La relevancia del burro durante la fiebre del oro y la carrera que le rinde homenaje cada año

En la tercera edición de la carrera con burros en Nuevo México, los participantes atravesaron colinas y senderos junto a sus fieles compañeros

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Cada uno de los participantes
Cada uno de los participantes tuvo que atravesar una serie de colinas y senderos, lo cual puso a prueba la capacidad de comunicación entre los corredores y los burros (Santuario Animal 'Wendy Clements')

Durante la fiebre del oro, periodo que abarca entre 1849 y 1855, los burros jugaron un papel crucial en la vida cotidiana de los mineros.

Estos animales de carga fueron indispensables para transportar equipos, alimentos y provisiones hacia los campamentos mineros, que a menudo se encontraban en zonas remotas y de difícil acceso, según lo reportado por National Geographic en su artículo “Qué fue la Fiebre del Oro y cómo transformó California para siempre”.

Más allá de su función logística, se convirtieron en compañeros inseparables de los buscadores de oro, gracias a su resistencia y capacidad para adaptarse al clima seco y cálido de California, lo que los hacía ideales para soportar largas jornadas y terrenos montañosos.

Desde mediados del siglo XIX, las carreras con burros se han establecido como una tradición única y entrañable dentro de la cultura estadounidense, especialmente en el suroeste, en estados como Colorado y Nuevo México.

A nivel mundial, esta competencia ha ganado gran popularidad bajo el nombre de “Pack Burro Racing”.

Estas carreras se desarrollan en terrenos montañosos y senderos exigentes, donde los corredores deben avanzar junto a sus animales de carga, que llevan un equipamiento simbólico que remite a la época de la fiebre del oro, incluyendo herramientas como picos, palas y sartenes.

Una regla fundamental establece que los corredores no pueden montar a sus animales, sino que deben guiarlos únicamente con una cuerda, manteniendo siempre el control y respetando el bienestar de sus compañeros cuadrúpedos.

El recorrido está cuidadosamente marcado para evitar atajos, y cualquier burro que se salga del camino debe ser regresado al punto exacto donde se desvió, garantizando que la distancia oficial se cumpla en su totalidad.

Los organizadores vigilan estrictamente el trato hacia los animales, prohibiendo el uso de cualquier método que pueda causarles daño, como palos o sustancias nocivas.

Alternativas de distancia para los competidores

Los participantes pueden decidir entre
Los participantes pueden decidir entre correr 5 o 9.5 kilómetros o, incluso, distancias más largas que llegan hasta los 48 km (Andina)

El evento ofrece varias opciones de recorrido que se adaptan a diferentes niveles de resistencia y experiencia.

Los participantes pueden elegir rutas de 5 y 9.5 kilómetros (km) , ideales para quienes buscan un desafío moderado y disfrutar del paisaje sin una exigencia extrema.

Sin embargo, existe la opción de completar un recorrido mucho más largo para los más experimentados donde se pueden alcanzar hasta los 48 km, representando todo un desafío para los competidores.

Independientemente de la distancia elegida, cada tramo atraviesa colinas y senderos que recrean las condiciones que enfrentaban los buscadores de fortuna durante la fiebre del oro, haciendo de esta experiencia un reto tanto físico como histórico.

Reacciones de los participantes en la carrera

Los concursantes mencionaron para DW
Los concursantes mencionaron para DW en Español, que los resultados en este tipo de competencias son impredecibles ya que depende mucho del estado de ánimo del burro durante ese día (Andina)

Los corredores compartieron sus sensaciones sobre la carrera del pasado 3 de mayo en una entrevista para la cadena internacional alemana en Español, DW:

Marvin Sandoval, ganador de los 5 km, describió a su compañero como un animal único llamado ButterCup que parece un unicornio y disfruta galopar en las bajadas siempre queriendo estar al frente.

Por su parte, Alexis Knight señaló que ver la prueba como una lucha impide disfrutarla y aumenta el riesgo de sufrir una derrota, por lo cual recomienda mantener el sentido del humor incluso cuando se pasa horas esperando que el animal se mueva, pues tomarse la situación con calma ayuda a encontrar soluciones y ajustar los objetivos.

Lisa Kazmar, residente de Edgewood, comentó que hay días en que los que el burro no tiene ganas de correr y otros en que está inspirado y se mueve con gran destreza, resaltando que aunque le gusta correr con un aliado, nunca se sabe quién será.

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