La conmovedora historia de Hércules, el perro que perdió la batalla contra la indiferencia en las calles

Su historia no solo conmovió a Guadalajara, sino también a miles de personas en internet que siguieron de cerca su proceso. El caso se convirtió en un recordatorio poderoso de lo que puede lograr un acto de empatía y humanidad hacia los animales más vulnerables

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El cánido, bautizado como Hércules,
El cánido, bautizado como Hércules, fue rescatado por una miembro del refugio que no pudo ignorar su sufrimiento y lo llevó a una clínica veterinaria para que recibiera atención urgente. (Instagram/@refugiobonitosygorditos)

El 25 de marzo, el refugio Bonitos y Gorditos, ubicado en Guadalajara, Jalisco, dio a conocer el caso de un perro mestizo en condiciones críticas. Fue encontrado a las afueras de un kínder, con múltiples tumores alrededor del hocico que le impedían comer. Su estado de salud era tan delicado que incluso quienes lo veían en la calle lo menospreciaban y le arrojaban piedras.

El cánido, bautizado como Hércules, fue rescatado por una miembro del refugio que no pudo ignorar su sufrimiento y lo llevó a una clínica veterinaria para que recibiera atención urgente. A través de su cuenta de Instagram (@refugiobonitosygorditos), dieron a conocer la situación, solicitando donaciones para cubrir los gastos médicos que implicaría su tratamiento. En su publicación escribieron:

“Hércules fue invisible para muchos, pero nosotros vamos a luchar para darle una nueva oportunidad y que pueda ser feliz”.

Los médicos detectaron que los tumores eran producto de papilomas, y que tendría que someterse a varias cirugías para poder comer y vivir con normalidad. Además, encontraron que había intentado tragar una bolsa de plástico, y su cuerpo estaba lleno de pulgas, garrapatas e infecciones. Pese a todo, el equipo veterinario comenzó con su tratamiento y los primeros resultados fueron alentadores.

Primeros avances y una luz de esperanza

Aún con todas las dificultades,
Aún con todas las dificultades, el pequeño luchador no se rendía; comenzó a comer por sí mismo y a mostrar mejor ánimo. (Instagram/@refugiobonitosygorditos)

El 27 de marzo, Hércules fue operado por primera vez y la intervención resultó un éxito. El refugio agradeció públicamente a la clínica Animalia y a las personas que donaron para hacer posible el procedimiento. Al día siguiente, compartieron un video donde el peludo de cuatro patas ya lucía mejor y sin los tumores externos.

Aunque el panorama era complicado, su cuidadora tenía claro que seguiría luchando por él. Durante los siguientes días, el can mostró avances. Dormía cómodo, se dejaba bañar y recibía alimento especial por medio de una jeringa. El primero de abril comenzó un tratamiento con inmunoestimulantes con la esperanza de salvar su lengua.

Pese a los cuidados, el 11 de abril se reportaron complicaciones. Su sistema inmune comenzaba a debilitarse y el tratamiento ya no era tan efectivo. Para darle un respiro, el 14 de abril fue llevado a descansar fuera del hospital veterinario, aunque debía seguir con su medicación diaria.

Aún con todas las dificultades, el pequeño luchador no se rendía; comenzó a comer por sí mismo y a mostrar mejor ánimo, pero el virus fue más fuerte. El papiloma regresó agresivamente, y el 2 de mayo se confirmó que su cuerpo ya no respondía ni siquiera a los tratamientos alternativos.

Un adiós lleno de amor y gratitud

A través de sus redes sociales, Bonitos y Gorditos agradeció a todos los veterinarios, donadores y personas que estuvieron al pendiente del proceso. (Instagram/@refugiobonitosygorditos)

El 3 de mayo, el refugio compartió un video donde se podía ver a Hércules disfrutando de su último paseo. Con profundo dolor, informaron que habían tomado la difícil decisión de dormirlo, ya que la enfermedad era irreversible y solo le estaba provocando más sufrimiento.

A través de sus redes sociales, Bonitos y Gorditos agradeció a todos los veterinarios, donadores y personas que estuvieron al pendiente del proceso. Aunque Hércules no logró superar la enfermedad, se fue tranquilo, rodeado de amor, cuidado y respeto.

Su historia no solo conmovió a Guadalajara, sino a miles de personas en el internet que conocieron su caso. Hércules ya no sufre, y su paso por este mundo deja un recordatorio del impacto que puede tener un solo acto de humanidad y empatía hacia los animales.