Potro salvaje asiático en peligro sobrevive gracias a una yegua doméstica en un zoológico de Minnesota

Este es uno de los primeros casos de madres sustitutas en caballos de Przewalski, según reportó el equipo veterinario del zoológico

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Marat, potro de caballo de
Marat, potro de caballo de Przewalski, fue adoptado por Alice, una yegua doméstica Pony de las Américas, tras ser rechazado por su madre biológica en el Zoológico de Minnesota. (POLITICA INVESTIGACIÓN Y TECNOLOGÍA MINNESOTA ZOO)

Marat, un potro de caballo de Przewalski ha logrado sobrevivir gracias a un acto inesperado de maternidad adoptiva. Nacido hace casi dos meses en el Zoológico de Minnesota, Marat enfrentó serias complicaciones de salud que casi le cuestan la vida y tras recuperarse, su madre biológica lo rechazó, poniendo en riesgo su futuro.

Sin embargo, Alice, una yegua doméstica de la raza Pony de las Américas que recientemente perdió a su cría, lo aceptó como suyo. Este tipo de crianza por sustitución es poco común en caballos salvajes asiáticos.

A pesar de que esta especie se encuentra en peligro de extinción; halogrado sobrevivir y recuperarse gracias al respaldo de diversos programas de conservación. Estos esfuerzos han sido fundamentales para preservar su diversidad genética, facilitar su reproducción y, en muchos casos, permitir su reintroducción en sus hábitats naturales.

El desafío de la supervivencia y la crianza de Marat

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Marat, potro de caballo de Przewalski, superó graves complicaciones de salud gracias a cuidados intensivos y al instinto maternal de Alice, una yegua doméstica que lo adoptó tras ser rechazado por su madre biológica. (REUTERS/David W Cerny)

Marat nació con problemas en las extremidades que dificultaban su movilidad, lo que lo llevó a desarrollar una infección bacteriana grave. Annie Rivas, directora de salud animal del zoológico, explicó que el potro tuvo que ser tratado en la unidad de cuidados intensivos equinos de la Universidad de Minnesota para superar la neumonía y las heridas. “Y como le costaba seguirle el ritmo a mamá en la manada, pasaba mucho tiempo tumbado en el suelo y, por desgracia, desarrolló una sepsis bacteriana. Así que estuvo muy, muy enfermo”, dijo Rivas.

A pesar de su recuperación, su madre no lo aceptó de regreso y el equipo veterinario consideró la opción de criar al potro, pero reconocieron que lo mejor para un caballo salvaje era que aprendiera a comportarse como tal y fue entonces cuando Alice, la yegua doméstica, entró en escena.

A pesar de haber perdido a su propia cría, Alice mostró un instinto maternal inmediato hacia Marat, permitiéndole amamantarse y cuidarlo como si fuera suyo. “Fue realmente un final de cuento de hadas perfecto... Simplemente se conectaron de esa manera”, comentó Rivas.

Annie mencionó en entrevista para The Associated Press que el vínculo entre ambos ha sido fundamental para que Marat aprenda las habilidades sociales necesarias para integrarse en una manada salvaje.

Alice le está enseñando a comportarse con otros caballos, y se espera que Marat se una pronto al grupo adulto de caballos de Przewalski en el zoológico, antes de que sea demasiado mayor para adaptarse.“

Sobre su comportamiento, Rivas destacó la fuerte personalidad que ha desarrollado Marat: “Sin duda es un caballo salvaje. Además de ser un semental, muestra un temperamento más intenso del que se esperaría en un potro doméstico a esta edad. Está intentando imponerse, demostrar que manda y es dominante. Intenta adelantarse, patear y afirmar su autoridad sobre mí”, afirmó Rivas.

La importancia de Marat para la conservación de los caballos salvajes

Los caballos de Przewalski, únicos
Los caballos de Przewalski, únicos caballos verdaderamente salvajes que existen, son más cortos y robustos que los domesticados, lo que hace que su crianza y rehabilitación sean un reto especial, según Kurt Heizmann, director de cuidado animal del zoológico.(REUTERS/David W Cerny)

Los caballos de Przewalski representan la única especie de caballo verdaderamente salvaje que aún existe en el mundo. Durante la década de 1960, fueron declarados extintos en su hábitat natural debido a la caza excesiva, la pérdida de hábitat y la competencia con el ganado doméstico. Afortunadamente, gracias a programas de conservación y cría en cautiverio, esta especie logró sobrevivir en zoológicos y reservas especiales.

En las últimas décadas, los esfuerzos de reintroducción han permitido que los caballos de Przewalski vuelvan a habitar las estepas de Mongolia, China, Rusia y Ucrania. Sin embargo, la población global sigue siendo reducida, con menos de 2,000 ejemplares en total.

Kurt Heizmann, director de cuidado animal del zoológico, destacó que estas especies son diferentes en comportamiento y constitución física a los caballos domesticados. “Son más cortos, robustos y nunca han sido verdaderamente domesticados”, explicó Heizmann a Associated Press, lo cual hace que la crianza y rehabilitación de un potro salvaje sea un reto único.