La elefanta Kaja llegó al mundo el 27 de mayo de 2025, convirtiéndose en la primera cría nacida en el estado alemán de Hesse desde 1968. Su nacimiento es resultado de dos décadas de esfuerzos en conservación y manejo reproductivo en el Zoológico Opel, que hoy comparte con orgullo este hito con el público.
Con apenas unas semanas de vida, Kaja ya cautiva a cuidadores, visitantes y amantes de los animales, explorando su entorno con su ternura, torpeza posterior al alumbramiento y bajo la atenta mirada de sus padres, los elefantes Kariba y Tamo.
El zoológico abrió al público el recinto donde la pequeña paquidermo se aclimata lentamente a su nuevo hogar, ofreciendo una oportunidad única para presenciar el inicio de una nueva vida entre los gigantes del reino animal.
Una bienvenida esperada durante casi seis décadas

De acuerdo con la información del zoológico, el nacimiento de Kaja es la culminación de más de 20 años de planificación e inversión en infraestructura especializada para el cuidado y reproducción de elefantes africanos. La cría, que pesó cerca de 100 kilogramos y midió alrededor de 90 centímetros al nacer, representa un acontecimiento histórico para el Zoológico Opel de Kronberg, donde no se registraban nacimientos de esta especie desde hace 57 años.
“La llegada de Kaja es un momento que hemos soñado durante años. Representa el éxito de un programa de conservación serio y a largo plazo”, expresó Thomas Kauffels, director del zoológico a medios locales.
La madre de la cría, Kariba, es una elefanta africana de sabana que llegó al zoológico en 2020 desde el Tierpark Berlin, mientras que el padre, Tamo, forma parte de la institución desde 2013. Ambos integran una manada que ha crecido recientemente con la incorporación de Cristina y su cría Neco, lo que promete un futuro vibrante para los elefantes del recinto.

Kaja nació el 27 de mayo tras un largo periodo de gestación de casi 22 meses. Durante los primeros días, permaneció en un entorno protegido junto a su madre, adaptándose lentamente al ritmo del zoológico. El 12 de junio fue presentada oficialmente al público y, desde el 13 de junio, puede ser visitada en el área conocida como la Casa de los Elefantes. Aunque la pequeña ya explora con su trompa los nuevos olores y texturas del entorno, aún no se le permite ser alimentada por los visitantes, ya que su dieta aún es exclusivamente a base de leche materna, pero en algunos meses más comenzará su transición hacia los alimentos sólidos.
Una cámara instalada en el recinto permite observarla en tiempo real desde una pantalla sin perturbar su proceso de adaptación. De ser necesario, tanto Kariba como su hija pueden retirarse a los establos internos para mayor tranquilidad. Su primer encuentro social fue con Lilak, otro integrante de la manada. La interacción fue positiva y muestra que Kaja está dando los pasos necesarios para integrarse al grupo, siempre bajo la supervisión del personal veterinario y de los cuidadores, que han acompañado su desarrollo desde el primer momento.
Los visitantes pueden conocer a Kaja de lunes a viernes, entre las 9:00 y las 17:45 horas, en un entorno especialmente acondicionado para respetar su proceso de desarrollo.
Una historia de conservación y compromiso

El nacimiento de Kaja es también una prueba tangible del compromiso del Zoológico Opel con la conservación de especies vulnerables. En 2013, la institución inauguró un recinto moderno con capacidad para alojar un macho y varias hembras en condiciones óptimas para la reproducción. La llegada de Kariba en 2020 representó una pieza clave dentro de esta estrategia.
Gregor von Opel, presidente del consejo de la Fundación Zoológico von Opel de Hesse, explicó que “fueron necesarios más de 20 años de trabajo técnico, médico y logístico para que este nacimiento fuera posible”. La ciudad de Kronberg im Taunus, donde se ubica el zoológico, apadrinó oficialmente a la pequeña elefanta.
Los elefantes bebés, como la pequeña Kaja, son sorprendentes desde el momento de su nacimiento. A diferencia de otras especies, los elefantes africanos tienen una de las gestaciones más largas del reino animal con aproximadamente 22 meses, según National Geographic. Este prolongado embarazo permite que la cría nazca con un desarrollo físico notable, pues al nacer, un elefante puede pesar entre 90 y 120 kilogramos y medir cerca de un metro de altura.
Durante sus primeras semanas de vida, los elefantes dependen completamente de la leche materna, que consumirán durante un periodo de hasta dos años, aunque a partir de los seis meses comienzan a probar alimentos sólidos. Su trompa, aunque torpe al principio, se convierte poco a poco en una herramienta hábil que utilizan para explorar, beber agua e incluso jugar.
Además, los elefantes recién nacidos no caminan solos al instante, sino que necesitan la guía constante de su madre y de la manada. Esta cercanía no solo los protege físicamente, sino que es fundamental para su desarrollo emocional.
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