Chimpancés viralizan una extraña moda: corren con hierbas en orejas y glúteos

Este comportamiento revela que los primates imitan lo que ven y perciben en su entorno, fortaleciendo la cohesión social y creando tradiciones similares a las humanas

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En el santuario Chimfunshi, Zambia,
En el santuario Chimfunshi, Zambia, chimpancés como Julie y Juma adoptan la peculiar costumbre de llevar briznas de hierba en las orejas o glúteos, un comportamiento sin función física aparente que se propaga socialmente y fortalece la cohesión del grupo. (Chimfunshi Wildlife Orphanage Trust)

En el Orfanato para Animales Salvajes Chimfunshi, en Zambia, un grupo de chimpancés llamó la atención de un grupo de investigadores al adoptar una conducta inusual, llevar briznas de hierba en las orejas o en los glúteos mientras se desplazan.

Este curioso fenómeno fue documentado por un equipo internacional liderado por Edwin van Leeuwen, profesor asistente de comportamiento animal y cognición en la Universidad de Utrecht.

El comportamiento, sin un propósito físico o médico aparente, se ha extendido rápidamente entre los primates del santuario. “Se propaga socialmente, de ejemplar a ejemplar”, señalan los autores del estudio, quienes detectaron que esta tendencia surgió inicialmente en un grupo y, años después, apareció de forma independiente en otro, sin contacto directo entre ellos.

Todo comenzó en 2010 con una hembra llamada Julie, que fue vista introduciendo repetidamente hierba en su oreja. Siete homínidos más adoptaron esta práctica, y aunque Julie falleció en 2013, la costumbre se mantuvo dentro de su grupo.

Más de diez años después, un macho llamado Juma innovó llevando la brizna al trasero, dando origen a una nueva variante que rápidamente fue imitada por la mayoría de sus compañeros.

Influencia humana y transmisión social: ¿Cómo nace una moda animal?

En el santuario Chimfunshi, algunos
En el santuario Chimfunshi, algunos chimpancés imitaron a cuidadores humanos que usaban ramitas para limpiarse los oídos, dando origen a la tendencia de llevar briznas de hierba.

El estudio sugiere que los cuidadores humanos pudieron haber influido en la aparición de esta tendencia. En algunos casos, los trabajadores del santuario admitieron limpiarse los oídos con ramitas o fósforos, lo cual pudo haber sido observado y replicado por los chimpancés.

Sin embargo, la variante de la hierba en el trasero surgió en un grupo sin esa influencia directa, lo que refuerza la hipótesis de una transmisión social interna y espontánea.

Los investigadores subrayan que este tipo de conductas no se han observado en primates en estado natural, lo que sugiere que las condiciones de vida en el santuario, con menos exigencias diarias, facilitan la aparición de estas modas. “En este entorno, los animales no necesitan estar tan atentos ni invertir tanto esfuerzo en la búsqueda de alimento”, señaló Edwin van Leeuwen.

Más allá de la utilidad: moda, cultura y cohesión en el reino animal

La costumbre de llevar briznas
La costumbre de llevar briznas de hierba en orejas y glúteos en chimpancés del santuario Chimfunshi revela su capacidad para imitar y transmitir comportamientos arbitrarios, similares a las modas humanas.

La moda de llevar briznas de hierba en orejas y glúteos no parece tener un beneficio práctico, pero pone de manifiesto la capacidad de estas criaturas para imitar y transmitir comportamientos arbitrarios, muy similares a los humanos.

Tal como ocurre cuando una persona se afeita una línea en la ceja o adopta una bufanda de moda, la mayoría de estas conductas no son invenciones individuales, sino que se replican al observar a otros.

Los investigadores comparan este fenómeno con otras tendencias animales, como las orcas del Pacífico Noroeste que nadan con salmones muertos sobre la cabeza, sin un beneficio claro.

La observación de este tipo de conductas en chimpancés aporta nuevas perspectivas sobre el aprendizaje social y la formación de tradiciones en especies no humanas. Asimismo, consideran que estos “modismos” pueden servir como mecanismos de cohesión y diferenciación grupal, funcionando como símbolos de pertenencia.

El hallazgo es relevante porque desafía la idea de que sólo los humanos pueden transmitir culturalmente comportamientos sin una función práctica clara. “Esto demuestra que, al igual que los humanos, los animales también imitan comportamientos aparentemente sin sentido”, afirma Van Leeuwen.

Jake Brooker, investigador de la Universidad de Durham y coautor del estudio, destaca la importancia de estas observaciones: “La capacidad de copiar detalles pequeños y aparentemente inútiles podría ser una clave para entender la evolución cultural, y los primates muestran que pueden hacerlo”.