Restablecen manada de bisontes americanos en Coahuila como parte de un esfuerzo de conservación ecológica

La llegada de 44 ejemplares a la reserva integra una estrategia nacional para fortalecer la presencia de la especie en el norte del país

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Bisontes americanos pastan cerca del
Bisontes americanos pastan cerca del borde norte del Parque Nacional del Gran Cañón, Estados Unidos. (Imagen de Archivo ilustrativa/AFP)

En un esfuerzo conjunto entre instituciones gubernamentales, organizaciones civiles y comunidades locales, México da un paso significativo en la conservación del bisonte americano (Bison bison) con la llegada de 44 ejemplares a la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) “El Santuario”, ubicada en Coahuila.

Este logro fue posible gracias a la colaboración de la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS) de la Subsecretaría de Biodiversidad y Restauración Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), la organización no gubernamental Cuenca Los Ojos (CLO), la Fundación Pro Cuatrociénegas y el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza (FMCN), quienes coordinaron acciones para garantizar un manejo técnico y sostenible de la especie.

Los animales provienen del Rancho El Uno, en la Reserva de la Biosfera Janos, donde CLO ha trabajado durante años en el manejo de dicha especie. Ahora, la introducción de la nueva manada representa además un refuerzo para la restauración de los pastizales del Desierto Chihuahuense, ecosistemas esenciales que han sido afectados por décadas de actividad humana y cambios ambientales.

Un paso estratégico para la conservación del bisonte

Fotografía de una cría de
Fotografía de una cría de bisonte americano nacida en Nuevo León, 2024. (EFE)

Además de ser un símbolo cultural y natural de América del Norte, estos animales desempeñan un papel crucial en la regeneración de los ecosistemas que habita. Su presencia favorece la estructura del suelo, ayuda a mantener la vegetación nativa y soporta mejor las condiciones de sequía que otros animales de pastoreo, como el ganado vacuno.

En el mismo contexto, la conformación de esta nueva población de bisontes forma parte de una estrategia integral que contempla cuatro líneas de acción principales:

  1. Fortalecimiento del marco normativo: se busca avanzar en el cambio de categoría del bisonte a “protección especial”, otorgándole un mayor respaldo legal.
  2. Manejo poblacional integral: incluye arreo, registro y selección de individuos para la formación de nuevas manadas.
  3. Regulación del crecimiento poblacional: mediante una tasa de aprovechamiento, se procura reducir la presión sobre los pastizales y mantener un hato saludable.
  4. Expansión de la especie: a través de la donación de ejemplares a ranchos con condiciones adecuadas, se promueve el restablecimiento del bisonte en territorios estratégicos.

Restauración ecológica y conexión con comunidades indígenas

La llegada de estos animales
La llegada de estos animales a Coahuila tiene un profundo significado cultural y ecológico. (Fotografía ilustrativa de archivo/AP)

La introducción del bisonte a la UMA “El Santuario” también tiene un impacto cultural y social. La Fundación Pro Cuatrociénegas, en colaboración con la comunidad N’dee/N’nee/Ndé, aseguró que la manada contará con las condiciones ideales para desarrollarse y contribuir a la regeneración de los ecosistemas del norte de México. Gerardo Ruiz Smith, director de la fundación, destacó la importancia de abrir la reserva para recibir a estos animales y fortalecer la expansión de la especie.

Por su parte, Karen Suárez, de Cuenca Los Ojos, resaltó que la población de bisontes en Janos ha crecido notablemente en los últimos años gracias a la coordinación entre FMCN, CONANP, SEMARNAT y Fundación Pro Cuatrociénegas. Dicho esfuerzo conjunto permite ahora establecer nuevas manadas que fortalecen la conservación del bisonte a nivel nacional.

Pero más allá de la conservación ecológica, este proyecto tiene un significado profundo para los pueblos indígenas de la región, pues, según el boletín consultado, la presencia del bisonte se convierte en un símbolo de resiliencia y resistencia para la Nación N’dee/N’nee/Ndé, cuya historia y cultura están estrechamente vinculadas con esta especie.

Recuperando un gigante de las planicies

En esta foto de archivo
En esta foto de archivo tomada el 9 de julio de 2020, un bisonte americano, también llamado búfalo, pasta en el Parque Nacional de Yellowstone. (AFP)

El bisonte americano es el mamífero terrestre más grande de América del Norte. De acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, hace dos siglos, se estima que existían al menos 30 millones de ejemplares, distribuidos en las planicies de Canadá, Estados Unidos y México, sin embargo, hacia 1880, la especie sufrió una drástica reducción, quedando poco más de mil individuos debido a la cacería, la destrucción de los pastizales y enfermedades.

En la República Mexicana, el cuadrúpedo habitaba tradicionalmente las planicies de Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Durango, hasta verse ausente en la segunda mitad del siglo XIX. Su regreso, ahora posible gracias a la colaboración entre organismos, representa también una oportunidad para preservar la memoria histórica y cultural de la región.