Mujer en Oklahoma incuba un presunto huevo de pavo, pero cuando eclosiona, recibe a una criatura inesperada

Tras más de un mes de incubación, después de su nacimiento, el animal fue entregado a un centro de rescate

Guardar
Tras incubar un huevo pensando
Tras incubar un huevo pensando que era de pavo, una mujer identificó un buitre y lo entregó a un centro de rescate. (Tiktok: @employee_of_the_moment)

Un sencillo acto de curiosidad terminó en una experiencia inolvidable para Whitney Robbins, una mujer de Oklahoma que decidió incubar un misterioso huevo encontrado en un granero abandonado, creyendo que era de pavo, sin embargo, la naturaleza tenía preparada una sorpresa muy distinta.

Hace algunos años, una familia vecina a Robbins decidió demoler un viejo granero en su propiedad. Mientras lo limpiaban, encontraron un huevo solitario, de aspecto extraño, reposando entre los escombros. Recordando que la mujer tenía pavos en su terreno, optaron por regalarle el huevo, asumiendo que podría haber sido puesto accidentalmente por una de sus aves.

Ella aceptó el obsequio sin pensar demasiado en ello, aunque no podía confirmar que el huevo fuera de pavo, la similitud entre los huevos de varias especies de aves le dio cierta seguridad. Así, motivada por la curiosidad, colocó el huevo en su incubadora casera.

Pasaron más de cuatro semanas sin señales de vida, por lo que Robbins comenzó a perder la esperanza, hasta que una pequeña grieta apareció en el cascarón. Lo que siguió fue un proceso lento y emocionante: “Le tomó dos días emerger completamente”, comentó Robbins en una entrevista para The Dodo For Animal People, una plataforma con enfoque emocional hacia el cuidado y la defensa de los animales.

La sorpresa al eclosionar

El ave, identificada como un
El ave, identificada como un pavo buitre, fue entregada a un centro de rescate especializado tras su nacimiento. (Tiktok: @employee_of_the_moment)

Pero el verdadero asombro llegó cuando el ave finalmente se dejó ver por completo.

“La forma del pico fue lo primero que me alarmó”, recordó. “En el momento en que sacó la cabeza y pude ver una curva en el pico, pensé: ‘Oh, no, eso definitivamente no es un pavo’”.

La criatura tenía plumas blancas y esponjosas, con un pico negro curvo y la cara desnuda, en evidente contraste con los pavitos bebés, que suelen tener un plumaje amarillo y picos rosados. De esa forma, Robbins no tardó en darse cuenta de que no se trataba de un ave de corral.

“No tenía ni idea de qué era hasta que se secó”, explicó a The Dodo. “Y cuando vi su cara calva, pensé: ‘¡Dios mío, creo que es un buitre!’”.

Tras una breve investigación, la mujer confirmó sus sospechas, el ave no era un pavo, sino un “pavo buitre”, una especie nativa de América. “Estábamos medio en lo cierto”, dijo con humor.

Sabiendo que se trataba de un animal silvestre y no de una mascota doméstica, Robbins actuó con responsabilidad y puso al polluelo bajo el cuidado de un centro de rescate especializado en aves rapaces, donde tendría las condiciones necesarias para desarrollarse con seguridad.

¿Cuál es el papel de los buitres en el ecosistema?

A diferencia de otras aves,
A diferencia de otras aves, los buitres no matan a sus presas; se alimentan exclusivamente de animales ya muertos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Aunque su tiempo con el pequeño polluelo fue breve, la experiencia marcó a Robbins, especialmente porque su investigación le ayudó a aprender sobre dichas aves “que a menudo son vistas con desdén o temor”, cambiando por completo su perspectiva.

“Mucha gente piensa que los buitres son animales terribles, que son crueles o agresivos”, señala para The Dodo. “Pero son fundamentales para el ecosistema. Son esenciales para prevenir la propagación de enfermedades”.

Y no se equivoca. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), los buitres juegan un papel clave en mantener los ecosistemas limpios. Su dieta basada en carroña, es decir, restos de animales muertos, permite que limpien el entorno antes de que los cadáveres se descompongan y generen patógenos peligrosos.

Su estómago posee un nivel de acidez comparable al de una batería, lo que les permite digerir bacterias tan letales como las del botulismo o el ántrax. En algunas regiones como África, los buitres consumen hasta el 70% de los cadáveres de grandes mamíferos, evitando así focos de infección y enfermedades.

Para reconocer esta importante labor, cada 7 de septiembre se celebra el Día Internacional del Buitre, una fecha dedicada a generar conciencia sobre la necesidad de proteger a estas aves, muchas de las cuales están en peligro de extinción.

Hoy, Robbins mira al cielo con otros ojos y cada vez que ve un buitre sobrevolando su propiedad, siente una conexión especial con aquella pequeña criatura que inesperadamente cambió su percepción.

“Saber que pudimos, aunque fuera un poco, contribuir a su supervivencia, es algo que atesoramos profundamente en nuestros corazones”, concluyó.