Un pequeño oso negro de apenas dos meses fue encontrado solo, débil y desorientado en el Bosque Nacional Los Padres, en el sur de California, Estados Unidos. Antes de acercarse, los especialistas en vida silvestre lo observaron por unos días, y al no encontrar señales de su madre, se determinó que el animal no podría sobrevivir por sí mismo en la naturaleza.
Así comenzó una historia de rehabilitación que a simple vista no parece habitual, sin embargo, esconde un protocolo de rehabilitación y reincorporación al hábitat natural que es la adecuada para este ejemplar de osezno.
Desde mediados de abril, este cachorro de 1.3 kilogramos es atendido por el Centro de Vida Silvestre Ramona de la Sociedad Protectora de Animales de San Diego, en una operación que combina ciencia, empatía y técnicas poco convencionales con disfraces de oso y muchos peluches a su alrededor.
Un osezno con peluches y niñeras disfrazadas

Cada día, Autumn Welch, gerente de operaciones de vida silvestre del centro, se pone un abrigo de piel, guantes de cuero y una máscara de oso antes de ingresar al recinto donde alimenta y estimula al cachorro. Si bien parece inusual, este protocolo es crucial para evitar que este cachorro genere un vínculo con los humanos.
“Nunca nos ve como humanos. No queremos que nos toque la piel para nada”, explicó Welch en una entrevista con The Washington Post.
Además de los trajes que imitan la apariencia de un animal, quienes cuidan a esta cría deben frotarse con heno impregnado con olor de oso proveniente de un santuario, así como imitar los movimientos de un oso, por lo que los considera como sus hermanos. Todo este esfuerzo busca que el cachorro no asocie el afecto, la protección ni el alimento con los humanos, una condición indispensable para su futura reintegración a la vida silvestre.
Los cuidadores tienen una preparación especial para redirigir cualquier gesto de apego del oso hacia juguetes, ramas u otros estímulos naturales. Incluso imitan sonidos animales para que el cachorro no identifique el lenguaje humano como parte de su entorno seguro.
“El objetivo es que sea completamente autónomo cuando lo liberemos”, explicó Welch. Si el osezno logra encontrar alimento por sí mismo, buscar refugio y evitar el contacto con personas, podrá volver a su hábitat natural aproximadamente en un año. El periodo de vuelta fue determinado luego de que el Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California intentó inicialmente reunirlo con su madre, dejándolo en el lugar donde fue hallado, pero no hubo rastro de la madre, por lo que tuvo que volver al refugio.
De acuerdo con la San Diego Human Society, se trata del cuarto cachorro de oso negro rehabilitado en California en los últimos cinco años. Si otro osezno huérfano ingresa al sistema de rehabilitación, se evaluará la posibilidad de emparejarlos, lo que reduciría aún más el riesgo de impronta con los humanos.
Debido a lo particular de esta técnica, y a lo tierno que es este oso bebé, los cuidadores compartieron un video donde la cría juega con sus peluches, interactúa con los especialistas disfrazados y pasa el tiempo en el lugar. La grabación captó el interés de los usuarios, quienes pedían requisitos para “ser voluntarios y cuidar al osezno” y calificaron esto como “uno de los mejores trabajos del mundo”.
Una recuperación esperanzadora

Desde su llegada, el oso negro ha cuadruplicado su peso inicial y ya empieza a manifestar comportamientos propios de su especie. Recientemente aprendió a excavar la tierra en busca de insectos y gusanos, y ya trepa árboles, donde se le ha visto dormitando en las ramas, un comportamiento típico en osos salvajes.
Para estimular su desarrollo, vive en dos hábitats distintos —uno interior y otro exterior— diseñados para simular el entorno natural. Entre ramas, hojarasca y escondites, también convive con osos de peluche, siendo uno de ellos su compañero habitual de descanso. “Es su madre sustituta”, señala Welch. “Si algo le asusta, corre a buscar consuelo en el osito de peluche”.
Cuatro veces al día, el equipo le brinda sesiones de alimentación y enriquecimiento, guiadas por una rutina que alterna juegos, búsqueda de comida y socialización controlada.
Más allá de la ternura que despierta este cachorro, su recuperación —desde no dejarse tocar por manos humanas hasta aprender a excavar o trepar— muestra que los cuidados son adecuados para devolverle su libertad.
“Liberar un oso a su hábitat natural no se compara con nada. Es una sensación increíble”, concluyó Welch.
Últimas Noticias
Razas de perros: características y necesidades del Spitz alemán pequeño
Cada raza tiene personalidades distintas, por este motivo es muy importante conocer su historia y necesidades para que tenga una buena calidad de vida

Cinco estatuas de gatos que no te puedes perder en tu visita a Londres
Descubre los monumentos felinos más entrañables de la capital británica y la historia detrás de cada escultura

¿Quién es FDC Willard? La historia del único gato científico que publicó una investigación de física
El estudio que lleva la firma de este felino siamés aborda problemáticas sobre el comportamiento de los átomos; a la fecha, este minino es un miembro honorable de la comunidad científica

Arthur, el gato héroe que murió tras proteger a dos niños de una de las serpiente más peligrosas del mundo
La historia de este heroico y valiente felino ocurrió en 2021, pero hasta la fecha es recordado por su comunidad como un símbolo de amor y protección

Lo que hace este gato cuando se da cuenta que una mujer está embarazada conmueve al internet
Diversos estudios explican cómo los felinos, con su agudo olfato y sensibilidad, reconocen embarazos humanos y responden con comportamientos protectores, mostrando una conexión extraordinaria
