El legado de Max, el valiente perro policía que sobrevivió a múltiples puñaladas y conquistó a una comunidad

En el Departamento de Policía de San Diego, Estados Unidos, un agente singular dejó una huella imborrable en sus años de servicio: Max, un pastor belga malinois. A lo largo de su carrera, este canino no solo demostró habilidades excepcionales como perro policía, sino que también encarnó el coraje y la entrega al deber de una manera que conmocionó a toda una comunidad.

En sus años de servicio, este can demostró valentía, determinación y un excelente trabajo como rastreador de narcóticos, sin embargo, durante uno de los operativos fue gravemente herido, lo que generó preocupación en el equipo y en su compañero de profesión, el teniente Luis Carbajal.

Su historia es un testimonio del profundo vínculo entre humanos y animales de servicio, y de cómo la lealtad puede manifestarse incluso en medio del peligro. Y es que la conexión entre los perros policía y sus guías humanos va mucho más allá del ámbito profesional.

El episodio que definió la trayectoria de Max ocurrió en junio de 2017. La policía recibió una llamada de emergencia sobre un individuo que se comportaba de forma errática en el vecindario de North Park. Al llegar al lugar, los agentes fueron confrontados por un hombre armado con un cuchillo que, al verlos, emprendió la huida.

Ante el riesgo que representaba para los civiles y para los propios oficiales, Max fue desplegado para interceptarlo, sin embargo, el sospechoso atacó violentamente al perro durante el enfrentamiento, apuñalándolo en múltiples ocasiones. Pese a la gravedad de sus heridas, la intervención de Max permitió a los agentes someter al agresor sin poner en mayor riesgo la vida humana.

Max fue trasladado de inmediato a un hospital veterinario local, donde recibió atención médica intensiva. Según la determinación del médico, las puñaladas comprometieron órganos vitales y su estado fue crítico. A pesar del diagnóstico, el pastor belga mostró la misma fortaleza en la mesa de operaciones que en el campo. Su recuperación fue larga, pero completa, y apenas unos meses después, estaba listo para regresar al trabajo junto a su guía y compañero, el oficial Luis Carbajal.

Este canino no solo volvió al servicio, sino que retomó su rol con la misma eficiencia y compromiso de siempre. Junto al oficial Carbajal, participó en numerosas operaciones policiales, consolidándose como uno de los miembros más destacados de la unidad K-9.

En su tiempo activo, acumuló múltiples detenciones y contribuyó a la seguridad de la comunidad con disciplina ejemplar. Para Carbajal, Max era más que un compañero de trabajo: era un miembro de la familia, con quien compartía no solo patrullajes, sino también su hogar.

En reconocimiento a su valentía, Max fue honrado en 2018 por el American Kennel Club (AKC) con el prestigioso premio “Paw of Courage” (Pata del Coraje). Este galardón busca destacar a los perros de trabajo que arriesgan sus vidas para proteger a los demás. Gina DiNardo, entonces secretaria ejecutiva del AKC, expresó que “las inspiradoras historias de perros de trabajo nos conmueven a diario.

Cada uno de estos perros es un testimonio de la lealtad y el coraje que aportan a nuestras comunidades”. La ceremonia fue un momento de orgullo tanto para Max como para todo el Departamento de Policía de San Diego, que vio reflejado en este acto el reconocimiento a todos los K-9 que cumplen funciones de alto riesgo.

Tras seis años de servicio activo, Max se retiró con honores. Hoy, a sus 13 años, disfruta de una vida tranquila junto al teniente Carbajal, su familia y otros tres perros en su hogar.

“Está viviendo su mejor momento ahora mismo. Está jubilado, simplemente pasa el tiempo en casa... Vive la vida de jubilado”, comenta Carbajal a la American Kennel Club.