El delfín ‘Mimmo’ cautiva a Venecia, aunque el tráfico marítimo amenaza su bienestar

Convertido en atracción local, expertos monitorean de cerca al animal tras detectar en su cuerpo heridas causadas por hélices

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El delfín apodado "Mimmo" nada
El delfín apodado "Mimmo" nada en la dársena de San Marcos, en medio de la creciente preocupación por el impacto del turismo en la vida marina. (Reuters)

La aparición de Mimmo, un delfín salvaje que ha elegido la laguna de Venecia como hogar temporal, ha generado entusiasmo entre turistas y residentes, transformado la dársena de San Marcos en un punto de encuentro para quienes buscan observar sus acrobacias, mientras crece la inquietud por los riesgos que enfrenta en un entorno dominado por el tráfico marítimo y la actividad humana.

Desde su primer avistamiento el 23 de julio, el mamífero parece disfrutar tanto de la atención como de la abundancia de salmonete, lubina y dorada que encuentra en el cuerpo de agua, de acuerdo con la agencia de noticias Associated Press (AP). La fascinación que despierta Mimmo ha sido tal que su nombre, elegido en honor al instructor de vela que lo vio por primera vez cerca de Chioggia, se ha popularizado rápidamente en la ciudad.

Sin embargo, dicha admiración va acompañada de una creciente preocupación por su bienestar, pues el tráfico de transbordadores, taxis y autobuses acuáticos, así como embarcaciones privadas, representa un peligro constante para la fauna marina.

Preocupaciones por su seguridad y monitoreo constante

El delfín apodado «Mimmo» salta
El delfín apodado «Mimmo» salta fuera del agua mientras la gente en un barco toma fotos en la dársena de San Marcos. (Reuters)

Guido Pietroluongo, veterinario del equipo de respuesta de emergencia de la Universidad de Padua (CERT), advirtió a AP que la zona es especialmente conflictiva por la cantidad de embarcaciones que la atraviesan, sin embargo, la preocupación se intensificó cuando los expertos detectaron heridas superficiales en el animal, probablemente causadas por la hélice de una embarcación, durante una operación en la que intentaron alejarlo de la zona con dispositivos acústicos de baja intensidad.

Aunque las lesiones no aparentan ser de gravedad y se espera que sanen por completo, el episodio es una muestra de la vulnerabilidad de Mimmo ante la interacción con el tráfico marítimo, según AP.

El equipo de expertos mantiene un monitoreo constante sobre el estado de salud y comportamiento del mamífero; las salidas semanales para observarlo se complementan con reportes ciudadanos, que incluyen fotos y vídeos de sus avistamientos, informó la fuente citada.

Pero a pesar de los intentos por guiarlo hacia mar abierto, el delfín regresa reiteradamente a la laguna, lo que ha llevado a los especialistas a esperar que las temperaturas más frías y la migración de los peces lo animen a abandonar la zona por sí mismo. Pietroluongo explicó a AP que, por el momento, no se prevén nuevas intervenciones, aunque la preocupación por su seguridad a largo plazo persiste.

Los esfuerzos para proteger a Mimmo

Personas sostienen una pancarta que
Personas sostienen una pancarta que exige la protección de «Mimmo» durante una manifestación en la plaza de San Marcos. (Reuters)

El caso de Mimmo no es único, aunque sí poco frecuente en Venecia. Reuters contextualiza que los delfines rara vez visitan la laguna, aunque durante la pandemia de COVID-19, en marzo de 2021, se registró la presencia de dos ejemplares cuando el tráfico de embarcaciones disminuyó notablemente.

AP añadió que en febrero de ese mismo año, una pareja de delfines listados fe guiada con éxito de regreso al mar abierto mediante dispositivos acústicos, sin que volvieran a aparecer en la laguna.

Al respecto, Sandro Mazzariol, veterinario del CERT, explicó a AP que Mimmo responde al patrón de un “solitario social”, un fenómeno documentado en alrededor de 100 casos en todo el mundo, en el que delfines jóvenes se separan de su grupo y establecen contacto con humanos, manteniéndose sanos y tranquilos a pesar de la ausencia de sus congéneres.

Ante la popularidad del mamífero marino, las autoridades han reforzado las advertencias a ciudadanos y navegantes sobre la prohibición de alimentar o interactuar con el delfín, recordando que estas acciones constituyen un delito bajo la legislación italiana, europea e internacional, detalla AP.

Así, mientras la laguna de Venecia sigue siendo un hogar temporal para el protagonista de esta historia, los expertos insisten en que la presencia de embarcaciones y curiosos puede alterar el comportamiento del delfín y poner en riesgo su salud.