Un pato endémico en Madagascar reaparece tras 15 años sin dejar rastro

La conversión de humedales en áreas agrícolas, la caza indiscriminada y la introducción de especies invasoras fueron los principales factores para que esta ave desapareciera por un largo tiempo

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El porrón malgache, endémico de
El porrón malgache, endémico de Madagascar, estuvo desaparecido 15 años debido a la destrucción de humedales, caza y especies invasoras que redujeron drásticamente su población. (Wikimedia Commons)

El porrón malgache, conocido científicamente como Aythya innotata, es una especie endémica de Madagascar que mide alrededor de 46 centímetros de longitud y presenta un plumaje predominantemente en tonos pardos oscuros, con el vientre blanco. Una de sus características más distintivas es una banda blanca en las plumas de vuelo, que sólo se aprecia cuando extiende las alas.

Esta ave fue considerada extinta durante varias décadas debido a la rápida destrucción de su hábitat natural, gracias a la conversión de humedales en áreas agrícolas y la caza indiscriminada.

La pérdida de sus lugares de anidación y alimentación, junto con la introducción de especies invasoras, hizo que la especie desapareciera prácticamente del paisaje, lo que llevó a que los científicos y conservacionistas lo dieran por perdido por 15 años.

Redescubrimiento del porrón malgache

El equipo internacional rescata huevos
El equipo internacional rescata huevos y reintroduce el porrón malgache en el lago Sofía, colaborando con comunidades locales para proteger esta especie en peligro crítico. (Wikimedia Commons)

Durante una expedición en 2006 para estudiar al aguilucho lagunero malgache en un lago remoto del norte de Madagascar, Lily-Arison Réné de Roland, entonces directora nacional del Fondo Peregrino en la región, realizó un hallazgo inesperado. “Al levantar los binoculares vi una bandada de porrones nadando en el agua. Me sorprendió profundamente, porque sabía que no deberían existir”, recordó en entrevista para DW Español, expresando así la gran emoción que le causó descubrir una especie que se creía desaparecida para siempre.

Tras este sorprendente avistamiento, comenzó un largo y minucioso esfuerzo que se ha extendido por más de una década.

Un equipo internacional conformado por el Wildfowl and Wetlands Trust (WWT), Durrell Wildlife Conservation Trust, The Peregrine Fund y el gobierno de Madagascar, trabajó conjuntamente para rescatar una nidada de huevos de porrón malgache y llevar a cabo un programa de cría en cautiverio destinado a aumentar la población y evitar la extinción de esta especie única.

Posteriormente, el equipo recorrió todo el país en busca del lugar más adecuado para la reintroducción de las aves criadas en cautiverio, eligiendo finalmente el lago Sofía, ubicado en el norte del país.

Desde entonces, han trabajado en estrecha colaboración con las comunidades locales que habitan alrededor del lago y dependen de sus recursos, como el agua, los peces y las plantas.

Entre las principales iniciativas que forman parte de este esfuerzo integral destacan programas de monitoreo continuo, conservación de hábitats y cría en cautiverio, acompañados de campañas para generar conciencia en la población local, con el objetivo de minimizar el riesgo de extinción y fomentar una convivencia sostenible entre las comunidades y su entorno natural.

Amenazas ambientales y humanas que enfrenta el porrón malgache

La transformación de humedales y
La transformación de humedales y la introducción de especies invasoras han provocado un fuerte declive en las poblaciones de aves acuáticas en Madagascar, poniendo en riesgo su supervivencia. (Wikimedia Commons)

El declive de su especie ha sido provocado por múltiples factores como la transformación de humedales en áreas agrícolas, la tala y quema de bosques para cultivo, la introducción de especies depredadoras como ratas y peces no nativos, y la caza con redes que capturan muchas aves acuáticas.

El Grupo de Especialistas en Aves Acuáticas Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza explicó en un artículo para el National Geographic que “cuando una especie es tan rara, es fácil pensar que sobrevive porque el entorno es bueno, pero la verdad es que no tienen a dónde ir”, enfatizando la urgencia de establecer medidas para proteger y restaurar su hábitat y la caza indiscriminada.