Caballo Poitevino, la raza francesa que marcó históricamente la producción de mulas

El equino destaca por un lomo largo unido a anchas caderas y una grupa amplia e inclinada, formando un conjunto robusto que refleja fuerza y elegancia

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El Poitevin Mulassier, caballo de
El Poitevin Mulassier, caballo de tiro histórico de la región de Poitou, destaca por su fuerza, resistencia y singular pelaje, pero hoy enfrenta un dramático descenso poblacional que demanda esfuerzos urgentes de conservación.(Wikimedia Commons)

El Poitevin mulassier, también conocido como Poitevin o Mulassier, es una raza francesa de caballos de tiro que debe su nombre a su función principal: la cría de mulas, apreciadas por su fuerza y resistencia. Originario de la región de Poitou, en Francia, esta raza ha visto una disminución drástica en su población debido a la motorización, lo que ha colocado al Poitevin en peligro de extinción.

A principios del siglo XX, existían alrededor de 50,000 yeguas reproductoras que producían entre 18,000 y 20,000 mulas anualmente. Sin embargo, en 2011 quedaban poco más de 300 ejemplares reproductores, con unos 40 sementales, de acuerdo a información de Livestock Conservancy, organización estadounidense dedicada a proteger razas de ganado y aves de corral que luchan por sobrevivir.

Estos equinos pueden presentar cualquier color de pelaje uniforme, incluido el bayo rayado, un color único entre los caballos de tiro franceses. Se caracterizan por un crecimiento lento y unos huesos fuertes, pero no son aptos para la producción de carne debido a su naturaleza y características morfológicas, de acuerdo con Energie Cheval, asociación francesa que promueve la conservación de equinos.

Esta raza, histórica y valiosa, enfrenta hoy una urgente necesidad de conservación, dado su reducido número y su importante papel en la cría de mulas. Su resistencia y fuerza siguen siendo apreciadas en aquellos contextos donde todavía se utiliza para trabajo y reproducción.

Origen e historia del caballo poitevino

El Poitevin Mulassier, originario de
El Poitevin Mulassier, originario de las marismas francesas, conocido por su gran tamaño y resistencia, ha visto declinar drásticamente su población desde la mecanización agrícola, siendo hoy una raza en riesgo que requiere conservación urgente. (Wikimedia Commons)

El Poitevin mulassier se originó en las marismas de Charente y Vendée durante el siglo XVII, cuando ingenieros que trabajaban en el drenaje de tierras trajeron a la región caballos de origen flamenco o neerlandés.

Alrededor de 1685, se importaron equinos desde Alemania, y la combinación de estas razas con ejemplares locales de tipo indeterminado dio lugar al desarrollo del Poitevin, un caballo grande, pesado y lento, especialmente adaptado a los terrenos pantanosos de la región.

Según informa Energie Cheval, “las yeguas fueron cruzadas con burros Poitou para crear la famosa mula Poitou, una raza muleña reconocida por su tamaño y resistencia”. La industria de la cría de mulas floreció hasta la primera mitad del siglo XX, pero sufrió un colapso con la llegada de la mecanización agrícola.

Para 1922, los potros eran difíciles de vender, y la población de la raza disminuyó drásticamente debido a la falta de incentivos económicos para su cría. Entre 1970 y 1990, la población de caballos Poitevin se mantuvo entre 250 y 300 ejemplares, con un promedio de 20 nuevos registros anuales en el libro genealógico.

A principios de los años 90, la raza alcanzó su nivel más bajo, y en 2006 el Poitevin seguía siendo la raza equina francesa más amenazada, con menos de 100 nacimientos anuales. Esta situación ha generado una gran preocupación por conservar esta valiosa raza y su legado genético.

Características físicas del caballo Poitevin

Caballo Poitevin adultro, caracterizado por
Caballo Poitevin adultro, caracterizado por su cabeza robusta, cuello largo con pelaje abundante y extremidades poderosas, diseñado para trabajos de tiro gracias a su conformación fuerte y su pelaje en colores sólidos con mínimas marcas. (Wikimedia Commons)

El caballo Poitevin presenta una cabeza muy fuerte con una nariz larga y ligeramente romana y una papada ancha; sus pómulos son prominentes y las orejas grandes y alargadas. Su cuello, largo, está cubierto por un abundante y largo pelaje, mientras que los hombros son largos e inclinados y la cruz está bien definida.

En cuanto al pelaje, esta raza exhibe diversos colores, siendo preferibles el bayo, negro, negro con marcas blancas o gris, siempre con mínimas marcas blancas como calcetines o listas, excluyendo completamente el pelaje pío, según informa Energie Cheval.

Un caballo macho adulto debe alcanzar una altura mínima de 1.65 metros, mientras que la hembra adulta debe medir al menos 1.60 metros, mostrando así un porte imponente y una conformación ideal para sus funciones tradicionales de tiro.

El pecho del equino es ancho y profundo, con costillas largas que contribuyen a su robustez. Sus extremidades son poderosas y están cubiertas por un pelo grueso y a veces rizado, especialmente debajo de las rodillas y los corvejones. Las articulaciones son anchas, y las pezuñas son grandes y bien formadas, adaptadas para soportar su gran peso y trabajos exigentes.