
El poni galés, también conocido como poni welsh, es una de las razas equinas más reconocidas por su inteligencia y temperamento dócil. Su origen se remonta a Gales, en el Reino Unido, y a lo largo de los siglos ha destacado tanto en actividades agrícolas como en disciplinas deportivas.
Este linaje estuvo cerca de desaparecer en el siglo XVI, cuando Enrique VIII de Inglaterra ordenó eliminar a todos los caballos con una cruz menor de 1,32 metros para priorizar monturas más grandes en los campos de batalla. Algunos ejemplares sobrevivieron al huir hacia las montañas, donde se mantuvieron en libertad hasta el siglo XVIII.
Con el paso del tiempo, el poni galés se consolidó como un animal de trabajo y de compañía. Su resistencia y capacidad de adaptación lo hicieron indispensable en entornos rurales, y hoy se mantiene como una raza apreciada en distintos ámbitos ecuestres.
Origen y variedades
De acuerdo con Terránea, marca especializada en seguros para caballos, este tipo de ejemplares descienden de la mezcla entre ponis autóctonos de Gales y caballos orientales. En 1902, con la creación de la Sociedad del Poni Welsh Cob, se establecieron cuatro variedades según su morfología y aptitudes deportivas.
Las variantes son: Welsh Mountain o Poni Galés de Montaña, con una alzada de 1,15 a 1,22 metros, recomendado para actividades infantiles; el Poni Welsh, de 1,23 a 1,37 metros, con buen desempeño en doma y salto; el Poni Welsh de tipo Cob, más fuerte pese a medir menos de 1,37 metros; y el Welsh Cob, la variedad más grande, entre 1,37 y 1,52 metros, utilizada en actividades como caza deportiva o pruebas de cross-country.
Según Terránea, “Se trata de una raza mansa, cariñosa y muy inteligente. Su carácter es alegre, vivaz y activo. Ideal para disfrutar con él del ocio, en excursiones y trekking”.
Adaptación y presencia en el deporte

Históricamente, todas las variedades de poni welsh se usaron como animales de albarda, es decir, para transportar cargas en zonas montañosas. Los ejemplares más grandes, los Welsh Cob, fueron apreciados por granjeros hasta la aparición del tractor. Durante las dos guerras mundiales, esta variedad se empleó en el ejército británico como caballo de carga y en centros de cría militar.
Este equino se caracteriza por ser robusto, con paso ágil y seguro en terrenos escarpados, lo que lo hace adecuado para labores como el cuidado de rebaños de ovejas. También sobresale en disciplinas deportivas como salto, doma, tiro, volteo y polo. Puede alcanzar velocidades de hasta 12 km por hora y soportar el peso de un jinete adulto en recorridos largos.
De acuerdo con E Horse, empresa dedicada a la venta de equinos, un ejemplar de esta raza puede llegar a costar hasta 20 mil euros. Además, su exportación hacia países como Australia en el siglo XIX dio origen a nuevas razas, entre ellas el poni australiano, que comparte características con el antepasado galés.
Últimas Noticias
Rescatistas en Kenia ayudan a una jirafa con una lata de pintura atorada en su pezuña
El objeto metálico le impedía caminar y ponía en riesgo la supervivencia del animal

La historia de Jabba, el sapo que convirtió el calzado de una mujer en su ‘casa de verano’
El anfibio, nombrado en honor a un personaje de Star Wars, estableció un vínculo con la familia, repitiendo cada año su visita estacional

El día que la IA le jugó una mala pasada a Rafael Nadal con el tema de los perros callejeros
En los últimos meses, diversas cuentas en redes sociales atribuyen a deportistas famosos la creación de refugios para animales, utilizando imágenes generadas con inteligencia artificial
Avispa recién descubierta es nombrada Heinrichiellus Natgeo en honor a la National Geographic Society
El hallazgo de la especie en Arunachal Pradesh duplica el número conocido del género y extiende su distribución geográfica desde Rusia y Japón hasta el sudeste asiático

El caballo Bretón: fuerza, historia y tradición francesa
Su temperamento dócil lo convirtió en aliado de trabajadores rurales
