Corte Suprema de India ordena liberar a los perros callejeros retirados de Nueva Delhi

Tras protestas de activistas y celebridades, el máximo tribunal permitió el regreso de estos animales después de ser esterilizados y vacunados

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Activistas muestran carteles durante una
Activistas muestran carteles durante una protesta contra el fallo del alto tribunal del país que ordenó a las autoridades de Nueva Delhi que saquen a todos los perros sin dueño de las calles, los esterilicen y los reubiquen en albergues de forma permanente. (AP)

A raíz de un alarmante aumento de casos de mordeduras y brotes de rabia, el debate sobre qué hacer con los perros callejeros en la capital india llegó hasta los tribunales, sin embargo, la medida judicial urgente para retirar a todos los canes sin dueño de las calles de Nueva Delhi, terminó siendo revertida parcialmente por la propia Corte Suprema del país.

El lunes 11 de agosto de 2025, el Tribunal Supremo emitió una orden para retirar de manera inmediata a todos los perros callejeros de la capital, como parte de un esfuerzo por atajar lo que calificó como una evidente crisis sanitaria. Esta medida se produjo después de varios incidentes graves, incluyendo la muerte de un bebé de siete meses que fue atacado por un perro en Noida, una ciudad satélite de Nueva Delhi. El trágico suceso, ocurrido a finales de 2023, generó indignación pública y renovó el debate sobre la seguridad en las calles ante la presencia de animales callejeros.

La decisión del tribunal provocó una fuerte reacción en la opinión pública. Organizaciones animalistas, políticos opositores e incluso celebridades de Bollywood alzaron la voz en contra de lo que calificaron como una “sentencia de muerte” para los animales, tildando la medida de “ilegal, anticientífica y contraproducente”, según reportó la agencia de noticias EFE.

Finalmente, el viernes 22 de agosto, la Corte Suprema revirtió parcialmente su decisión y ordenó la liberación de todos los perros callejeros que fueron retirados de las calles de Nueva Delhi, después de que hayan sido esterilizados y vacunados. Según la agencia Associated Press (AP), el fallo también exige que los animales sean devueltos a las mismas localidades de las que fueron retirados y que se habiliten espacios designados para su alimentación en toda la capital.

El nuevo dictamen judicial excluye a los perros infectados con rabia o aquellos que presenten un comportamiento agresivo, no obstante, activistas y defensores de los derechos de los animales celebraron la resolución como una victoria para la protección animal, aunque reconocen que aún queda mucho por hacer.

Una crisis de salud pública

Un perro en un vertedero
Un perro en un vertedero de Mysuru, India. (Bloomberg/Samyukta Lakshmi)

El crecimiento desmedido de la población de perros callejeros en la India no es un fenómeno reciente, pero ha alcanzado niveles alarmantes en los últimos años. Las estimaciones sitúan el número de perros sin dueño solo en Nueva Delhi entre 500 mil y un millón, lo que representa un desafío sanitario de enormes proporciones.

Uno de los principales factores que alimenta esta crisis es la gestión deficiente de los residuos urbanos, pues las calles de las grandes ciudades indias, incluida Nueva Delhi, están plagadas de basura sin recolectar. Solo en Mumbai, por ejemplo, se calcula que al menos 500 toneladas de desechos quedan sin recoger cada día, lo cual crea un ambiente propicio para que los perros callejeros, que son carroñeros por naturaleza, se alimenten de restos en descomposición, plásticos y materiales tóxicos.

“Muchos de estos perros mueren asfixiados con plástico o tras ingerir algo que les causa una muerte lenta y dolorosa”, relata la fotógrafa Jasmine Monrouxe en un reportaje para The Dodo For Animal People, una plataforma especializada en el cuidado y defensa de los animales.

Además del problema de la basura, la falta de campañas efectivas de esterilización y vacunación contribuye al crecimiento sin control de esta población. Se estima que apenas el 15% de los perros en India están vacunados. La situación es tan grave que el país concentra aproximadamente un tercio de todas las muertes humanas por rabia en el mundo, con cerca de 20 mil fallecimientos anuales, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Entre enero y julio de 2025, en la capital india se registraron 49 casos de rabia, aunque no todos ellos fueron directamente vinculados a mordeduras de perro. Aun así, las autoridades sanitarias continúan alertando sobre los peligros de este virus, que invade el sistema nervioso central y suele ser letal si no se trata a tiempo.

Un debate entre salud pública y derechos animales

La crisis de perros callejeros
La crisis de perros callejeros en India se agrava por la mala gestión de residuos y la falta de campañas de vacunación. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La reciente decisión de la Corte Suprema de India representa un nuevo capítulo en el complejo equilibrio entre la seguridad ciudadana y el respeto a los derechos de los animales. Si bien los datos sobre mordeduras, rabia y muertes son preocupantes, muchos señalan que las soluciones propuestas hasta ahora han sido reactivas y poco sustentadas.

La orden inicial de retirar a todos los perros sin dueño a refugios generó preocupación no solo por su impacto sobre los animales, sino también por su viabilidad. Activistas argumentan que el traslado masivo no solo sería ineficiente, sino también cruel, al romper vínculos sociales entre los animales y las comunidades locales que muchas veces los cuidan, alimentan e incluso esterilizan de forma voluntaria.

“Muchos de los perros que deambulan por las calles son inofensivos”, insisten los defensores citados en The Dodo. La nueva orden judicial parece reconocer este punto, al limitar la reclusión solo a aquellos casos en los que se compruebe que el perro es agresivo o está enfermo.

El desafío ahora para las autoridades locales será implementar espacios seguros para la alimentación de los animales y garantizar que las campañas de esterilización y vacunación se realicen de forma masiva y sostenida, así, las decisiones futuras deberán equilibrar el respeto por la vida animal con la necesidad urgente de proteger a los ciudadanos.