“Keeping up with the Kattarshians”, el reality sin filtros que reveló el día a día de un grupo de gatitos en adopción

Con una casa de muñecas como escenario, estos felinos protagonizaron un fenómeno digital que cautivó a millones de personas en todo el mundo

Guardar
Este reality de gatitos dio origen a un fenómeno que combinó ternura y conciencia social. (@caligari_pub) Crédito: @caligari_pub

Inspirado en el título del famoso reality show de las Kardashian, “Keeping Up with the Kattarshians” fue una ingeniosa parodia felina que impulsó este tipo de formato televisivo a un nuevo nivel. Llevando por nombre un evidente juego de palabras, este proyecto se convirtió en una de las propuestas más adorables y originales que surgieron en internet, es decir, un reality show en vivo protagonizado por gatos en adopción que vivían en una casa de muñecas frente a cámaras las 24 horas del día.

La transmisión fue idea de la productora islandesa Inga Lind Karlsdóttir, quien junto a su colega y amigo Þórhallur Gunnarsson soñó con un programa protagonizado por gatos. Al principio, la idea parecía una broma entre amigos. “Un día me dijo que tenía muchas ganas de hacer un programa que consistiera en unos gatos viviendo en una casita. Estábamos con más gente y todo el mundo se echó a reír, pero yo dije: ‘Hagámoslo’”, relató Karlsdóttir en una entrevista con Broadly, la plataforma de VICE.

Karlsdóttir, quien posee su propia productora de televisión, no se conformó con que la idea quedara en una conversación divertida. Junto a su equipo, se propuso materializarla con la colaboración de la Sociedad Islandesa de Protección de Gatos, administradora del Refugio Kattholt, y la Autoridad Alimentaria y Veterinaria de Islandia (MAST). “Nos llevó casi un año organizarlo, porque queríamos que todas las autoridades de bienestar animal lo aprobaran”, explicó.

¿En qué consistía el reality?

El programa fue la mezcla
El programa fue la mezcla perfecta entre ternura, entretenimiento innovador y un mensaje de compromiso por el bienestar de los animales rescatados. (X: @nutiminn)

Los protagonistas originales, Bríet, Ronja, Stubbur y Guðni, vivían en una casa de muñecas equipada con cámaras ocultas, diseñada especialmente para garantizar su seguridad y bienestar. Las grabaciones se transmitían en tiempo real y, en poco tiempo, los felinos conquistaron al público por su ternura y personalidades únicas, logrando posicionar al programa como el más visto en la historia del sitio web de la cadena de televisión islandesa Nutiminn. “Pensé que era una idea linda, pero nunca pensé que llegaría a ser tan grande”, admitió Karlsdóttir. “Es más de lo que podía esperar”.

De acuerdo con el periódico en línea islandés The Reykjavík Grapevine, el programa tenía la doble función de entretener y fomentar la adopción responsable de gatos callejeros. A través del seguimiento constante de los mininos, los espectadores se encariñaban con ellos, conocían sus historias y podían postularse para adoptarlos. Stubbur, por ejemplo, fue adoptado el 1 de mayo de 2017, al igual que el resto de los compañeros originales del reality.

Entre los aspectos más destacados que provocaron la entusiasta aceptación del publico fue la entrañable personalidad de cada gato. Por ejemplo, Bríet fue descrita por la productora como su favorita: “En Islandia, el nombre de Bríet se asocia con las mujeres fuertes, en honor a la primera mujer candidata al parlamento, Bríet Bjarnhéðinsdóttir. Y la gata también es fuerte y luchadora”, comentó.

¿Cómo era la casa de los mininos?

Así lucía la casa de
Así lucía la casa de la primera temporada de Keeping up with the Kattarshians. (Captura de pantalla)

La acogida del público fue inmediata y entusiasta, lo que motivó la incorporación de nuevas “temporadas” una vez que la primera generación de Kattarshians fue adoptada. La siguiente fue protagonizada por Vanilla, una gata que llegó embarazada al refugio y que dio a luz a cinco gatitos pelirrojos: Grettir, Nói, Trítill, Tópas y Nóa. “Los hermanos son tan pequeños que todavía se alimentan de la leche materna”, relató el medio islandés Nútíminn, que transmitía la serie en línea.

Los cambios en el elenco también implicaban adaptaciones en el set. “Como los gatitos son muy pequeños, se ha habilitado solo una planta de la casa para que no se lastimen en las escaleras”, explicó la producción.

La decoración variaba para adaptarse a las nuevas necesidades y estilos de los habitantes de cuatro patas, por ejemplo, en la primera temporada, la casa tuvo una temática adolescente, mientras que en otra, al recibir a la camada recién nacida, se limitaron los espacios para evitar accidentes, lo cual reveló el compromiso ético con los animales detrás del proyecto.

A pesar del éxito y la ternura que provocaban estas transmisiones, Keeping Up with the Kattarshians fue cancelado en 2018. Sin embargo, aún se habla del proyecto en distintas redes sociales, pues si ternura dejó una marca en la historia de internet como un experimento audiovisual sin precedentes que combinaba el entretenimiento, activismo animal y creatividad pura, convirtiendo a gatitos sin hogar en pequeñas celebridades del streaming.