Caballo Nonius: la raza húngara nacida de un equino francés capturado en las Guerras Napoleónicas

Descendiente de un semental anglo-normando, este animal destaca por su fortaleza, elegancia y un pasado lleno de episodios históricos

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El Parque Nacional de Hertobagy,
El Parque Nacional de Hertobagy, donde se crían estos caballos, fue declarado Patrimonio Mundial. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El caballo Nonius es una raza de origen singular, cuyo linaje se remonta a Nonius Senior, un semental anglo-normando nacido en 1810 en la región de Calvados, Normandía, quien fue capturado por la caballería húngara durante las guerras napoleónicas y trasladado como “prisionero de guerra” al Stud Imperial de Mezőhegyes, fundado en 1784 y aún en funcionamiento.

Allí, de acuerdo con Terránea, la raza se consolidó a partir de dicho ejemplar mediante cruces con yeguas árabes y lipizzanas, y más tarde, en 1860, con la incorporación de linaje purasangre, lo que aportó elegancia y armonía a su morfología.

Durante el siglo XIX, el Nonius se convirtió en un equino habitual en el ejército húngaro, empleado principalmente como caballo de tiro ligero y utilitario. Terránea señala que a finales de ese siglo existían cerca de dos millones de ejemplares, la mayoría en Europa Oriental, sin embargo, la Segunda Guerra Mundial marcó un punto de inflexión.

Durante dicho periodo, la población de este mamífero se redujo drásticamente y, en las décadas posteriores, la mecanización agrícola y las políticas de la era soviética relegaron a la raza a un segundo plano, considerándola un “objeto de lujo capitalista”, según describe la misma fuente.

El portal especializado Caballos y Yeguas añade que muchos ejemplares fueron enviados al matadero durante este periodo de declive, no obstante, la recuperación de la raza comenzó en la década de 1960, impulsada por criadores y conservacionistas, y en 1989 se fundó la Asociación Nacional Nonius Horse Breeders, responsable de su preservación.

Características del caballo Nonius

El Nonius destaca por su
El Nonius destaca por su morfología robusta, cabeza de perfil convexo, cuello arqueado y extremidades fuertes.

El Nonius destaca por su solidez y presencia. Terránea describe ejemplares con una alzada entre 1.55 y 1.65 metros, predominando el color negro, oscuro o marrón, con pocas marcas blancas, según Caballos y Yeguas.

Morfológicamente, la raza se caracteriza por una cabeza pesada y proporcionada, de perfil convexo o “nariz romana”, cuello alto y arqueado, espalda ancha y musculosa, lomo fuerte y cuartos traseros profundos; el pecho es ancho y menos profundo que los cuartos traseros, y las extremidades son robustas y bien formadas.

En cuanto al temperamento, Caballos y Yeguas resalta que este cuadrúpedo es generalmente amable y se adapta tanto a jinetes experimentados como novatos, aunque puede mostrar cierta reserva inicial antes de establecer un vínculo con su cuidador. La fuente también destaca su resistencia y la ausencia de problemas de salud específicos de la raza, aunque recomienda controles veterinarios regulares.

Trabajo, deporte y tradición

Existen por lo menos 10 tipos que por sus precios son animales exclusivos. (Créditos: Infobae México)

El Nonius ha demostrado una notable capacidad de adaptación a diferentes funciones, Terránea indica que estos caballos no suelen emplearse hasta los cuatro o cinco años de edad, pero a partir de entonces pueden desempeñar tareas de trabajo, tiro, monta y, en los ejemplares más aptos, doma y salto.

Caballos y Yeguas señala que, en la actualidad, la raza se utiliza en la agricultura, la equitación y, especialmente, en deportes de conducción combinada, disciplina que ganó popularidad en Hungría durante los años setenta y ochenta.

El esfuerzo por preservar la raza ha recibido reconocimiento internacional, de hecho, en 1999 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró Patrimonio Mundial de la Humanidad al Parque Nacional de Hertobagy, uno de los principales lugares donde se crían caballos Nonius.

En este entorno, los caballos comparten espacio con otras especies autóctonas, como los cerdos Mangalitsal, detalla Terránea. Sumado a ello, la Asociación Nacional Nonius Horse Breeders continúa desempeñando un papel escencial en la conservación y promoción de la raza, que hoy simboliza la tradición ecuestre húngara y tiene un consto aproximado de entre cuatro mil y 27 mil euros, según la revista especializada Ehorses.