Araña kitesurfista sorprende a un kayakista en arroyo de Missouri: “Me alegró tener testigos”

Estos animales utilizan hilos de seda para viajar grandes distancias, incluso cruzando océanos

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Un kayakista fue testigo de
Un kayakista fue testigo de la manera en que una pequeña araña utilizó su seda para navegar sobre el agua. (FB: Bert Reiheld)

El pasado 24 de septiembre, mientras remaba junto a un grupo de amigos en el arroyo Huzzah Creek, Bert Reiheld, un kayakista de Missouri, notó en la superficie del agua una peculiar estela en forma de V que se desplazaba a gran velocidad.

“Cuando me acerqué, esperaba ver una serpiente nadando”, relató Reiheld en entrevista con The Dodo For Animal People, una plataforma con enfoque emocional hacia el cuidado y la defensa de los animales. Sin embargo, la realidad era mucho más sorprendente, pues se trataba de una diminuta araña que se movía impulsada por una hebra de seda de más de tres metros de largo, como si estuviera practicando kitesurf.

“Me alegró tener testigos”, afirmó el hombre antes de imitar cómo se vio obligado a consultar con sus compañeros de aventura lo que estaba presenciando: “¡Caramba! ¿Estás viendo esto?”.

Pero el acontecimiento se tornó aún más memorable cuando, tras cruzarse en el camino de la araña gris, presuntamente una Phidippus mystaceus, ésta saltó a bordo de su kayak. “Estaba corriendo por la proa y se subió a mi mano”, relató en Facebook. “Tomé un par de fotos que me encantaron”.

Aunque definitivamente las arañas saltadoras no practican kitesurf en términos formales, lo observado por Reiheld se trata de un comportamiento conocido como vuelo en globo, científicamente documentado.

El vuelo en globo, una habilidad sorprendente

Un estudio observacional del vuelo
Un estudio observacional del vuelo en globo en arañas grandes: Las multifibras a escala nanométrica permiten el vuelo de las arañas grandes. (WikiCommons/Cho M, Neubauer P, Fahrenson C, Rechenberg I)

El fenómeno, conocido como en inglés como “ballooning”, ha sido ampliamente estudiado por diversos científicos. De acuerdo con National Geographic, este proceso consiste en que las arañas liberan hilos de seda que capturan el viento, permitiéndoles desplazarse por el aire. Dependiendo de las condiciones atmosféricas, algunas arañas solo recorren unos metros, mientras que otras pueden ser arrastradas por corrientes de aire hasta cruzar océanos enteros.

El ingeniero aerodinámico Moonsung Cho, del Instituto Técnico de Berlín, se ha dedicado a investigar este comportamiento. En su estudio, citado por la fuente mencionada, Cho reunió 14 arañas cangrejo, una especie que, por su peso superior a cinco gramos, presenta desafíos adicionales para el vuelo, y las expuso a diferentes entornos ventosos.

Primero las observó en un parque berlinés con viento natural y luego en un laboratorio donde podía controlar la velocidad del aire. Usando cámaras de alta velocidad, documentó sus movimientos y descubrió que el comportamiento era “muy desarrollado”. Según Cho, los arácnidos no actúan sin previsión, en realidad, “hay un gran número de arañas que lo hacen con precisión”.

Antes de lanzarse al aire, los animales evaluaban el entorno con una de sus patas delanteras, extendiéndola para “sentir” la velocidad del viento. Después de ello, solo despegaban cuando la corriente era inferior a tres metros por segundo.

En el momento adecuado, levantaban el abdomen y liberaban entre 50 y 60 hilos de seda, cada uno de ellos más delgado que un cabello humano. “La finura de la seda de una araña es menor que la longitud de onda de la luz”, explicó Cho.

Una forma ingeniosa de moverse... incluso sobre el agua

Estos arácnidos pueden recorrer grandes
Estos arácnidos pueden recorrer grandes distancias usando hilos de seda. (Reuters)

El vuelo en globo se da, típicamente, desde lugares altos, ya sea una rama, una roca o una estructura elevada, detalla The Dodo. Utilizándolo como un medio de transporte eficaz para recorrer grandes distancias, evitar depredadores o buscar nuevos hábitats.

En el caso de la araña observada por Reiheld, es probable que el vuelo en globo la haya llevado a aterrizar accidentalmente sobre el agua del arroyo. Allí, utilizó su seda como vela improvisada para continuar desplazándose hasta encontrar tierra firme.

Finalmente, cuando la Phidippus mystaceus subió a su kayak, Reiheld decidió ayudarla a alcanzar tierra firme. “Siempre me alegra ver una araña saltadora”, concluyó para The Dodo.