstick, integrante de la casa Kiki House of Apocalipstick, en entrevista para Infobae México, los primeros ballrooms en la capital del país datan del 2015, con casas pioneras como Machos, Shiva y Apocalipstick.

Y es que las y los vogueros se dividen en grupos llamadas casas y son lideradas por una madre, espacios que sirven como refugio para sus miembros, ya que son seguros, libres de violencia y donde no se juzga a nadie por sus preferencias, su apariencia, raza o clase.

No obstante, para Miranda estos lugares van más allá de un establecimiento o un local, pues para ella un “espacio seguro” es donde dos o tres personas de la comunidad se encuentran reunidas y “nos permitimos colectivamente dejarnos ser”.

El vogue tiene como fin
El vogue tiene como fin “acuerpar políticamente lo que representamos” ante la sociedad (Foto: Nayeli Guevara/Infobae México/Diplomado Fotoperiodismo y Proyectos Documentales UNAM)

Lo anterior, afirmó, con la finalidad de reclamar un poco de visibilidad y “acuerpar políticamente lo que representamos” ante la sociedad.

“Los espacios seguros se intentan formar, se intentan mantener. Es una especie de acuerdo entre varias personas para dejarnos ser tan altaneras y tan pretenciosas como deseemos dentro de nuestro performance, porque al final es lo que celebramos, como el glamour, la opulencia, la gracia, la técnica y el talento”, explicó.

Otras de las principales características en la escena ballroom son los looks, ya que estos, según declaró Miranda, vienen inspirados en la moda de la revista Vogue.

Las batallas de voguing son
Las batallas de voguing son las que generan mayor expectativa del público (Foto: Nayeli Guevara/Infobae México/Diplomado Fotoperiodismo y Proyectos Documentales UNAM)

Por ello, ya sea que se gane o pierda en alguna de estas competencias, “tu look tiene que estar de acuerdo a la categoría y tiene que lucirse como si fuera modelo, algo de una pasarela”.

Y es que las batallas de voguing son las que generan mayor expectativa del público, donde se muestran categorías entre las que destacan:

  • Old way: caracterizados por la formación de líneas con simetría y precisión, poses y un carácter muy elegante
  • New way: baile que destaca las transiciones entre las poses, ángulos cerrados y la flexibilidad
  • Vogue femme: donde se exageran los movimientos haciéndolos muy femeninos

“¿Haces vogue o eres vogue? Yo soy vogue”

Miranda Apocalipstick, integrante de la
Miranda Apocalipstick, integrante de la casa Kiki House of Apocalipstick (Foto: Nayeli Guevara/Infobae México/Diplomado Fotoperiodismo y Proyectos Documentales UNAM)

El primer acercamiento de Miranda al ballroom fue en enero del 2017, cuando Franka Polari, uno de los personajes más activos del voguing mexicano y madre de House of Apocalipstick, visitó la Universidad Autónoma de Querétaro para dar una conferencia y práctica de este movimiento.

Al notar el interés de Miranda por el baile, Franka Polari la invitó a formar parte de la casa: “Terminando me pidió que fuera su hija, y a partir de ese momento yo me integro a House of Apocalipstick y empiezo a practicar la cultura ballroom”.

Relató a Infobae que se mudó a la Ciudad de México para conocer a sus hermanas y estar familiarizada con lo que se estaba viviendo, es decir, los orígenes del ballroom. Varios años después regresó a Querétaro para compartir la cultura.

Para Miranda, con la cultura
Para Miranda, con la cultura vogue se vive y se crea comunidad “todo el tiempo” (Foto: Nayeli Guevara/Infobae México/Diplomado Fotoperiodismo y Proyectos Documentales UNAM)

Y es que para ella, con la cultura vogue se vive y se crea comunidad “todo el tiempo”, ya que muchas de las personas que integran la “casa” se convierten en su familia elegida, en una red de afectos y cuidados muy importante entre la comunidad. “Es mucho más allá de solo caminar, bailar y vender el look”, señaló.

Y añadió: “Es conocer la historia, conocer a las que ya no están, hacer tu propia historia caminando en lo balls, conocer a las personas que están en otras escenas, viajar para caminar en otros estados, en otros lugares, hacer vínculos y hacer hermandades. Esto tiene un sentido político en cada movimiento y va mucho más allá de solamente posar”.

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