Lo que hace este gato cuando se da cuenta que una mujer está embarazada conmueve al internet

Un video muestra cómo una mujer embarazada se acomoda en el sofá y, de repente, un gato salta sobre su regazo para comenzar a hacer movimientos suaves y rítmicos sobre su vientre. A este comportamiento felino se le conoce como “amasar”, y aunque puede parecer cualquier cosa, para muchas futuras madres es un gesto que trasciende lo anecdótico y es una gran muestra de afecto.

Si bien el amasado es un comportamiento común en los gatos y muchos tutores lo asocian con momentos de ternura, también puede ser señal de que el animal percibe cambios en su entorno. En el caso de los embarazos, hay múltiples testimonios que circulan en redes sociales sobre experiencias donde los felinos se vuelven inusualmente atentos, afectuosos o protectores con sus cuidadoras embarazadas, lo cual revela que los mininos perciben incluso las modificaciones corporales.

Esto fue lo que le ocurrió a Rukayah Meger, quien compartió la anécdota que vivió con Sage, el gato de su hermana, felino que desde hace meses tiene un comportamiento peculiar con ella gracias a su embarazo.

Rukayah Megeri, una mujer de 35 años originaria de Manchester, Reino Unido, compartió imágenes del momento en el que el minino de su hermana corrió a acurrucarse con cariño en su vientre embarazado y amasándolo con delicadeza. El conmovedor video ya acumula más de 1.1 millones de visualizaciones en Instagram.

En la descripción del video, Megeri explicó que desde que está en cinta, los gatos y perros tienen un comportamiento peculiar con ella: se le acercan, la cuidan, la siguen a todas partes. “Una de mis cachorras ha desarrollado una ansiedad por separación; quiere estar conmigo y protegerme las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Vigila cada habitación en la que estoy y solo quiere estar cerca de mí o encima de mí constantemente. ¡Dios la bendiga!”, escribió.

Pero las cosas no pararon ahí, pues cuando fue a visitar a su hermana “estaba claro que Sage se había dado cuenta de mi embarazo”. “Casi sentí que estaba conectada con el bebé o que lo calmaba de alguna manera. Fue algo muy especial, sobre todo porque ese día me había sentido muy cansada y sensible”, declaró Megeri, terapeuta holística para mujeres, a Newsweek.

Según la mujer, Sage estuvo rondando a su alrededor durante una hora antes de dirigirse a su vientre. Una vez allí, empezó a ronronear con fuerza y ​​a masajearle la panza durante unos 15 minutos. La madre primeriza agregó que este embarazo le resulta una experiencia hermosa y que sus preocupaciones por la edad y la maternidad se han disipado con el paso de los días y la experiencia cercana a los animales.

Lo que le ocurrió a Megeri no es un caso aislado. De acuerdo con el testimonio de Dwayne Adams, enfermero y fotógrafo de maternidad y recién nacidos, dice que el fenómeno de la respuesta de los gatos al embarazo es más común de lo que se piensa. En su estudio en California ha sido testigo de cómo su gato Mochi actúa de forma muy particular cuando una clienta embarazada entra al lugar.

“En cuanto una futura madre llega, Mochi se acerca, se sube al vientre y comienza a amasar y ronronear. No lo hace con otros acompañantes, solo con las embarazadas. Es algo demasiado constante para ser coincidencia”, aseguró en entrevista con Newsweek. Y añadió: “Es como si captaran una energía nutritiva y respondieran a ella de manera instintiva”.

Así como estas dos anécdotas, existen más en redes sociales. Una usuaria de Instagram compartió en los comentarios de la publicación de Rukayah Megeri lo siguiente: “Mi dulce niño supo que iba a dar a luz antes que yo. Se sentó sobre mi vientre y comenzó a masajear. Me levanté y rompí fuente. Ese recuerdo vivirá conmigo para siempre”. Otra internauta comentó que su gata calmaba los movimientos del bebé desde el vientre, y continuó haciéndolo tras el nacimiento. Una mujer simplemente resumió: “Mi gato lo supo antes que yo”.

Los gatos poseen un olfato hasta 14 veces más agudo que el humano. Ligado a ello, en el embarazo los niveles hormonales —como la progesterona, el estrógeno y la hCG— cambian significativamente y alteran el olor natural del cuerpo. Estos cambios pueden ser percibidos por los gatos incluso antes de que la persona sepa que está embarazada. Además, el aumento del flujo sanguíneo durante la gestación eleva la temperatura corporal, haciendo que las embarazadas sean especialmente atractivas para estos animales, que buscan calor y confort.

De acuerdo con el blog de Purina, el comportamiento de amasar se origina en la etapa más temprana de la vida de un gato. Durante la lactancia, los gatitos presionan con sus patas delanteras las mamas de su madre para estimular la producción de leche. Este movimiento, asociado con la nutrición y el confort, queda grabado como una conducta placentera que puede persistir durante toda la vida adulta.

Según explican Susana Hazel, profesora de Ciencias Animales de la Universidad de Adelaida, y la investigadora Julia Henning en un artículo para The Conversation, amasar es una forma de comunicación emocional y física. “Cuando un gato te amasa, está diciendo ‘estás en mi grupo social’. O, en términos humanos, ‘tú eres mi persona’”, señalan. Para los gatos, esta acción puede expresar afecto, relajación, pertenencia y seguridad.

Además, en las almohadillas de sus patas se encuentran glándulas odoríferas que les permiten marcar territorio. Así, al amasar, los gatos también están dejando su olor sobre superficies o personas con las que se sienten especialmente conectados. Este marcaje refuerza el sentido de pertenencia. Si a esto se suma que el contacto físico y el ronroneo liberan endorfinas en el gato, el resultado es una actividad que produce bienestar tanto físico como emocional.

Según el blog especializado en el ciclo reproductivo de la mujer Flo, el amasado de los gatos se puede intensificar durante la gestación humana, no solo por el cambio de olor corporal o de temperatura, sino también por la modificación en las rutinas, los movimientos y la energía general de la persona gestante. Los gatos, observadores agudos por naturaleza, detectan estos cambios y responden con comportamientos que interpretan como protectores o reconfortantes.