Cómo jugar con un perro mayor: cuatro actividades seguras y llenas de amor para hacerlo sentir joven otra vez

Estas opciones permiten mantenerlos activos, fortalecer su cuerpo y estimular su mente, promoviendo una vida plena y saludable durante la vejez

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El envejecimiento en perros varía
El envejecimiento en perros varía según la raza y el tamaño, afectando su energía y necesidades físicas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El envejecimiento es un proceso natural en el que, a medida que los perros avanzan en edad, su nivel de energía disminuye y sus necesidades físicas y emocionales cambian, sin embargo, esto no significa que deban dejar de jugar o ejercitarse.

Determinar en qué momento un can entra en esta categoría depende en gran medida del tamaño y la raza. De acuerdo con la clínica veterinaria Vital, especializada en terapias integrativas, los perros de razas grandes o gigantes suelen envejecer más rápido y se consideran de edad avanzada a partir de los siete u ocho años. En cambio, las razas pequeñas alcanzan esa etapa más tarde, entre los 10 y 11 años.

A partir de entonces, suelen mostrar cambios notables en su metabolismo y nivel de actividad. Según la marca de productos para mascotas Pet Life, los lomitos tienden a volverse menos activos y generalmente oponen resistencia a algunas actividades físicas, lo que hace aún más importante buscar formas de mantenerlos dinámicos sin sobreexigirlos.

En este contexto, especialistas en salud animal coinciden en que es posible, y recomendable, incorporar en la rutina de los perros mayores actividades para estimular su mente, fortalecer su cuerpo y hacerlos sentir más animados.

Los juegos ejercicios más accesibles para un perro anciano

Las caminatas cortas y moderadas
Las caminatas cortas y moderadas ayudan a mantener la movilidad y el ánimo de los perros mayores.

Una caminata diaria, realizada con moderación, puede ser una excelente herramienta para mantener en movimiento los músculos y articulaciones de un perro mayor. Pet Life recomienda que estos paseos no excedan los 15 a 20 minutos y se realicen a paso tranquilo, prestando atención al ritmo y señales del animal.

Observar detenidamente al perro durante la caminata es esencial, ya que si muestra jadeo excesivo, fatiga visible o dificultad para continuar, lo recomendable es detenerse y ajustar la duración en función de su capacidad física. Con el tiempo, estas salidas se pueden adaptar a las necesidades del animal, ayudando a mantener su movilidad y también su ánimo.

Jugar en el agua

Las actividades acuáticas benefician a
Las actividades acuáticas benefician a perros con problemas articulares, mejorando su fuerza y movilidad sin impacto.

Las actividades en el agua representan una opción ideal para perros mayores, especialmente en aquellos con problemas articulares o musculares, pues les permite fortalecer el cuerpo sin el impacto habitual del movimiento sobre el suelo. Puede realizarse en una alberca tranquila o incluso en una bañera grande, siempre bajo supervisión. Entre sus beneficios se encuentran:

  • Fortalecimiento muscular: el agua ofrece mayor resistencia que el aire, lo que favorece el desarrollo muscular.
  • Reducción de rigidez: en perros con artrosis, nadar o moverse en el agua ayuda a mejorar la amplitud de movimiento y a disminuir el dolor.
  • Recuperación postoperatoria: es útil tras intervenciones quirúrgicas, como rotura de ligamentos o hernias discales.
  • Mejora en casos neurológicos: puede contribuir a recuperar la marcha y la coordinación en perros con parálisis parcial o total.

Una recomendación fundamental es evitar aguas con mucha corriente o agitación, ya que podrían exigir un esfuerzo adicional. Al finalizar, se debe secar al perro cuidadosamente para prevenir episodios de hipotermia, una condición a la que son más vulnerables en la vejez.

Una pelota para mantener su mente activa

El juego con pelotas blandas
El juego con pelotas blandas estimula la mente y la agilidad de los perros mayores sin riesgo de lesiones dentales.

El clásico juego de lanzar la pelota no tiene por qué quedar en el pasado, ya que incluso los perros mayores pueden disfrutarlo si se adapta su intensidad. La clave está en reducir la distancia del lanzamiento y permitir que el animal se mueva a su propio ritmo.

El uso de pelotas blandas es fundamental para evitar daños dentales, además, el refuerzo positivo, como caricias o premios, puede motivar al perro a seguir participando en esta actividad que no solo ayuda a mantener la movilidad, sino que también estimula su agilidad mental.

Tomar el sol

La exposición controlada al sol
La exposición controlada al sol favorece la producción de serotonina y vitamina D en perros de edad avanzada.

Cuando la actividad física es limitada, la exposición al sol puede ser una herramienta complementaria. Según el consultorio veterinario Las Labradas, dirigido por el médico veterinario José Antonio Pérez Almaraz, favorece la producción de serotonina, una hormona relacionada con el bienestar emocional tanto en humanos como en animales, además, proporciona otros beneficios:

  • Síntesis de vitamina D: ayuda a absorber calcio, necesario para mantener huesos y dientes fuertes.
  • Regulación del sueño: la luz natural contribuye a estabilizar el reloj biológico del perro, lo que mejora su descanso nocturno.
  • Alivio del dolor: el calor solar tiene un efecto terapéutico en casos de artritis o dolencias articulares, reduciendo la rigidez y mejorando la movilidad.

Se recomienda que el animal esté en un espacio controlado, con agua disponible, evitando exposiciones prolongadas durante horas de alta radiación.

Consideraciones especiales para perros mayores

El asesoramiento veterinario es clave
El asesoramiento veterinario es clave antes de iniciar nuevas rutinas de ejercicio en perros envejecidos.

Antes de comenzar una rutina de juegos con un perro mayor, la marca especializada en suplementos nutricionales para mascotas Petia señala que es fundamental considerar algunas precauciones que garanticen su seguridad y bienestar.

  • Supervisión constante: durante el juego, es necesario observar señales de fatiga, dolor o incomodidad. Cualquier signo de malestar debe ser motivo para detener la actividad y consultar al veterinario.
  • Entorno adaptado: el área debe estar libre de obstáculos y riesgos, particularmente, los suelos deben ser seguros y antideslizantes.
  • Calentamiento y enfriamiento: se aconseja iniciar y concluir cada actividad con movimientos suaves, como caminatas lentas, para preparar y relajar los músculos del animal.
  • Asesoramiento veterinario: siempre es recomendable consultar con un profesional antes de comenzar una nueva rutina. Cada perro envejece de manera distinta, y su condición de salud puede requerir ejercicios específicos o incluso restricciones.

Por todo esto, el envejecimiento no significa el fin del juego, ya que con actividades adaptadas, atención veterinaria y mucho cariño, los perros mayores pueden seguir disfrutando de una vida activa y plena, lo importante es acompañarlos en esta etapa con respeto, paciencia y compromiso por su bienestar.