Niña sobrevive 18 horas gracias al abrazo de un perro callejero en medio de una tormenta de nieve

En medio de una intensa tormenta de nieve, una niña de 10 años desapareció en calles de Rusia tras salir de la escuela y pasar horas incomunicada en condiciones extremas. Aunque la búsqueda comenzó de inmediato, las esperanzas de encontrarla con vida disminuían con cada hora que pasaba.

Las temperaturas bajaron a -11 °C, la visibilidad era casi nula y el viento azotaba con fuerza el pueblo de Uglegorsk. Sin embargo, al amanecer del día siguiente, una imagen conmovió a los rescatistas y al mundo cuando la niña fue encontrada sentada bajo un balcón, abrazada a un perro callejero.

“Que sobreviviera con ese clima es un verdadero milagro”, dijo un voluntario de búsqueda, a un periódico local sobre el increíble héroe canino. “Estuvimos buscando toda la noche sin ver nada. Las manos, incluso con guantes, estaban tan frías que costaba mover los dedos. Por la mañana, creímos que no la encontraríamos con vida”.

La desaparición ocurrió el 13 de enero de 2022 alrededor de la 1:00 horas de la tarde. La menor, de quien las autoridades no revelaron el nombre, salía de clases, pero no logró regresar a casa, por lo que su madre alertó a la policía, y de inmediato se organizó un operativo de búsqueda que se extendió durante toda la noche.

Según la cobertura local que se realizó en aquel entonces, el principal obstáculo de este caso fue la ventisca que cubría el pueblo con hasta 60 centímetros de nieve, lo que reducía la visibilidad y dificultaba los recorridos a pie.

El punto de quiebre llegó cuando un vecino recordó haber visto a una niña jugando con un perro callejero cerca de un refugio local. Gracias a esa pista tuvieron un hallazgo exitoso a la mañana siguiente. Según el relato oficial, la menor de edad fue encontrada bajo un balcón, protegida parcialmente del viento, sentada sobre un colchón y abrazada al animal.

“El perro parecía estar cuidándola”, comentaron autoridades locales al medio ruso ASTV. Aunque la niña vestía ropa de invierno, fue la compañía del perro lo que marcó una diferencia vital, ya que el calor de ambos cuerpos permitió que se mantuviera a una temperatura considerable y no sufriera, ninguno de los dos, un caso de hipotermia.

Más adelante, la niña fue trasladada a un hospital cercano para revisión; la revisión determinó que la pequeña estaba sana y sin ningún tipo de malestar, por lo que fue dada de alta ese mismo día y pudo regresar a salvo a su casa junto a su familia.

Según los medios locales, no se sabe con certeza de dónde vino este perro ni qué ocurrió con él después, pero su instinto protector lo convirtió en el inesperado héroe de esta historia. La niña resumió su experiencia con una frase conmovedora: “Lo abracé para que entráramos en calor”.

Los perros callejeros han desarrollado estrategias y características para resistir las inclemencias del tiempo. Su capacidad de adaptación a climas extremos, como el invierno de Rusia o algunos países europeos, depende de factores como el pelaje, el comportamiento grupal y la búsqueda de refugio.

De acuerdo con Experto Animal, pelaje y grasa corporal son determinantes para estos animales. Debido a que muchos de ellos se exponen a los cambios estacionales, desarrollan un pelaje más grueso durante el invierno, lo que les proporciona un aislamiento natural contra el frío. Algunos también acumulan grasa corporal, que no solo sirve como reserva energética, sino también como una barrera térmica.

En condiciones adversas, los perros tienden a buscar lugares protegidos del viento, como techos, balcones, túneles o espacios entre edificios. Además, si están en grupo, es común que se acurruquen unos con otros para compartir calor corporal. Para ellos también es importante el movimiento constante, ya sea en busca de comida o de un refugio más cálido, les ayuda a generar calor interno. De acuerdo con el medio, su experiencia en la calle los hace hábiles para encontrar alimento, ya sea hurgando en la basura o cazando pequeños animales, lo que también les permite mantener su metabolismo activo.

Si bien pueden soportar temperaturas de hasta -15 °C durante periodos cortos, la exposición prolongada puede causar hipotermia. Señales como temblores, letargo o la búsqueda obsesiva de calor indican que el frío ha superado su capacidad de adaptación. Además, la desnutrición también afecta su capacidad para soportar el frío, ya que necesitan más energía para mantenerse calientes, por lo que la falta de alimento es un factor crítico que pone en riesgo su vida durante el invierno. Por ello, es fundamental que las personas ayuden proporcionando refugio y comida rica en calorías en condiciones de climas extremos.