
Una cría de delfín nariz de botella fue rescatada recientemente en las costas de Nueva Gales del Sur, Australia, luego de pasar varias semanas atrapada en un sedal de pesca. El caso fue reportado inicialmente por residentes de la localidad de Forster, quienes a finales de septiembre notaron al joven cetáceo nadando junto a su madre en un canal local.
Según informó la Australian Broadcasting Corporation (ABC), el hallazgo dio pie a una intensa labor de monitoreo y rescate por parte de organizaciones especializadas, que siguieron al animal durante días. Gracias a imágenes captadas por drones, se confirmó que el delfín tenía un sedal enredado en la cola, el cual iba acumulando basura marina y afectando progresivamente su capacidad para nadar.
Jessica Fox, vicepresidenta de la Organización para el Rescate e Investigación de Cetáceos en Australia (ORRCA), explicó que el artefacto actuaba como una trampa móvil: “A medida que pasaban los días y las semanas, más residuos quedaban atrapados en él y el delfín se volvía más lento”, detalló a ABC.
Fox también indicó que la cría podía identificarse fácilmente por una característica distintiva en su aleta dorsal, lo que permitió a los rescatistas seguirle el rastro durante su operación de vigilancia.
Un rescate complejo, pero exitoso

A principios de octubre, un equipo especializado de la Fundación Sea World, con sede en la ciudad australiana de Gold Coast, viajó a Forster con el objetivo de liberar al animal, sin embargo, en esa primera ocasión, no pudieron localizarlo.
Afortunadamente, el sábado 11 de octubre, la cría y su madre fueron vistas nuevamente, lo que permitió al equipo regresar de inmediato y, esta vez, ejecutar con éxito la operación de rescate.
La veterinaria principal de la fundación, Claire Madden, relató en ABC que el equipo logró asegurar al delfín junto al bote de rescate, y procedió a examinar y liberar la zona afectada. “El borde posterior del sedal que flotaba detrás había quedado atrapado entre pastos y algas marinas que actuaban como un ancla, lo que hacía que el sedal se clavara más profundamente en la cola del pequeño”, explicó.
El hilo de pesca había causado heridas profundas en la cola del animal, sin embargo, tras evaluar el estado general de salud del delfín, Madden concluyó: “Fue triste ver las heridas que una sola hebra de hilo de pescar le había causado a este individuo, pero fue la mejor sensación del mundo saber que, al quitarlo, le habíamos dado a este pequeño una segunda oportunidad de vida”.
Según lo detallado por el medio australiano, la intervención incluyó la administración de medicamentos antes de liberar al delfín para que pudiera reunirse nuevamente con su madre, quien estuvo presente durante todo el procedimiento.
Posteriormente, ORRCA compartió una actualización a través de su cuenta de Instagram: “Si bien la cría presentaba algunas heridas causadas por el corte, así como escoliosis debido a la limitación de su capacidad de natación en consecuencia del enredo, nuestro equipo confía en que se recupere de estas lesiones y, con el apoyo de su madre, se reintegre a las manadas locales”.
Un llamado urgente a la conciencia ambiental

La doctora Madden subrayó la importancia de la responsabilidad humana respecto al manejo de residuos: “Desafortunadamente, el océano es un lugar enorme y con demasiada frecuencia recibimos llamadas de que los animales necesitan intervención y ayuda, pero simplemente no podemos encontrarlos, y es una de las partes más devastadoras del trabajo”.
Jessica Fox, por su parte, espera que tanto la madre como la cría logren reintegrarse exitosamente con el grupo de Tursiops truncatus al que pertenecen. “Esperamos seguir monitoreando este delfín a medida que pasen las semanas, los meses y los años”, añadió.
La directora general del Santuario de Vida Silvestre de Coffs Coast, Tiga Cross, quien lidera el proyecto de eliminación de sedales Seal the Loop, alertó al respecto que aproximadamente mil 500 animales marinos quedan atrapados en sedales de pesca cada año en Australia. “Es preocupante que estemos teniendo más problemas de enredos en todos los ámbitos”, dijo, citada por ABC.
Cross explicó que especies como tortugas y otras especies, debido a su curiosidad natural, tienden a interactuar con estos residuos, sin entender el peligro que representan. “Cualquier tipo de cuerda, red, hilo de pescar, botella de plástico es un riesgo, el animal no puede liberarse, pero además está ingiriendo estos objetos”, señaló.
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