Perro poodle se une a un equipo de labradores para rescate en playas de España

El entrenamiento canino en rescate acuático evoluciona con nuevas técnicas para mejorar la seguridad y eficacia en salvamentos marítimos

Guardar
Nilo, el primer perro poodle
Nilo, el primer perro poodle en integrarse al equipo de rescate en la playa de Torrox, superó su miedo a multitudes y ruidos gracias a un riguroso entrenamiento, ganándose la admiración de miles en redes sociales.(REUTERS/Jon Nazca)

Nilo, un perro poodle de pelaje blanco, se ha convertido en el primer miembro no labrador en integrarse a un equipo de rescate en la playa de Torrox, Málaga.

Miguel Sánchez Merenciano, director técnico de la Unidad de Emergencia Canina, declaró en una entrevista para CNN que el canino tuvo que pasar por un proceso de adaptación antes de comenzar a trabajar: “Inicialmente mostraba miedo a las multitudes y a los ruidos fuertes, pero tras un riguroso entrenamiento ha superado estos desafíos y perfeccionado su técnica de nado, consolidándose como un valioso integrante del equipo de rescate.”

Este hecho ha despertado la atención de miles de usuarios en redes sociales, quienes han compartido y comentado la historia de Nilo. La combinación de su valentía, superación del miedo y habilidades en el agua ha generado admiración y viralidad, inspirando a amantes de los animales y entrenadores caninos a reconsiderar el potencial de razas menos comunes en labores de salvamento.

Entrenamiento especializado para un rescate eficaz

Nilo, entrenado para nadar horizontalmente
Nilo, entrenado para nadar horizontalmente y usar su cola como timón, se prepara junto a su equipo para intervenciones de rescate, con cuidados especiales para su salud y seguridad durante las operaciones. (REUTERS/Jon Nazca)

Miguel Sánchez Merenciano ha sido fundamental en la evolución del canino. Según explicó, “Nilo ha pasado de nadar vertical, lo cual es incorrecto, a nadar completamente horizontal, con brazadas perfectas, utilizando perfectamente la cola como un timón para girar y moverse”.

El equipo realiza entrenamientos continuos que combinan ejercicios en tierra y agua para preparar a los canes ante diferentes situaciones de emergencia. Sánchez-Merenciano detalló que durante una intervención “él es el primero en lanzarse al agua para llegar hasta la persona en peligro, tranquilizarla y luego pedir asistencia a uno de los perros, según la situación”.

Además, se cuida especialmente la salud de los caninos durante las operaciones, con hidratación constante, protección solar y uso de chalecos salvavidas, asegurando que Nilo y sus compañeros puedan trabajar en óptimas condiciones.

Opiniones divididas del público sobre la participación de Nilo en rescates acuáticos

Usuarios en redes sociales debaten
Usuarios en redes sociales debaten entre el cariño y respeto hacia los perros rescatistas y la preocupación por los riesgos que enfrentan, cuestionando las restricciones que limitan su acceso a las playas donde trabajan.(REUTERS/Jon Nazca)

Esta historia ha generado una amplia variedad de opiniones entre los usuarios en redes sociales. Algunos expresan admiración y ternura hacia el canino, destacando su valentía y habilidades con comentarios como “Qué lindo perrito” o “Por ellos me hago la que me estoy ahogando”, reflejando el cariño que muchos sienten por el canino y su labor.

Sin embargo, también hay quienes manifiestan preocupación debido al riesgo que esto puede ocasionar para la salud del animal involucrado. Algunos internautas consideran que no vale la pena arriesgar la vida de los animales por personas que, según ellos, ni siquiera los valoran o permiten su presencia en las playas de todo el mundo.

Finalmente, hay quienes llaman a la reflexión sobre la contradicción que existe entre usar a los canes para rescates y, al mismo tiempo, restringir su acceso a ciertos espacios públicos en los que puedan correr algún tipo de riesgo.

Algunas personas señalan que, aunque a los perros no se les permite acceder a muchas playas en el país, se espera que trabajen en ellas salvando muchas vidas todos los días, lo cual genera un debate sobre el respeto y cuidado que realmente merecen estos animales de compañía.