El hallazgo que alertó a las aduanas europeas: 1.500 tarántulas ocultas en un envío desde Vietnam

Funcionarios del aeropuerto de Colonia Bonn, en Alemania, realizaron un hallazgo insólito al interceptar un cargamento procedente de Vietnam que, en lugar de contener bizcochos de chocolate, como indicaba su etiqueta, escondía aproximadamente mil 500 tarántulas jóvenes dentro de pequeñas cápsulas de plástico.

En un comunicado emitido el pasado 14 de julio, las autoridades explicaron que la magnitud del hallazgo sorprendió incluso a los inspectores más veteranos. “Mis compañeros del aeropuerto se sorprenden a menudo con el contenido de paquetes prohibidos procedentes de todo el mundo, pero el hecho de encontrar alrededor de mil 500 contenedores de plástico con crías de tarántula dejó atónitos incluso a los más experimentados”, declaró Jens Ahland, portavoz de la aduana de Colonia.

El descubrimiento ocurrió hace tres semanas, después de que un “olor notable” despertara sospechas entre los agentes aduanales, según reportó la cadena CBS News.

Según informaron las autoridades, el paquete tenía como destino la región de Sauerland, en Alemania, y ya se ha iniciado un proceso penal contra la persona a la que iba dirigido. Las indagatorias preliminares señalan posibles irregularidades tanto en el pago de los derechos de importación como en el cumplimiento de las declaraciones aduaneras exigidas por la ley.

Además, se confirmó que una gran parte de los arácnidos no sobrevivió al viaje, lo que podría constituir una infracción a la normativa alemana de protección animal. Las tarántulas que lograron resistir fueron puestas bajo el cuidado de un especialista.

En declaraciones a The Associated Press, el portavoz Jens Ahland indicó que aún se está calculando el valor total del cargamento. Por ahora, el caso permanece bajo investigación, mientras las autoridades aduaneras subrayan la gravedad del intento de tráfico y las condiciones en las que eran transportados los animales, en aparente violación de las regulaciones nacionales e internacionales sobre comercio y bienestar de especies vivas.

Las tarántulas son arácnidos de gran tamaño, cubiertos de vello, que en edad adulta alcanzan en promedio los 12,7 centímetros de longitud corporal, y hasta 28 centímetros si se incluyen sus patas extendidas. Según la Federación Nacional de Vida Silvestre, son especies longevas que pueden vivir hasta 30 años en estado salvaje, de acuerdo con datos de National Geographic.

Aunque su aspecto puede generar temor, estas arañas no representan una amenaza real para los seres humanos. Su veneno es de baja intensidad y su picadura, aunque dolorosa, no es peligrosa; incluso es menos tóxica que la de una abeja común. Por esta razón, entre los aficionados a los invertebrados, las tarántulas son mascotas cada vez más populares.

Estas arañas se encuentran distribuidas en zonas tropicales, subtropicales y áridas de distintos continentes. Habitan principalmente en madrigueras subterráneas y son expertas cazadoras nocturnas. Se alimentan de insectos y, en algunos casos, de presas mayores como sapos, ratones o pequeñas aves, a las que paralizan con veneno antes de consumir mediante digestión externa.

Durante su proceso de muda, las tarántulas reemplazan su exoesqueleto y pueden regenerar órganos internos y apéndices perdidos. Tienen pocos depredadores, aunque enfrentan amenazas como las avispas Pepsis, que depositan huevos en su cuerpo tras paralizarlas. En cuanto a la reproducción, una sola hembra puede llegar a tener entre 500 y mil crías por temporada.