Cubierta de pintura contra su voluntad, una perra maltratada encuentra nuevo destino en Pensilvania

Además del daño psicológico que dejó en ella el episodio traumático, la sustancia tóxica provocó en la piel del animal una grave erupción alérgica

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La perrita fue encontrada temblando
La perrita fue encontrada temblando y cubierta de pintura después de la agresión. (FB: Yesenia Pacheco Morales)

Yesenia Pacheco Morales vive en el municipio de Patillas, Puerto Rico, donde dedica su tiempo a cuidar, alimentar y brindar refugio a perros en situación de calle. Todos los días, la mujer recorre junto a un grupo de voluntarios las mismas rutas para asegurarse de que estos animales de cuatro patas reciban alimento y atención, pues dependen completamente de la bondad y constancia de quienes los ayudan.

Entre los ejemplares se encontraba Chantal, una hembra muy cariñosa que formaba parte de la Ruta de Alimentación de Zulleidy Meléndez Rodríguez, según la información consultada en una publicación en Facebook. La perra siempre aparecía para recibir su porción de comida y “saludaba alegremente a los voluntarios”, detalló The Dodo For Animal People, una plataforma con enfoque emocional hacia el cuidado y la defensa de los animales. Sin embargo, el mes pasado, la pequeña desapareció.

La ausencia de Chantal preocupó a Morales, quien se preguntaba constantemente qué habría sido de ella, pero aunque deseaba volver a verla, nunca imaginó que varios días después reaparecería temblando de miedo y cubierta de pintura.

Al ver la situación, Morales comprendió de inmediato que habían sometido a la perra durante la agresión: “Alguien tuvo que sujetarla para poder hacerle esto. Imaginen el miedo y la impotencia que ella sintió. No la alimentan, no la cuidan, no la protegen… pero sí tuvieron tiempo para usarla como un objeto de burla y maltrato”, escribió en una publicación difundida en redes sociales.

El maltrato que dejó huella en Chantal

La sustancia le causó a
La sustancia le causó a la perra graves daños en la piel. (FB: Yesenia Pacheco Morales)

La escena fue devastadora para Morales, quien relató a The Dodo: “Verla cubierta de pintura me produjo una mezcla de emociones: una tristeza inmensa, ira, decepción y desesperación. Empecé a llorar, tenía tantas preguntas”.

El pigmento que cubría a Chantal no estaba destinado a teñir cabello ni pelaje, según el profesor Jorge Marrero del Liceo de Arte y Tecnología, que la voluntaria consultó. Aunque no se especificó el tipo exacto de sustancia, Morales declaró en entrevista con Telemundo que “se sentía pegajosa y había endurecido el pelaje de Chantal”, sumado a ello, añadió que creía que era tóxica.

En su publicación en Facebook, la mujer enfatizó: “Este acto constituye una agresión directa contra un ser vivo vulnerable. Queremos recalcar que pintar a un perro con productos químicos no es arte ni diversión: es maltrato animal”.

Como consecuencia de lo ocurrido, la cánida desarrolló una erupción alérgica en la piel que “era escamosa, roja” y le causaba comezón. Tras bañarla, Morales y su equipo observaron con tristeza que el pelaje de la perrita seguía manchado.

Para aliviar el malestar del animal, le cortaron el pelo y comenzaron un tratamiento que incluía antibióticos, antihistamínicos y cremas hidratantes “para prevenir cualquier infección y para aliviar la picazón y la inflamación”, explicó en The Dodo.

Para asegurar la recuperación emocional y física de Chantal, no fue devuelta a la calle; en su lugar, la voluntaria Rosy Ancatripay la llevó a su hogar, donde la perrita pudo descansar y sentirse segura, según informaron en Facebook.

Gracias a dichos cuidados, Morales indicó que la canina poco a poco volvió a ser “la cachorrita feliz y cariñosa que una vez fue”, pues comenzó a explorar nuevamente, jugar con otros animales y disfrutar de la atención y cariño de su familia de acogida.

Un nuevo hogar y un futuro lleno de esperanza

Una familia de Pensilvania adoptó
Una familia de Pensilvania adoptó a Chantal, ahora llamada Daisy. (FB: Yesenia Pacheco Morales)

La historia de la ‘lomito’ tuvo un final feliz cuando la semana pasada una familia de Pensilvania decidió adoptarla oficialmente. Al respecto, Morales contó en Facebook: “Desde el primer día, vieron la publicación sobre Chantal [y] decidieron [que] querían adoptarla”. Los estadounidenses acogerán también otro perro de Puerto Rico, por lo que Chantal, ahora rebautizada como Daisy, no estará sola en su nuevo hogar y podrá dejar atrás el dolor de su pasado.

“Chantal ha marcado un precedente, sin lugar a dudas. Su historia representa un antes y un después. Una historia que recorrió el mundo, tocando corazones y despertando conciencia en lugares que jamás imaginé”, escribió la voluntaria en su red social.

Este caso es un ejemplo desafortunado de los riesgos que enfrentan los perros callejeros, pero también de la importancia del trabajo incansable de voluntarios como Morales. Así, a pesar del maltrato y la injusticia que pueden sufrir los animales, la compasión y el compromiso humano pueden cambiar su destino.