Ballena jorobada hace sorpresiva aparición en el puerto de Sídney y detiene el tráfico marítimo

Autoridades marítimas escoltaron al animal, estableciendo una zona de exclusión para minimizar su estrés ante la alta concentración de embarcaciones

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La imponente cola de la
La imponente cola de la ballena jorobada emergió a pocos metros de las embarcaciones, generando admiración y cautela entre los navegantes del puerto de Sídney. (AP Foto/Mark Baker, Archivo)

El paso de una joven ballena jorobada por el puerto de Sídney, en Australia, durante la semana pasada causó un gran revuelo a la vez que provocó caos en el tránsito marino de la zona.

Su presencia hizo que las autoridades portuarias suspendieran temporalmente el tránsito de transbordadores para garantizar la seguridad tanto del animal como de los pasajeros.

“Los transbordadores pausaron sus servicios brevemente siguiendo el consejo del Servicio de Parques Nacionales y Vida Silvestre (NPWS, por sus siglas en inglés)”, dijo Mel Hall, portavoz y representante de dicha organización.

Las imágenes tomadas por las personas a bordo de las embarcaciones capturaron momentos impactantes, mostrando la imponente cola del cetáceo emergiendo del agua a pocos metros del barco.

La rápida actuación de las autoridades marinas, siguiendo las indicaciones del NPWS, evitaron cualquier riesgo y convirtieron esta inesperada visita en todo un espectáculo que despertó admiración ante los afortunados testigos.

El tránsito acuático en el puerto de Sídney es muy activo durante las horas de mayor tránsito, por lo que la aparición de una ballena en estas circunstancias ocasiona retrasos y medidas especiales.

No obstante, este tipo de avistamientos forman parte del comportamiento natural de estas especies, que migran a lo largo de la costa australiana durante ciertas épocas del año.

Medidas de protección y escolta de la ballena

Equipos de NPWS y Maritime
Equipos de NPWS y Maritime NSW establecieron una zona de exclusión para proteger a la ballena juvenil y minimizar el estrés causado por la alta actividad de embarcaciones recreativas. (Gobierno del Perú)

Ante esta sorpresiva visita, los equipos de NPWS y Maritime NSW coordinaron el acompañamiento del mamífero para protegerla y regular el tráfico marítimo.

Vanessa Pirotta, científica experta en ballenas de la Universidad Macquarie, viajó con la tripulación para aportar asesoramiento técnico y asegurar que el procedimiento ayudara a minimizar el estrés del animal.

Para garantizar la seguridad, se estableció una zona de exclusión alrededor de la ballena, impidiendo que otras embarcaciones se acercaran demasiado. La alta densidad de navíos recreativos en el puerto podría haber alterado la conducta del cetáceo, por lo que el objetivo principal fue permitir que el animal pudiera nadar con la mayor tranquilidad posible, evitando con ello cualquier accidente o daño.

Durante la escolta, las autoridades monitorizaron el avance de la ballena y ajustaron el tránsito acuático para que la salida del animal del puerto fuera gradual y sin conflictos con el tráfico marítimo habitual. Al mediodía, según reportaron, ya se encontraba en la entrada del puerto o incluso lo había abandonado, poniendo fin a su inesperado pero controlado paso.

Mel Hall explicó que “las perturbaciones causadas por todas esas embarcaciones recreativas pueden causarle un poco de estrés y nerviosismo” a la ballena. Por ello, enfatizó la importancia de velar por su bienestar, con el fin de permitir que el animal pueda desenvolverse con la mayor naturalidad posible durante su paso por el puerto, evitando así alteraciones en su comportamiento que pudieran poner en riesgo su seguridad y la de las personas.

Recomendaciones para la navegación alrededor de ballenas

Transport for NSW Maritime recordó
Transport for NSW Maritime recordó la importancia de mantener distancia mínima y evitar detener embarcaciones para no alterar la ruta natural de las ballenas en la costa este australiana. (© Paul Hilton Greenpeace)

Cada año, cerca de 40 mil ballenas jorobadas migran desde la Antártida hacia el norte a lo largo de la costa este de Australia, y es común que ejemplares jóvenes se desvíen hacia zonas portuarias concurridas.

Transport for NSW Maritime, agencia encargada de gestionar los servicios de transporte para garantizar el paso seguro del animal, recomendó que “los navegantes deben mantener una distancia mínima de 100 metros con ballenas adultas y de 300 metros en caso de crías”.

Además, advirtió que “está prohibido que las embarcaciones se detengan para esperar o seguir a los cetáceos, con el propósito de no interferir en su ruta natural y garantizar la seguridad y bienestar de estos animales marinos”.

Finalmente, tanto las autoridades como el público mostraron colaboración y educación durante el suceso, siguiendo estrictamente las indicaciones para proteger a la ballena y a las personas.