Más de 70 gatos son rescatados de condiciones deplorables en Long Island; 30 felinos más perdieron la vida

Como si se tratara una escena de una película de terror, un hecho inaudito sacudió a la comunidad de Long Island el pasado fin de semana, cuando autoridades y organizaciones de rescate animal encontraron cerca de un centenar de gatos —muchos de ellos en estado crítico y otros ya sin vida— en una residencia de Bohemia, Nueva York. La denuncia de un olor insoportable fue la señal de alerta que llevó a las autoridades a descubrir un caso de hacinamiento y negligencia extrema.

Cuando los bomberos y agentes de la SPCA del condado de Suffolk ingresaron a la casa ubicada en el número 3 de Westminster Drive y se encontraron con lo que fue descrito por testigos como una “pesadilla sanitaria”: gatos enfermos, aterrados y otros sin vida.

Las condiciones eran tan severas en el lugar que uno de los rescatistas tuvo que ser hospitalizado tras vomitar dentro de la vivienda. La escena, repugnante tanto visual como olfativamente, puso en evidencia un problema que, según vecinos, llevaba años gestándose.

De acuerdo con los reportes oficiales, el lugar tenía cuerpos de felinos almacenados en congeladores; y restos de crías en cajas de cartón usadas previamente para alimentos de mascotas. “Había cajas de Chewy [minorista de productos para mascotas] por toda la casa, muchas de ellas con agujeros. Dentro encontramos cuerpos de gatitos recién nacidos. Las madres buscaban un lugar seguro para parir, y esas cajas eran su única opción”, relató John Debacker, director de Long Island Cat and Kitten Solutions.

Según el reporte de la SPCA, al menos 30 gatos fueron hallados muertos —24 de ellos almacenados en un congelador— y más de 50 seguían con vida, aunque en condiciones críticas. “Los gatos vivos están con veterinarios voluntarios; todos están muy enfermos. Tres tuvieron que ser sacrificados la misma noche del rescate”, explicó Roy Gross, jefe de la SPCA del condado de Suffolk.

Los trabajadores que participaron en la operación mostraron heridas en sus brazos y manos, resultado del comportamiento agresivo de algunos de los animales. “Tuve que tomar cinco descansos en menos de tres horas. Llevábamos trajes protectores y respiradores, pero aun así era casi insoportable”, añadió Tammy Gatto, voluntaria de la organización.

Vecinos relataron que la acumulación de gatos en la propiedad era un problema de años. El dueño de la casa, Steven Glantz, de 75 años, alimentaba a docenas de gatos callejeros en el patio trasero. Sin embargo, la situación se agravó después del fallecimiento de su esposa, ocurrido semanas antes del operativo. “Siempre olía a orina, pero nunca así. Con las ventanas cerradas no se notaba tanto, pero ahora que están abiertas, el olor es insoportable. Me siento mal del estómago solo de pensarlo”, comentó un vecino.

De acuerdo con The New York Post, la vivienda alguna vez estuvo valuada en 725 mil dólares, fue declarada inhabitable. Los registros de propiedad la vinculan directamente con Glantz, quien fue visto afuera de la casa un día después del operativo.

Los gatos que sobrevivieron están siendo atendidos por veterinarios voluntarios, pero el proceso de recuperación es largo y costoso. “Calculamos que el gasto supera ya los 10 mil dólares y sigue aumentando”, informaron desde la SPCA. Por ello, la organización lanzó un llamado urgente a la comunidad para solicitar donaciones y la colaboración de más profesionales veterinarios.

“Esto no ha sido lo peor que he visto en mi carrera, pero sin duda está entre los casos más extremos. Una vez que se concluya la investigación, esperamos poder poner en adopción a muchos de estos gatos, aunque el camino será largo”, concluyó Debacker.

Mientras continuaba la investigación para determinar responsabilidades legales y sanitarias, el caso generó conmoción y debate sobre el control de animales y la detección temprana de casos de acumulación patológica. Según la cobertura de News 12, el 8 de mayo el sujeto fue detenido por cargos de maltrato animal.