¿Cuál es el significado de la palabra mascota?: conoce su origen y qué quiere decir

La relación entre los seres humanos y los animales de compañía tiene raíces profundas que se remontan a miles de años atrás. Según National Geographic, las evidencias arqueológicas indican que hace más de 14 mil años los lobos domesticados, antecesores de los perros actuales, convivían con los pobladores de asentamientos prehistóricos, un vínculo que originalmente surgió como una relación funcional, sin embargo, evolucionó hasta transformarse en un lazo emocional que hoy define a las mascotas como miembros esenciales de numerosas familias.

La Universidad de Flores, en Buenos Aires, explica que una definición ampliamente aceptada del concepto de mascota como animal de compañía está descrita como “un animal que se encuentra bajo control humano, vinculado a un hogar, que comparte intimidad y proximidad con sus cuidadores, y que recibe un trato especial de cariño, cuidados y atención destinados a garantizar su bienestar y estado de salud”.

No obstante, la Universidad de Málaga señala que existe una segunda acepción del término poco conocida, considerada más bien una raíz etimológica. En ella, la palabra “mascota”, utilizada para designar a los compañeros no humanos proviene del francés mascotte, cuyo significado original es “amuleto”. Esta denominación surge de la creencia popular de que dichos animales traían buena suerte a quienes los poseían, lo que dio origen al uso extendido del término en el contexto actual.

Este lazo ha adquirido una dimensión más compleja, fortaleciéndose con el tiempo. Según Pets in the Sky, una empresa especializada en servicios funerarios para animales, muchas personas encuentran en sus mascotas un apoyo emocional mayor que el que reciben de sus propios familiares en momentos de estrés. Además, las mascotas son consideradas integrantes esenciales de las familias, un concepto que incluso ha sido reconocido legalmente en algunos países.

En México, por ejemplo, desde el 2 de marzo de 2023 se reconoció jurídicamente la existencia de las familias multiespecie, una legislación que refleja la importancia de los animales en los hogares contemporáneos, pues según el Índice de Mascotas sin Hogar, publicado por Mars Pet en 2024, en México hay más de 60 millones de mascotas con dueños.

La interacción con animales de compañía tiene un impacto significativo en la salud física y emocional de las personas, según investigaciones realizadas por los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) del gobierno de Estados Unidos, dedicados a la investigación médica. Entre los beneficios identificados, se encuentra la reducción de los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés, así como la disminución de la presión arterial. Además, convivir con mascotas puede aliviar la soledad, fomentar sentimientos de apoyo social y mejorar el estado de ánimo.

La Dra. Ann Berger, médica e investigadora del Centro Clínico de los NIH en Bethesda, Maryland, explicó que los animales, especialmente los perros, tienen una capacidad innata para brindar atención y apoyo emocional. Según Berger, los perros son capaces de percibir cuando una persona está atravesando dificultades y responden con comportamientos afectuosos.

“Los fundamentos de la plena conciencia incluyen la atención, la intención, la pasión y la sensibilización”, señaló Berger, destacando que estas son cualidades que los animales poseen de manera natural, mientras que los humanos deben aprenderlas.

Aunado a ellos, según un estudio citado por los NIH, los perros pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo de habilidades sociales en niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). En una investigación de doce semanas, se dividió a los niños en dos grupos, uno que leía a perros de terapia y otro que leía a marionetas con forma de perro. Los resultados mostraron que los niños que interactuaron con los animales reales desarrollaron mejores habilidades sociales, como cooperación y participación voluntaria, y presentaron menos problemas de comportamiento.

Por su parte, otro estudio citado por la institución médica estadounidense comprobó que el cuidado de animales puede influir en la gestión de enfermedades crónicas. En adolescentes con diabetes tipo 1, el cuidado de peces como mascotas ayudó a mejorar la constancia en el control de los niveles de glucosa en sangre.

Según la información consultada, los participantes alimentaban a los peces dos veces al día y realizaban tareas como cambiar el agua del tanque semanalmente, una rutina que fomentó una mayor disciplina en el manejo de su enfermedad, en comparación con aquellos que no tenían una mascota.

Para quienes consideran incorporar una mascota a su hogar, Según el Centro Médico Shane Veterinary, es fundamental considerar factores como el estilo de vida, las necesidades del animal y las capacidades de la familia para cuidarlo. Por ejemplo, un perro puede no ser la mejor opción para quienes pasan mucho tiempo fuera de casa, mientras que un gato, más independiente, podría adaptarse mejor a ese entorno. También es importante evaluar aspectos económicos, posibles alergias y el compromiso necesario para satisfacer las necesidades específicas de cada tipo de mascota.

En el caso de quienes consideran tener un perro, es esencial investigar sobre las características de la raza y su compatibilidad con el hogar y el estilo de vida. Los caninos requieren atención constante, paseos regulares y cuidados veterinarios. Por otro lado, los felinos, aunque más independientes, necesitan estimulación, cuidado de sus uñas y limpieza de su caja de arena. Las aves, como los periquitos y las cacatúas, pueden ser excelentes compañeras, pero requieren jaulas adecuadas y un compromiso a largo plazo, ya que algunas especies pueden vivir hasta 100 años.

Los peces, aunque menos interactivos, ofrecen una compañía relajante y requieren menos atención, siempre que se mantenga el acuario o pecera limpios y se elijan especies compatibles. Los conejos, por su parte, son animales sociales que necesitan compañía, un entorno limpio y supervisión constante para no enfermar o deprimirse; mientras que los hámsters y los cuyos son opciones ideales para niños mayores, ya que son fáciles de cuidar y requieren menos mantenimiento, aunque necesitan jaulas limpias y juguetes para mantenerse activos.