Rizzo, el perro policía que se convirtió en leyenda al proteger a su comunidad con lealtad y valentía

Desde su graduación como perro policía en 2017, Rizzo, un pastor alemán al servicio del Departamento de Policía de Beaverton, Oregón, se consolidó como uno de los elementos caninos más destacados de la unidad K9.

Su desempeño en operativos de búsqueda y detección, así como el estrecho vínculo que mantiene con su manejador, el oficial Anthony Bastinelli, lo convirtieron en un ejemplo de lealtad, disciplina y compromiso.

Su historia refleja no solo la importancia del adiestramiento especializado de los perros policías, sino también el papel fundamental que desempeñan en tareas de seguridad pública. Con habilidades en detección de narcóticos y búsqueda de sospechosos, Rizzo demostró, en más de una ocasión, ser un recurso valioso para la comunidad.

Las redes sociales del departamento siguieron de cerca la trayectoria de este binomio, compartiendo momentos clave de su labor y reconociendo públicamente sus logros. Desde su primer operativo exitoso, pasando por complejas persecuciones, hasta su regreso al servicio tras una pausa forzada, K9 Rizzo demostró una capacidad de adaptación y rendimiento digna de gratitud.

Fue en 2017 cuando la página oficial de Facebook del Departamento de Policía de Beaverton felicitó a Rizzo por completar con éxito su adiestramiento y aprobar los estándares de la Oregon Police Canine Association (OPCA). La publicación celebró también a su manejador, el oficial Bastinelli.

“¡Felicitaciones a los oficiales Bastinelli y Rizzo! ¡Aprobaron los estándares de la OPCA y se graduaron de la escuela canina! ¡Su primera tarea fue conseguir una captura doble!”.

A partir de ese momento, la dupla se integró a las operaciones policiales de la ciudad. En 2019, ambos participaron en la localización de un hombre buscado que huyó tras no detenerse ante la orden policial. El sospechoso fue hallado escondido bajo un porche luego de una persecución que comenzó tras el reporte de un conductor ebrio que ponía en riesgo a otros vehículos en la vía pública. De acuerdo con el informe de la oficina policial, Rizzo fue determinante para rastrear y localizar al sujeto.

En diciembre de 2022, la unidad K9 vivió un periodo de pausa debido a que el oficial Bastinelli sufrió una lesión en el tobillo mientras seguía a Rizzo en la búsqueda de un sospechoso de fraude que había escapado a pie tras una persecución vehicular.

Aunque Rizzo localizó al sospechoso, su compañero humano necesitó tiempo para recuperarse. Durante esos meses, el pastor alemán se mantuvo en casa, descansando, jugando con sus juguetes favoritos y acompañando a su manejador.

“El vínculo entre un perro policía y su oficial es sumamente estrecho”, explicó entonces el departamento en redes sociales. “A menudo leen las señales del otro mientras trabajan para atrapar sospechosos y mantenerse a salvo mutuamente”. Antes de regresar al servicio, ambos participaron en ejercicios de recertificación para asegurar su rendimiento óptimo en patrullajes.

El pasado 19 de mayo de 2024, la oficina del condado de Washington celebró un nuevo logro del equipo. En un comunicado oficial se destacó que esta dupla humano-canina obtuvo el segundo lugar en las competencias de búsqueda y captura de sospechosos durante las pruebas caninas del condado.

“Felicitaciones al K9 Rizzo y al oficial Bastinelli […] Gracias a todos los que asistieron y apoyaron a nuestros perros y a sus dedicados cuidadores”, se escribió.

Con más de un lustro de servicio, Rizzo continúaba patrullando junto al oficial Bastinelli, reafirmando la importancia de los binomios caninos en las labores de seguridad pública. Sin embargo, fue en el pasado mes de enero de este 2025 cuando luego de ocho años de servicio, Rizzo se retiró de la vida policiaca.

En un emotivo video compartido en la cuenta de Instagram del condado de Beaverton, se observa la ceremonia de retiro, donde su compañero humano sostiene su correa y lo presenta ante sus compañeros para brindarle honores. Para el oficial Bastinelli fue difícil contener las lágrimas después de casi una década de trabajo conjunto. Su historia no solo es testimonio de disciplina y entrenamiento, sino también de la profunda conexión que puede surgir entre un perro policía y su compañero humano.